Tras ocho horas de paro por el
ataque a un taxista, peones y titulares de licencias volvieron a
trabajar ayer luego de recibir el compromiso provincial de intensificar
los operativos policiales. El Ministerio de Seguridad anunció la
inmediata incorporación de 400 nuevos efectivos a esas tareas.
Tras ocho horas de paro por
el ataque a un taxista, peones y titulares de licencias volvieron a
trabajar ayer luego de recibir el compromiso provincial de intensificar
los operativos policiales. El Ministerio de Seguridad anunció la
inmediata incorporación de 400 nuevos efectivos a esas tareas, además de
controles móviles y en puntos fijos en las zonas más inseguras de la
ciudad donde se detendrán las unidades y se solicitará documentación al
pasajero. La medida de fuerza impactó también en la actividad de la
terminal de colectivos Mariano Moreno, donde hubo piquetes y los ómnibus
debieron desviarse. El municipio analiza acelerar la implementación de
medios prepagos al sistema.
La agresión que sufrió el conductor
Hernán Romero en Empalme Graneros derivó en una protesta a escala del
sector. Al piquete inicial, el lunes por la noche en la zona del casino y
en la puerta del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), se
sumó ayer a media mañana la paralización total del servicio en la que
confluyeron choferes autoconvocados, el Sindicato de Peones de Taxis
(SPT) y las cámaras de titulares de chapas.
A esa hora, la tensión iba en aumento:
la terminal quedó aislada ya que un piquete por Castellanos y otro por
Cafferata impedían la llegada y salida de micros y pasajeros, obligando
el desvío de las unidades.
La Jefatura de Policía y el Ministerio
de Seguridad convocaron a una reunión de urgencia para desactivar la
protesta. "Pusimos a consideración el plan integral que se implementará a
partir de mañana (por hoy) en la ciudad y que contempla sumar 400
nuevos efectivos policiales a los patrullajes urbanos", anunció el
subsecretario de Seguridad, Osvaldo Laffatigue.
El funcionario confirmó además la
intensificación de controles en puntos fijos y móviles a los coches que
implicarán la detención de la unidad y la solicitud de documentación a
los pasajeros. "No queremos dar más detalles de cómo serán las nuevas
medidas de seguridad, porque así como las fuerzas policiales cumplen
tareas de inteligencia para conocer cómo actúan los delincuentes ellos
también lo hacen y no queremos que puedan tomar recaudos", advirtió,
tras lo cual negó que en el último tiempo se haya incrementado en
Rosario la cantidad de delitos, "pero sí la violencia".
El titular del SPT, Horacio Boix se
retiró "conforme" del cónclave y con las promesas oficiales. Desde la
Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, se
mostró más escéptico: "Sabemos que no se van a reducir los delitos a
cero. Lamentablemente esto no tiene solución y va más allá de la
cuestión policial. Tiene un trasfondo político, legislativo, judicial
por la marginalidad y la droga", describió.
Al mediodía, un grupo de autoconvocados
marchó a la Municipalidad para reclamar una audiencia a la intendenta
Mónica Fein que no se encontraba en la ciudad. Allí se convocó a un
cacerolazo por la inseguridad en todo Rosario y se promovió extender el
paro hasta las 6 de hoy.
Sin embargo, a las 18, la mayoría de
los coches ya circulaban por las calles, según los datos que manejaban
en la Secretaría de Servicios Públicos. Su titular, Pablo Seghezzo,
confió a LaCapital que lo ocurrido "pone en agenda la implementación de
otras medidas para atenuar los robos", como la eliminación del pago en
efectivo vía utilización de la tarjeta inteligente.
"Es una alternativa que está en
estudio, la tecnología lo permite, pero todavía queda un largo camino
por recorrer", aclaró el funcionario.

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