Aunque reducidos, los espejos de
agua se mantienen. Piden precaución a bañistas y navegantes. El río
volvió a descender ayer siete centímetros y los pronósticos indican que
seguirá en baja.
La bajante del Paraná, que ya causa dolores
de cabeza a los dueños de embarcaciones de gran porte, no complica aún a
los balnearios de la zona norte de la ciudad. "El espejo de agua
todavía es importante", sostuvo el titular de la empresa que administra
La Florida, Oscar Borra. No obstante, el nivel del río volvió ayer a
mostrarse en descenso, alcanzando 1,90 metro, siete centímetros menos
que el domingo pasado. Las perspectivas no son muy halagüeñas, sino que
se esperan registros más bajos.
Y si bien es cierto que hubo épocas peores, la merma
del nivel del Paraná empezó a hacer sentir sus consecuencias, sobre
todo, entre los amantes de la navegación. El presidente de la Cámara
Náutica Región Rosario, Jorge Pinilla, advirtió este fin de semana que
existen "al menos unas 200 embarcaciones que no puedan salir a navegar,
especialmente las de gran tamaño, porque están encalladas en el barro".
En los balnearios de la zona norte, en cambio, si
bien se redujo el espejo de agua apto para la recreación, todavía hay
lugar para pegarse un chapuzón en el río. En la zona de La Florida "se
mantienen unos 15 o 20 metros aptos para los bañistas", apuntó el
director de Costanera Rosario, firma que gerencia el balneario.
Además, una o dos veces por semana, un camión oruga
se encarga de dispersar metros y metros de arena sobre el barro dejado
por el retiro del río para hacer más confortables las playas.
La Rambla Catalunya también mantiene sectores
habilitados para ingresar al río. "Se achicaron un poco por la bajante,
pero hay espacios importantes", indicaron desde la concesionaria del
balneario público.
En retirada. De acuerdo a las
mediciones de Prefectura, a la altura del puerto de Rosario el nivel del
río volvió a descender ayer, llegando a 1,90 metro. Un altura
sensiblemente inferior a los 3,14 metros que representan la altura media
del Paraná para enero; pero todavía muy lejos de la bajante de mayo del
2009, cuando llegó a 1,02 metro; o la del 89, con apenas 75
centímetros.
Según el informe sobre los escenarios hidrológicos
del Instituto Nacional del Agua, durante el trimestre diciembre-febrero,
los grandes ríos de la Cuenca del Plata se mantendrían con caudales
inferiores a lo normal. Por el fenómeno meteorológico conocido como La
Niña y la falta de lluvias en la cuenca superior del Paraná, "se espera
que durante el trimestre el caudal en la entrada al tramo argentino del
río se mantenga muy acotado. En el tramo inferior del río y Delta los
niveles se observarían inferiores a los normales para la época",
sostiene el documento.
Un contexto que hace prever que, en los próximos diez
días, el nivel del río descienda todavía "entre 10 y 15 centímetros
más", según estimaron desde la delegación local de Prefectura.
Con precaución. Frente a la bajante,
el director de Defensa Civil, Raúl Rainone, pidió estimar las medidas
de precaución tanto a los bañistas como a los navegantes. "Hay que hacer
hincapié en el uso de espejos de agua autorizados, que son los que
están boyados y donde hay presencia de guardavidas. Además, tanto en La
Florida como en la rambla o en los clubes, hay que respetar los sectores
señalizados y acatar las indicaciones de los guardavidas, que son los
que más conocen los escenarios", sostuvo.
Según explicó, "los mayores riesgos están sobre las
costas", tanto por la cercanía del canal de navegación, donde la
profundidad del río cae en forma abrupta como por la presencia de ramas u
otros elementos que pueden emerger con la bajante.
"Los navegantes deben alejarse de las costas para
evitar inconvenientes y tomar recaudos antes de salir, porque dentro de
las islas hay lugares muy playos donde si se circula a gran velocidad se
puede encallar", sostuvo Rainone.
Por esto, pidió estar pendiente de las
recomendaciones de Prefectura, contar a bordo con todos los elementos de
seguridad y consultar el 106 antes de encarar el río. Cuestiones que
deberían atenderse en forma habitual, pero que por estos días podrían
marcar la diferencia entre un paseo y un naufragio.
Aguas bien saneadas
En las playas de la costanera norte el retiro del río
dejó expuestos los caños de desagüe pluvial que descargan en el Paraná.
Sin embargo, el director de la empresa que administra el balneario La
Florida, Oscar Borra, señaló que los conductos sólo aportan agua de
lluvia. “Con la habilitación del colector ribereño norte, las aguas
servidas originadas en conexiones clandestinas derivan a una estación de
rebombeo que las impulsa a la colectora cloacal de bulevar Rondeau”,
recordó el funcionario para llevar tranquilidad a los bañistas.
La eficacia del colector fue puesta a prueba en
septiembre del año pasado, con un estudio de la Universidad Nacional de
Rosario sobre la calidad del agua en la zona de balnearios que demostró
que la obra redujo un 35 por ciento la presencia de escherichia coli en
las aguas del Paraná a la altura de La Florida y la Rambla Catalunya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario