jueves, 29 de diciembre de 2011

SANTA FE/¿Por qué siempre se "corta" la onda verde de las avenidas?

Por más que uno lo intente, es imposible transitar bulevar, Facundo Zuviría o Aristóbulo del Valle sin que algún semáforo se ponga en rojo. ¿Error de cálculo o estrategia predefinida?

 

Quien transita a diario por bulevar (Gálvez y Pellegrini) sabe que la onda verde siempre “se corta”. Lo mismo pasa en Facundo Zuviría y en Aristóbulo del Valle. Por más que se intente circular a una velocidad constante, es imposible recorrerlas de principio a fin sin que algún semáforo se ponga en rojo. Esto no es un error ni una falla de cálculo. Al contrario, responde a la diagramación de la semaforización de una avenida de doble mano. “La onda verde de bulevar no es completa, sino que son ondas parciales, por módulos. Necesariamente se tienen que producir cortes porque es una arteria con dos pasos: el de la mano contraria y el de la calle que cruza”, explicó José Bañez, director de la Central de Semaforización Municipal. Esta situación se repite en todas las avenidas de doble mano y se complica aún más cuando está permitido el giro.
“Se trata de hacer coincidir los verdes de las dos manos y también hay que tener en cuenta qué tiempo de luz verde se le deja a las transversales. En algunos casos se dan cruces de avenidas con otras calles que también son importantes, como Galicia y Salvador del Carril”, indicó Sergio Ludueña, subsecretario de Transporte Municipal.
Por el contrario, como Urquiza tiene un solo paso (el de las calles transversales), es mucho más ágil y es posible “enganchar” la onda verde desde Bulevar hasta J.J. Paso, sin interrupciones. Bañez reconoce que “funciona mejor” y, entre las razones, agrega que tiene un solo carril (que es más ancho) y la ausencia de transporte público, que entorpece el tránsito.
Diseñar la onda verde
¿Cómo se calcula el tiempo que dura una onda verde? “Para diagramar la onda verde se hace un estudio que tiene en cuenta la distancia y la velocidad de circulación que se le quiere dar a la avenida: 40, 50, 60 km/h”, detalló Verónica Bañez, que trabaja en la Central de Semaforización.
De esta manera se establece el tiempo que dura un ciclo, que implica que cada uno de los semáforos de una esquina -en el caso de bulevar son tres- se pongan en rojo-amarillo-verde-amarillo. “Bulevar tiene el mismo plan (la velocidad de circulación) y el mismo ciclo las 24 horas del día: es de 80 segundos”, indicó Bañez. Es decir, que transcurren 80 segundos desde que un semáforo de la mano este-oeste se pone en rojo, luego amarillo, verde y vuelve a ponerse amarillo, hasta que haga lo mismo el de la mano contraria (oeste-este) y, finalmente, el de la calle que cruza (transversal).
En Urquiza y Rivadavia -ambas de una sola mano- este ciclo también es de 80 segundos. En Facundo es de 90 y en Alem y 27 de Febrero, de 100 segundos.
La única avenida de la ciudad que tiene dos ciclos y dos velocidades de circulación es Aristóbulo del Valle. En los horarios pico, se baja la velocidad de circulación -anunciada por carteles luminosos-, para que el semáforo esté más tiempo en verde y puedan transitar más vehículos. “Cuando hay mayor afluencia de tránsito, el ciclo se extiende a 105 segundos. Eso permite que la luz verde sea más larga y haya más circulación. El resto del día el ciclo es de 96 segundos para que los tres semáforos que confluyen en una esquina se pongan, respectivamente, en rojo-amarillo-verde y nuevamente amarillo”, especificó Verónica.
Semáforos intermitentes
Facundo Zuviría, López y Planes y Castelli son algunas calles que desactivan sus semáforos -quedan intermitentes- durante la noche. La subsecretaría de Transporte Municipal está analizando extender esta medida a todas las arterias de la ciudad. “Uno instala un semáforo para ordenar el tránsito y para garantizar un cruce peatonal seguro. Como a la noche, baja considerablemente el tránsito, no es necesario que esté activo”, explicó Sergio Ludueña, subsecretario de Transporte. Sin embargo aclaró que habría excepciones, como bulevar, que es sumamente transitado las 24 horas.
Monitoreo permanente
Las ondas verdes de la ciudad son monitoreadas -las 24 horas- desde la Central de Semaforización, dependiente de la Dirección de Alumbrado Público y Electromecánica de la Municipalidad. Allí se concentra toda la información de las principales avenidas.
Frente a la pantalla -que tiene un gran plano de la ciudad y los círculos indican la ubicación de los semáforos- se encuentra Verónica Bañez, quien explica: “Mientras todos los puntos están en verde significa que están funcionando correctamente. Si alguno se pone amarillo puede ser un error de plan, es decir que hay un problema en la placa que puede saltar por la vibración, o que se quemó una lámpara. Entonces mandamos a la cuadrilla para que solucione el problema”. Si el tablero muestra un punto rojo se trata de un corte de energía o un problema de comunicación, es decir que el controlador no está enviando información a la Central, que entonces desconoce cómo está funcionando ese semáforo. “En ese caso también mandamos la cuadrilla a controlar: puede ser un fusible o un problema en el cable”, detalló Verónica.
El control es permanente y cuando un semáforo deja de funcionar, queda registrado a qué hora sucedió el desperfecto y cuánto tiempo se demoró en repararlo. Estos datos son clave, por ejemplo, en caso de que haya un accidente. “Desde la Central podemos saber si en el momento del accidente el semáforo estaba funcionando correctamente o si se había cortado por algún problema”, concluyó la joven.
Control. Los semáforos de las principales avenidas son monitoreados las 24 horas. Ante un desperfecto, los puntos
Para contabilizar los vehículos
La semaforización de Alem y 27 de febrero fue diseñada cuando el Puerto no tenía el movimiento que generan actualmente el shopping La Ribera y el Casino. Es necesario reactualizarla y para eso, la Municipalidad licitó -en septiembre pasado- un sistema de control y estadística para medir el flujo vehicular. Esta tecnología -que se está instalando- permitirá obtener tiempos de verde óptimos y conocer el nivel de congestionamiento en cualquier momento.
Además, el subsecretario de Transporte, Sergio Ludueña, adelantó que “se están analizando otros ingresos alternativos al puerto y con eso el semáforo va a funcionar de otra manera”.
verdes cambian a amarillo o rojo.

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