Un joven de 28 años mató a su
progenitor, de 63, en General Lagos. Ayer permanecía prófugo. Según
fuentes allegadas al hecho, ambos eran violentos y solían pelearse con
frecuencia.
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Una breve esquela, en la
primera página de una agenda, aclaraba al menos una parte de lo
ocurrido. En la carta, Marcelo les pedía disculpas a su hermano menor y a
su madre por lo sucedido: el asesinato de su padre. Al parecer, las
discusiones entre ambos eran habituales pero esta vez el desenlace fue
fatal. Ulderico Villarroel, de 63 años, fue ultimado a puñaladas en su
casa de General Lagos y al cierre de esta edición la policía continuaba
buscando a su hijo mayor, un muchacho de 28 años con varios antecedentes
delictivos.
El hecho ocurrió ayer en una vivienda
de calle Lugones sin número de General Lagos, una población situada a
unos 25 kilómetros de Rosario. Se trata de una zona suburbana con pocas
viviendas, a unas cuadras del centro del pueblo.
De mañana. Según
comentó el titular de la subcomisaría 13ª de General Lagos, subcomisario
Darío Basualdo, el crimen se habría perpetrado alrededor de las 8 de la
mañana, a juzgar por el testimonio de un vecino que vio a Marcelo
abandonar la vivienda con un bolsito cerca de las 8.30.
Sin embargo, nadie se enteró de lo que
había ocurrido hasta las 14.30. A esa hora la esposa de Ulderico regresó
de trabajar y lo halló tendido junto a la cama de su habitación en un
charco de sangre.
En la escena del crimen la policía
encontró un facón de unos 25 centímetros de hoja que, según
establecieron luego los peritos de Criminalística, se trataba del arma
homicida.
Disculpas. "Nos
enteramos del crimen a raíz del llamado de un hijo de la víctima, a
quien su madre le acababa de comunicar que había hallado muerto a su
padre cuando volvió de su trabajo como empleada doméstica", relató
Basualdo. La víctima presentaba golpes y contusiones en el rostro,
además de múltiples heridas punzocortantes, por ejemplo, en tórax y
abdomen.
Además del arma, en la vivienda se
halló una agenda con una breve nota escrita en la primera página. Pero
si bien en la esquela el hijo mayor le pedía disculpas a su madre y
hermano por lo ocurrido, no había más detalles acerca de los motivos que
desencadenaron el crimen.
Violentos. No
obstante, según fuentes allegadas al caso las peleas entre Ulderico y
Marcelo eran muy frecuentes y tanto el acusado como su padre eran
conocidos como personas violentas.
El sospechoso había estado preso hace
seis meses en una comisaría de Villa Gobernador Gálvez, imputado de robo
y robo calificado. "Tenía 16 antecedentes por delitos de todo tipo",
reveló el titular de la subcomisaría 13ª.
Sin embargo, según agregó Basualdo, la
víctima también había protagonizado un episodio violento que la había
puesto tras las rejas siete meses atrás.
"En aquella ocasión mantuvo una
discusión con un vecino tras la cual se le secuestraron dos armas de
fuego", sostuvo el comisario respecto de Ulderico, quien trabajaba en
una metalúrgica de Arroyo Seco.
Ayer la policía buscaba a Marcelo, que
al cierre de esta edición permanecía prófugo. El último dato sobre su
paradero era el testimonio de su vecino que lo vio irse en silencio de
la vivienda donde seis horas después se descubriría el violento
parricidio.
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