jueves, 9 de febrero de 2012

COMERCIANTES MOLESTOS:El titular de la API recibió a dirigentes empresarios de Rosario

La Asociación Empresaria le expresó su oposición al incremento de la alícuota de ingresos brutos dispuesto para los contribuyentes que facturan más de 30 millones de pesos anuales. Beccari prometió un diferimiento de los vencimientos del tributo.
La Asociación Empresaria de Rosario (AER) le expresó al gobierno su malestar por el incremento de la alícuota del impuesto a los ingresos brutos dispuesto para los contribuyentes que facturan más de 30 millones de pesos anuales, debido al carácter "intempestivo e inconsulto" de la decisión, señalaron sus titulares Elías Soso y Ricardo Diab. Presentaron este planteo ayer, al ser recibidos por el director de la Administración Provincial de Impuestos (API), Sergio Beccari, quien les prometió a modo de consuelo un diferimiento de los vencimientos del tributo y el ajuste por inflación de los mínimos imponibles. Además, los invitó a integrar la mesa de estudio que el gobierno prepara para introducir cambios en el esquema impositivo y que empezaría por aumentar los avalúos fiscales o las alícuotas -o ambas, no está decidido aún- del Inmobiliario Rural. Ha sido el primer paso de la Casa Gris en una larga ronda de conversaciones que librará en los días venideros para intentar consensos en pos de su objetivo tributario.
"Fuimos sabiendo que era imposible lograr una reducción del aumento. El Ejecutivo tiene facultades para aumentar por decreto hasta el 20 por ciento y la usó plenamente; pero le planteamos nuestra sorpresa y desagrado por lo inconsulto y extemporáneo de la medida, sin decir agua va", se quejó Soso, quien acudió a la entrevista junto con Diab y con el supermercadista Roberto Di Santo. De las más de 50 entidades que agrupa la AER, algunas pocas representan a firmas que alcanzan el piso de facturación afectado por el incremento, tal el caso de los distribuidores mayoristas y comerciantes de artefactos del hogar.
La protesta empresaria refiere al incremento del gravamen que el gobierno dispuso por decreto y que ya rige este mes. La alícuota pasó de 3,5 a 3,8% para los que facturan entre 30 y 40 millones de pesos; y al 4,2 por ciento para quienes superan ese monto y tengan casas centrales fuera de la provincia.
En declaraciones previas a la prensa, Beccari defendió el aumento al exponer por los segmentos de facturación que afecta alcanzará "a menos de 70 contribuyentes" de los que pagan este impuesto en Santa Fe. "Representa el 0,70% de sus ventas, no es tanto impacto, y se trata de comenzar a armonizar, a eliminar distorsiones y mejorar la capacidad contributiva", dijo el funcionario.
Con esta suba, la API espera sumar 250 millones de pesos más a su recaudación. Durante 2011, Ingresos brutos aportó $ 5133 millones al fisco, el 71 por ciento de los 7238 millones que reportó la recaudación total de impuestos provinciales.
"Las empresas a las que les toca ya nos advierten que no podrán absorber este aumento y que tendrán que trasladarlo a los precios", advirtió Diab. El secretario de la AER destacó como positivo que "el gobierno, a través de Beccari, nos convoque a una mesa para tratar la reforma tributaria", valoró que el titular de la API haya accedido a otorgar una postergación de vencimientos para el segmento afectado, y reveló que pidieron elevar la base imponible en función de la presión inflacionaria.
"Es que hoy el 20 por ciento de aumento corre para las que facturan arriba de 30 millones, pero con la inflación que hay, el año que viene habrá empresas que hoy facturan cerca de los 30 millones que seguirán vendiendo lo mismo pero por precios habrán entrado en el segmento que sufre el aumento", explicó Soso. "Le pedimos que considere la inflación y, en principio, Beccari dijo que se tendrá en cuenta esa variable", tomó nota.
Otro de los puntos expuestos por la dirigencia empresaria fue pedir la apertura de una moratoria impositiva, a lo que Beccari alegó tener que consultarlo primero a sus superiores en la Secretaría de Hacienda.
En cuanto al convite para integrar una multisectorial sobre una hipotética reforma tributaria, Soso aceptó con énfasis. "Siempre quisimos hacerla, sin meternos en cuestiones de política partidaria que hay en el medio. Queremos una reforma si sirve para crear un marco de previsibilidad y de justicia distributiva. Equilibrar las cargas fiscales apunta a la distribución equitativa de la riqueza. Es inadmisible que siga habiendo bolsones de privilegio", exclamó.
El dirigente se sumó a las críticas sobre la exención que gozan algunos sectores de la industria, la cadena agroexportadora y -sobre todo- el financiero. "El sistema financiero ha inventado una nueva moneda con las tarjetas que otorgan descuentos y que no se aplican para el infeliz que va y paga al contado. De esa manera, se aseguran un mercado cautivo por el cual controlan el consumo y estimulan el crecimiento inflacionario porque esa financiación obliga al comerciante a remarcar", se indignó el titular de la AER.
"Ese sector en esta provincia zafa de pagar ingresos brutos y es un claro provocador de inflación. No puede ser que el dinero efectivo valga menos que la tarjeta de crédito. Se lo dijimos a Beccari, aunque es un tema que amerita una ley nacional", reclamó.

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