sábado, 14 de enero de 2012

Los argentinos que iban en el crucero están a salvo

Según confirmó el consulado argentino en Roma, los argentinos que viajaban en el crucero "Costa Concordia" son 17 - entre ellos cinco menores de edad-, y se encuentran localizados y a salvo en hoteles de la zona de Toscana.






 

El embajador argentino en Italia, Torcuato Di Tella, junto a miembros de la representación diplomática nacional, recorría esta noche (hora de Italia) los distintos hoteles donde se encuentran los argentinos que sobrevivieron al accidente del crucero, comunicaron desde la sede diplomática.

De acuerdo a información suministrada a la agencia de noticias Télam desde el Consulado "ya están contactadas todas las personas de nacionalidad argentina, las que serán asistidas para colaborar en sus traslados a los lugares que decidan".

El prefecto de la región italiana de Toscana donde naufragó la noche del viernes el barco "Costa Concordia", Giuseppe Linari, indicó que sobre la base de informaciones del armador  hay "tres muertos confirmados" y 14 heridos, además de casi 70 personas aún desaparecidas que podrían hallarse en la isla de Giglio.

Las víctimas fatales son dos hombres de nacionalidad francesa y un tripulante peruano. 

De los 4.234 pasajeros y miembros de la tripulación, incluidos 52 niños menores de seis años, "hallamos de momento 4.165, lo que hace una diferencia de unas 70 personas, pero realizamos búsquedas prácticamente puerta a puerta en la isla de Giglio", indicó Linari.

"Estábamos en el caos absoluto, ninguno de la tripulación sabía decirnos qué hacer, la nave comenzó a inclinarse y todos fuimos lanzados unos sobre otros, cayendo e hiriéndonos", refiere una familia italiana que se hallaba a bordo del crucero por el Mediterráneo.

La nave había salido del puerto de Civitavecchia (centro) con destino Savona (norte), con escalas en Palermo (Sicilia), Cagliari (Cerdeña), Palma de Mallorca (España), Barcelona (España), Marsella (Francia) y regreso a Savona.

Sin embargo, dos horas después de salir de Civitavecchia, hacia las 21.30 horas (20.30 GMT), cuando el buque estaba en las cercanías de la isla de Giglio y los pasajeros cenaban, oyeron las sirenas de varios pesqueros y silbidos de los marineros sin saber de qué se trataba.

"Ha sido una pesadilla, parecía el Titanic, pensábamos (que íbamos a) morir", afirmaron los italianos Silvana Caddeo, Ignazio Deidda y Mirella Corda a los medios locales, y precisaron que cuando cenaban se produjo el golpe, que propició la caída de botellas y vasos de las mesas.

Eran las 21,40 horas (20.40 GMT), según señalaron en su relato, e inmediatamente desde los altavoces de la nave les dijeron que se había producido un problema eléctrico y que no se preocuparan.

"Pero la gente gritaba y los niños lloraban, en medio de la total oscuridad", afirmaron, a la vez que aseguraron que inmediatamente se dieron cuenta de que la cosa era más grave, porque el barco comenzó a escorarse hacia un lado. En medio del pánico, muchas personas se arrojaron a las frías aguas del Tirreno.

Otros viajeros denunciaron que las tareas de socorro fueron muy lentas, que antes de abandonar el barco pasó una hora y media y que algunos miembros de la tripulación les contaron que el capitán de la nave sabía de la gravedad de la situación "y no hizo lo que debía".

Yuri Selvaggi, su esposa y sus hijos -una familia de la localidad sureña italiana de Anagni- aseguró que en el barco dominaba el pánico y cuando fueron sacados en la barca salvavidas, ésta llegó incluso a chocar con la nave y por fortuna no volcó.

Una vez en la isla de Giglio, cuyo alcalde puso a disposición de los viajero "todo lo que estuviera bajo techo", éstos fueron alojados en casas, centros deportivos y en la iglesia de la pequeña isla, que permaneció toda la noche abierta.

Sobre los eventuales retrasos en el salvamento, la capitanía del puerto de Grosseto anunció que se abrirá una investigación, "ya que es verdad -dijo el capitán de corbeta Emilio Del Santo-, que muchos viajeros lamentaron la lentitud y una tripulación inadecuada".

El barco naufragado es el buque crucero "Costa Concordia", la nave de pasajeros italiana más grande, perteneciente a la compañía "Costa Cruceros". La nave encalló por causas hasta ahora desconocidas y está escorado a 80 grados en una zona arenosa de una profundidad de 30 metros.


A cien años del Titanic
El accidente sufrido esta madrugada por un crucero con 4.234 personas en la isla italiana de Giglio trajo a la memoria el desastre del Titanic, que aún siendo el más conocido no ha sido más importante por el número de muertos.


En el accidente del "Titanic", un lujoso transatlántico británico que el 15 de abril de 1912 chocó contra un iceberg frente a la costa de Terranova, en el Atlántico Norte, murieron más de 1.500 personas.


Sin embargo, el siniestro más grave de la historia de la navegación comercial se produjo el 20 de diciembre de 1987 en las costas de la isla filipina de Leyte, cuando el choque entre el transbordador "Doña Paz" y un petrolero causó la muerte a más de 4.300 personas.


La mayor catástrofe naval sucedida en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial fue protagonizada por un transbordador, el "Estonia", que el 28 de septiembre de 1994 se hundió en el mar Báltico provocando la muerte de 852 personas.

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