sábado, 3 de septiembre de 2011

ROSARIO...“Chicas raras” encaran un emprendimiento sin moldes

Un grupo de 7 trans y gays se juntaron para darle forma a un taller de costura en el Centro Cultural La Toma, tras participar de una capacitación de costura brindado por la Municipalidad. Cómo hacer la diferencia en la inserción laboral de la población transexual.

“Chicas raras” encaran un emprendimiento sin moldes

Aguja e hilo en mano, un grupo de gays y trans cortaron a medida un emprendimiento textil que en breve tendrá su propio local en el Centro Cultural La Toma. Sin moldes a seguir, los 7 integrantes le pusieron su impronta y un nombre que dice mucho: “Chicas raras”. Este espacio que recién comienza a ver la luz es para ellos una alternativa, una vuelta de tuerca a la complicada situación de inserción laboral que debe atravesar esta población. La iniciativa fue impulsada por el Área de la Diversidad Sexual municipal desde donde se les brindó una capacitación en costura a modo de preparación. A partir de esta emprendimiento buscan construir un espacio laboral que les permita conservar sus propias identidades y formas de experimentar el mundo. También están decididos a dejar la calle atrás, una alternativa a la que muchos deben recurrir por falta de oportunidades. Según publicó el boletín digital de la Secretaría de Promoción Social, Angie, Juan, la Chula, Manson, Noelia, Valeria y Cristal, contaron cómo moldearon el proyecto que ya probó su alcance con la entrega perfecta y a tiempo de 200 manteles a pedido de la Subsecretaría de Economía Solidaria para los feriantes. -¿Cómo se originó el emprendimiento? Angie: Desde la Municipalidad se convocó en febrero a chicas trans para que tuvieran un oficio diferente, algo distinto a la calle. Se hicieron cursos de costura y maquillaje, totalmente gratuitos porque la Municipalidad se encarga de pagar por cada capacitador. De ese grupo, siete empezamos a hacer trabajos. Tuvimos que incorporar chicos gays para ser más y garantizar la mano de obra. La capacitación se sigue dictando así como también en peluquería y maquillaje. Para anotarse hay que ir al Área de la Diversidad Sexual. -A poco de constituirse el grupo recibieron un pedido importante. Angie: Sí. Al saber que ya habíamos terminado el curso se nos encargaron 200 manteles desde la Municipalidad para los puestos de feriantes de las plazas. La Municipalidad nos trajo las telas y pusimos la mano de obra. Las máquinas que usamos son de La Toma pero nos traen seis máquinas más para nosotras. -¿Cómo se imaginan el futuro del emprendimiento? Angie: Todavía nos estamos capacitando pero estamos probando con tela blanca, lo que sería mantelería, delantales y sábanas para hospitales y sanatorios. El dueño de un local de calle San Luis que vende productos textiles nos trajo una oferta. Él hace trabajos para hospitales, hoteles y catering. Hablamos, él pondría la tela y nosotras la mano de obra. También tenemos ideas de aumentar el grupo dentro del colectivo LGTB para hacer una cooperativa y pensar en más proyectos. -¿Cómo es la relación entre la diversidad sexual y la salida laboral? Angie: Les cuesta encontrar trabajo a muchas trans porque no tienen los estudios mínimos. La mayoría ha dejado la primaria o la secundaria porque se sentían diferentes e incómodas, sobre todo, cuando el profesor te llama con el nombre de varón. Chula: Para las trans es mucho más difícil. Yo hoy me catalogo como gay tirando al camino trans y tengo que trabajar en la calle. Sufrí la discriminación siendo gay al no poder ser yo, si decía una cosa u otra me miraban con mala cara. Tenía un trabajo efectivo y tuve que renunciar. -¿Qué beneficios encuentran en esta alternativa laboral? Chula: En lo personal quiero algo firme, legal, efectivo. Quiero mi propio trabajo. Ya sé que todo cuesta. Tarda todo. La plata de la calle es rápida pero casi todas lo sabemos: queremos dejar la calle y por eso apuntamos a esto. Angie: También nos sirve de contención. Todas tenemos vivencias parecidas entonces esto nos ayuda mucho como autoayuda. Juan: Para los chicos que se empiezan a dar cuenta de que tienen otra orientación sexual, venir acá les da contención. No es como juntarse con los chicos del barrio que te miran raro. Sabés que no sos único. Me anoté en este curso para saber un poco más y se dio que voy a trabajar de esto y estoy encantado. Tengo 26 años y tuve otros trabajos pero no pude salir del closet todavía. Uno se discrimina solo. Manson: A mí ya me da vergüenza que mi vieja me tenga que dar plata y ahora puedo tener mi propia plata y está bueno. Noelia: me gusta estar acá. -¿Cómo se llevan trabajando? Chula: Bien, nada más que un agujazo de una a la otra cada tanto...(bromea) Angie: La que no se animaba a coser, remallaba o planchaba, también se ponía a cortar tela o doblaba. Nos íbamos mandando tareas para estar todas ocupadas.

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