"Lo de Santa Fe no fue una catástrofe natural"

A diez años del desborde del río Salado, el ingeniero Marcelo Berrón sostuvo que el problema radicó en que "nunca se realizó el tercer anillo de una obra integral vial y de defensa contra las crecidas". "La ciudad se convirtió en un río paralelo: el agua entraba pero no tenía por donde salir", explicó.

 A diez años del desborde del río Salado, que inundó como nunca la capital provincial, el ingeniero Marcelo Berrón sostuvo que el problema radicó en que "nunca se realizó el tercer anillo de una obra integral vial y de defensa contra las crecidas". "La ciudad se convirtió en un río paralelo: el agua entraba pero no tenía por donde salir", explicó el ingeniero Marcelo Berrón.

Berrón sostuvo que si bien hubo intentos de desvirtuar lo acontecido el 29 de abril de 2003, "lo de Santa Fe no fue una catástrofe natural". "Eso se intentó hacer desde el gobierno municipal, provincial y nacional pero no fue así. Pero la realidad es que lo que pasó en el casco urbano de la ciudad no tuvo nada de natural", sentenció.

En este sentido, recordó que el agua empezó a entrar el 27 de abril de 2003 por calle Gorostiaga y la calle de ingreso a Las Flores donde no se había cerrado el anillo de defensa.

"En el 93 se licitó una obra integral vial y de defensa contra las crecidas. Se dividió en tres tramos: la primera se empezó a realizar e iba desde la autopista hasta la ruta 11 y el puente carretero. Cuando se llevaba ejecutado ese tramo uno le dan el tramo dos por adjudicación directa a la misma empresa pero nunca se continuó el anillo tres y quedó inconclusa", explicó el ingeniero y añadió que "haber dejado el anillo de defensa abierto fue un acto criminal".

"La ciudad se convirtió en una especie de río paralelo, el agua entraba pero no tenía por donde salir", concluyó.