viernes, 28 de junio de 2013

SANTA FE: Sin lluvias en el sur de Brasil el Paraná no será un peligro

El director regional del Instituto Nacional del Agua, Carlos Paoli, manifestó que la magnitud de la crecida del río es difícil de dimensionar hasta tanto deje de precipitar en la cuenca del Iguazú.
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Sin lluvias en el sur de Brasil el Paraná no será un peligro
El director regional de Instituto Nacional de Agua (INA), Carlos Paoli, le quitó dramatismo a la crecida del río Paraná aunque aclaró que la situación puede revestir un mayor grado de preocupación si el régimen de precipitaciones sobre la cuenca del Iguazú siguen siendo abundante. Mientras tanto, el Estado santafesino –tanto en jurisdicción provincial como municipal– coordina tareas para maximizar las respuestas y minimizar los riesgos hídricos.

“En estos momentos nosotros desde el INA no podemos decir cuál es la fecha precisa en la cual se produciría un pico del río Paraná en la ciudad de Santa Fe. Eso depende de cómo será el comportamiento de las lluvias en el sur de Brasil durante el fin de semana”, dijo el ingeniero durante una conferencia de prensa que se realizó ayer en el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente.

“Los pronósticos meteorológicos están indicando una situación de precipitaciones importantes. En la medida que estas lluvias se produzcan o no se modificarían las estimaciones (de altura del río) que se están haciendo. En realidad, saber cuál va a ser la magnitud de la crecida en Santa Fe recién se puede conocer con bastante precisión luego que el pico pase por la ciudad de Corrientes, que es donde se reúne el Alto Paraná con el río Paraguay”, agregó Paoli.

“Los pronósticos, con la situación de lluvias que se produjo hasta el día 26 de junio –continuó–, están indicando un pico estimado en la ciudad de Corrientes para el 1 o 2 de julio en el orden de los 7,40 metros. En función de que no se produzcan nuevas lluvias, ese pico que se originó por un aporte importante del río Iguazú puede subir rápidamente pero también puede bajar rápidamente”.

Para graficarlo, dijo que “el Iguazó que llegó a aportar alrededor de 20 mil metros cúbicos de agua por segundo, hoy (por ayer) ya estaba aportando la mitad: 10 mil metros cúbicos de agua por segundo”. En ese marco, el director del INA resaltó: “Si no hay nuevas lluvias el pico puede bajar más rápidamente y esa crecida se puede aplanar. O sea, recién después de que se produzca ese pico podremos tener más precisiones respecto de los niveles esperados para Santa Fe. Si vuelve a llover tendremos que reprocesar toda esa información”.

De difícil anticipación
Cuarenta y ocho horas atrás un especialista responsable de los pronósticos hidrológicos del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, había dicho que “alrededor del 20 de julio alcanzaría la máxima en el Puerto de Santa Fe” y estimó que el Paraná “va a estar arriba de seis metros. Esto significa que superará la marca de evacuación (5,70 metros)”. Más mesurado, el ingeniero Paoli dijo: “Esa fue sólo una interpretación”.

“Yo creo, quizás, que la preocupación del técnico por tratar de advertir cuanto antes (sobre la crecida del río) lo llevó a dar una información que no está consolidada desde el punto de vista de la precisión del valor, precisamente porque depende de la magnitud de las lluvias. Entonces, creo que lo mejor es esperar hasta que se produzcan las precipitaciones este fin de semana para poder ajustar esa estimación que se hizo en su momento”, evaluó el director regional del INA.

También señaló que luego de que el pico del Paraná pase por la ciudad de Corrientes “hay un tiempo de desplazamiento hasta Santa Fe que tampoco es fijo”, con lo cual cree que sería un error hablar de una fecha exacta en la que el río tendrá su altura máxima en el puerto local. “De acuerdo a cómo sea la onda de crecida, muy empuntada o más aplanada, se desplaza a una velocidad diferente sobre el valle del río. Incluso depende del grado de humedad que tenga el valle, y hoy está con muy poca agua, entonces hay capacidad de almacenamiento”, manifestó Paoli.

—¿Pero no hay manera de determinar hoy con mayor precisión?
—No. Si se analizaba el escenario hidrológico que había a principios de mes para junio-julio-agosto no había previsiones de crecidas importantes. Pero si en ese escenario después se producen lluvias de tipo extraordinarias y concentradas en la cuenca del Iguazú, cercana adonde el río Paraná se junta con el Paraguay, se producen estas situaciones de crecida. Es muy difícil poder anticipar antes de que se produzcan las lluvias la magnitud de una crecida.

Un dato histórico sobre el río Paraná es que en 1992 el pico llegó a los 7,43 metros en la ciudad de Santa Fe , en julio de 1983 a 7,35 metros y en mayo de 1998 a 7,24 metros . Las primeras estimaciones hablaban de una altura máxima de seis metros para el 20 de julio próximo, con lo cual se activan las evacuaciones. “Hasta el día de hoy, con lo que hoy (por ayer) tenemos registrado, la crecida del río Paraná en Santa Fe estaría bastante por debajo de lo que fueron los años 83, 92, 98, donde se superaron los siete metros”, concluyó ante la prensa el ingeniero Carlos Paoli.

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