En el acto de ayer en Casa Rosada, la mandataria se mostró muy cercana al ministro de Economía, tras su polémica frase en la TV griega. En un momento, hizo una broma que despertó el aplauso de los presentes.
"Ven, no se quiere ir", dijo la jefa de Estado a los presentes en un acto en Casa de Gobierno, en el momento en que Lorenzino firmaba una resolución.
Sentado al lado de la primera mandataria, Lorenzino festejó el contundente respaldo presidencial y hasta se permitió agradecer con la mano en alto a los asistentes al acto los aplausos con que recibieron la broma presidencial.
La situación se generó durante el acto que la mandataria encabezó en la Casa de Gobierno para anunciar un Plan de Desendeudamiento y Créditos para Obras.
Previamente, y apenas se habría iniciado el acto, la Presidente dijo alguna broma al oído del ministro que reaccionó tapándose la boca para que no lo vieran reír.
Luego, esperó que Lorenzino pusiera su firma el primer acuerdo con las provincias para hacer un guiño cómplice hacia el público.
"Ven, no se quiere ir", señaló con una enorme sonrisa.
El respaldo a Lorenzino quedó puesto de manifiesto con la ubicación del ministro en un lugar de privilegio, al lado de la presidenta en un estrado compartido además por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el de Salud, Juan Manzur.
Días atrás se conoció un video, grabado a fines de 2012 para la televisión griega, donde Lorenzino, visiblemente incómodo y nervioso, evitó responder sobre la inflación en la Argentina y pidió: "Me quiero ir".
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