Las víctimas son dos varones y una chica de 19 años. Ocurrió el sábado, en una discoteca ubicada sobre la ruta 168.
“Los tres están muy shockeados todavía, pero además, están
heridos. Mi hijo tiene un corte profundo en la boca, marcas de
ahorcamiento en el cuello; mi sobrino recibió golpes de puño en la cara y
patadas en el cuerpo y la novia de él, golpes en los tobillos,
pantorrilla y en la cara”, contó Alejandro De Luca, el padre de una de
las víctimas.
El episodio se habría registrado el sábado a las 6, en la puerta de un boliche ubicado sobre la ruta 168, donde los jovenes habían participado de un cumpleaños. “Estaban con un grupo grande de gente, así que muchos vieron lo que ocurrió. Aún estaban dentro del boliche cuando un patovica agredió a mi sobrino y a su novia. Ellos estaban charlando cuando un patovica se acercó, empujó a mi sobrino y le dijo a la novia: «linda, ¿te está molestando?». Ella le contestó que no, pero el patovica insistió y cuando mi hijo vio lo que pasaba intentó defender a mi sobrino. En ese momento, los sacaron afuera del lugar y fue en la zona del estacionamiento donde los golpearon a los tres. Además, había una chica más, amiga de la novia de mi sobrino que sufrió un desmayo por la situación”, relató el hombre.
Y continuó: “Yo me enteré de lo que había sucedido cuando los tres chicos ya estaban en el hospital Cullen donde les atendían las heridas. Hasta el hospital los llevó un amigo de ellos, que pasó con el auto y vio cómo les pegaban. Por lo menos, habrían participado ocho patovicas”.
“Manejos corruptos”
Según De Luca, no hubo policías que registraran el ataque: “los chicos estuvieron solos todo el tiempo y en el hospital, nadie les quiso tomar la denuncia. Pero lo más llamativo, es que tres horas después, cuando ya estaban los tres en mi casa, llegó una citación de la policía para que mi hijo se presentara en la comisaría. Aparentemente, el dueño del boliche, para cubrirse, fue a la seccional de barrio El Pozo y radicó la denuncia”. En este sentido, el hombre se quejó de los “manejos corruptos” de la policía y dijo que “por temor” radicaron la denuncia en sede judicial donde ya se abrió una causa para investigar lo ocurrido.
“El fiscal Candioti Leiva me tomó la denuncia y le expliqué lo que había pasado. Un médico policial revisó a los chicos en mi casa y nos tomó declaración a todos. Yo quiero que se investigue lo que ocurrió. He tenido bares y sé cómo se maneja la policía en estos casos, pero lo que ocurrió es una brutalidad. Tipos del triple del tamaño de mi hijo le pegaron hasta romperle la boca. Uno los deja salir pensando que van a un lugar seguro y vuelven seriamente heridos”, se quejó De Luca.
El episodio se habría registrado el sábado a las 6, en la puerta de un boliche ubicado sobre la ruta 168, donde los jovenes habían participado de un cumpleaños. “Estaban con un grupo grande de gente, así que muchos vieron lo que ocurrió. Aún estaban dentro del boliche cuando un patovica agredió a mi sobrino y a su novia. Ellos estaban charlando cuando un patovica se acercó, empujó a mi sobrino y le dijo a la novia: «linda, ¿te está molestando?». Ella le contestó que no, pero el patovica insistió y cuando mi hijo vio lo que pasaba intentó defender a mi sobrino. En ese momento, los sacaron afuera del lugar y fue en la zona del estacionamiento donde los golpearon a los tres. Además, había una chica más, amiga de la novia de mi sobrino que sufrió un desmayo por la situación”, relató el hombre.
Y continuó: “Yo me enteré de lo que había sucedido cuando los tres chicos ya estaban en el hospital Cullen donde les atendían las heridas. Hasta el hospital los llevó un amigo de ellos, que pasó con el auto y vio cómo les pegaban. Por lo menos, habrían participado ocho patovicas”.
“Manejos corruptos”
Según De Luca, no hubo policías que registraran el ataque: “los chicos estuvieron solos todo el tiempo y en el hospital, nadie les quiso tomar la denuncia. Pero lo más llamativo, es que tres horas después, cuando ya estaban los tres en mi casa, llegó una citación de la policía para que mi hijo se presentara en la comisaría. Aparentemente, el dueño del boliche, para cubrirse, fue a la seccional de barrio El Pozo y radicó la denuncia”. En este sentido, el hombre se quejó de los “manejos corruptos” de la policía y dijo que “por temor” radicaron la denuncia en sede judicial donde ya se abrió una causa para investigar lo ocurrido.
“El fiscal Candioti Leiva me tomó la denuncia y le expliqué lo que había pasado. Un médico policial revisó a los chicos en mi casa y nos tomó declaración a todos. Yo quiero que se investigue lo que ocurrió. He tenido bares y sé cómo se maneja la policía en estos casos, pero lo que ocurrió es una brutalidad. Tipos del triple del tamaño de mi hijo le pegaron hasta romperle la boca. Uno los deja salir pensando que van a un lugar seguro y vuelven seriamente heridos”, se quejó De Luca.
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