viernes, 30 de diciembre de 2011

Los 10 mejores yogures del supermercado

Novedades tropicales, clásicos que siguen firmes y descremados upgrade. Ante la superpoblación de yogures, acá va una selección de los mejores. Si los calores de éstas fechas, no te dejan desayunar un café con leche caliente, alguno de éstos yogures con una gran opción.

 

Bebés, mujeres a dieta, hombres hambrientos y preadolescentes famélicos: todos consumen yogur con igual voracidad. Es rico y sano, pero con sabores nuevos debutando todos los días el proceso de comprarlo puede ser un tanto confuso. Salimos a probar y elegimos los diez mejores.

El minimalista: Dahi batido con azúcar
Este yogur de envase de vidrio celeste es un canto a la simpleza. Sólo yogur y azúcar, así de fácil. Y sin embargo es uno de los mejores de la góndola. Con un excelente balance dulzura-acidez, es tan cremoso que las primeras cucharadas se sienten como un postre. Por su textura y porque no tiene esencias baratas es ideal para usar en postres, como reemplazo de la crema, o para agregarle a un licuado y transformarlo en un batido power. $5.50 los 200 gramos.

Con cereales: Ser con corn-flakes con miel.
La marca Ser solía presentar yogures aguachentos y metálicos pero, por un cambio de fórmula (que ya no los hace 0%), todo eso cambió. Este yogur tiene la densidad justa para no volverse un masacote cuando se mezcla con los cereales y los corn-flakes, que ahora son cubiertos de miel y quedan crocantes, no se deshacen en un puré incomible apenas tocan el yogur. Ideal para el ataque de hambre de las cinco de la tarde. A $4.19 los 165 gramos.

El infantil: Ilolay de dulce de leche
Es uno de esos productos que no se encuentran en todos lados, que aparecen y desaparecen misteriosamente. No sabemos a qué se debe, pero tampoco nos importa mucho: viene a confirmar esa teoría de que todo mejora con una buena cucharada de dulce de leche. Su punto fuerte es la textura, homogénea y para nada gelatinosa. Si sos valiente le podés agregar una cucharada de dulce de leche directo del pote. $2.90 el pote de 200 gramos.

El bebible: Sancor de frutillas, moras y frambuesas
El yogur bebible es el snack perfecto: se compra en cualquier kiosco, es sano, saca el hambre, la sed y es barato. De todas las opciones el mejor es este: es descremado sin sabor a edulcorante (porque tiene azúcar), con una fórmula que incluye pulpa de fruta real. A $3.60 la botellita de 190cc.

El light: Ser con frutillas, arándanos y granadas
La llegada de los arándanos es digna de festejarse. Es cierto que es un poco caro ($5 el pote de 180 gramos), pero vale la pena incluso si no estás a dieta. La calidad del yogur es muy promedio, pero el fondo (¿o debería decir colchón?) de fruta tiene una acidez muy rica y una textura algo distinta a la que nos tienen acostumbrados por el agregado de la granada. Recomendable.

Para romper la dieta: La Serenísima griego con frutas verdes
Cuando La Serenísima anunció el lanzamiento de su línea de yogures griegos, los foodies argentinos saltaron de felicidad, pensando en todas las recetas que iban a poder hacer e imaginando los yogures con miel que se iban a comer. Lo cierto es que estos yogures se parecen más a un queso crema batido con azúcar que a lo que usa Gordon Ramsay en sus curries, pero no nos importa: son deliciosos. El de frutas verdes (uva, manzana y kiwi) es el mejor, algo ácido y con dejos de pulpa de fruta que suma mucho. ¿La clave de su éxito? El agregado de crema. $7.50 el pack de dos.

Con fruta: Sancor con frutillas
Clásico y rico. El yogur es bien cremoso, dulce y poco ácido, de buena calidad. El puré de frutilla es rico, con buena textura y, lo más importante y difícil de encontrar, con sabor a frutillas en serio. Un básico para tener en la heladera siempre y comer a media mañana o hasta de postre. $3.59 los 180 gramos.

El artificial: Dahi de tiramisú
En los ingredientes no hay ni vainillas, ni café, ni mascarpone, ni cacao y, sin embargo, sabe inequívocamente a tiramisú. Que sea casi como comida de astronauta no le quita lo rico y adictivo. No se consigue en todos lados, así que cuando lo veas, stockeate con cuatro o cinco. $5.99 el pote de 200 gramos.

El clásico: Yogurísimo firme de vainilla
Mientras la industria del yogur se diversifica y agrega frutas, cereales y esencias, el yogur de vainilla sigue ahí, firme en la góndola como soldado, y no planea irse a ningún lado. El más rico es el firme de La Serenísima, que además es barato y rendidor: $1.80 los 200 gramos, casi la mitad que algunos de sus competidores. Perfecto para niños que llegan de la escuela hambrientos como pac-man.

El exótico: Activia de maracuyá, mango y papaya
Seguramente la publicidad con actrices que aseguran sentirse hinchadas y pesadas te mantenga alejado de la góndola de los yogures Activia, pero es un error: tienen muy buena textura y sabores ricos que las otras líneas no hacen. Los bebibles son muy buenos, pero el mejor es el de maracuyá, mango y papaya, una suerte de combo caribeño que combina muy bien con el yogur. Viene en pack de dos y se consigue a $5.19


 

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