Los incendios de seis vehículos que estaban estacionados en la vía pública mantienen en vilo a los habitantes de Pérez y desconcertadas a las autoridades policiales, ya que por el momento no hay pistas.
La Capital |
Los incendios de seis vehículos que estaban estacionados en la vía pública mantienen en vilo a los habitantes de Pérez y desconcertadas a las autoridades policiales, ya que por el momento no hay pistas. Los últimos cuatro hechos ocurrieron el miércoles 23 y jueves 24 de enero pero en diciembre hubo dos más a los que se suman atentados en un aserradero y un supermercado, y que podrían estar relacionadas con los mismos autores.
El 23 de enero los incendios ocurrieron en calle 25 de Mayo al 1300, al norte de la ciudad y los afectados fueron los dueños de una empresa de transporte y un empleado de ésta. El fuego se inició poco antes de las 2.30 de la madrugada y alcanzó a un camión y una camioneta Chevrolet Lux de la familia San Juan. La misma suerte corrió el Volkswagen Gol de un empleado. Los tres estaban estacionados en la misma cuadra y fueron apagados por los Bomberos Voluntarios de Pérez. Las unidades sufrieron daños parciales pero de consideración. El otro incendio se registró al día siguiente, en Morelli y Yapeyú, al sur de la ciudad, y el afectado es el remisero Maximiliano Ibarra, cuyo Renault Symbol quedó prácticamente destruido.
Intencionales. Sebastián Beas, subjefe del cuerpo activo de los bomberos explicó que en la mayoría de los incendios el fuego se inició con botellas de plástico cortadas que contenían combustible y una mecha y fueron prendidas como pequeñas antorchas. Las dejaron en las cubiertas, parrillas y paragolpes traseros de los vehículos. "Eso enciende en forma brusca y produce el incendio", dijo el bombero que consideró que los incendios parecen ser "aleatorios".
"Mi hijo sintió la explosión y llamó a los bomberos. El vecino de en frente alcanzó a ver que desde una moto dos personas tiraron un papel prendido fuego arriba de los vehículos a los que suponemos que le habían tirado previamente combustible", relató a LaCapital Silvia San Juan.
Según fuentes de la seccional 22ª, el único testigo pudo ver alejarse a dos personas en una moto de 110 centímetros cúbicos color negra. El hombre declaró que parecían tener entre 15 y 30 años.
"Como pasa en todos lados, no hay mucho patrullaje en la ciudad tanto de día como de noche. Incluso cuando llamamos a la policía, los agentes llegaron cuando los bomberos ya habían apagado el fuego. A eso se sumó que en la zona falta luz desde hace unos meses. Nos dicen que hay un cable subterráneo cortado y están viendo si le corresponde arreglarlo al municipio o la empresa que está haciendo las cloacas", comentó San Juan.
La mujer opinó que los ataques sufridos frente a su casa "no fueron por algo personal ya que hubo otros hechos similares en los mismos horarios y de la misma manera. Consideramos que es cosa de gente que está enferma", opinó.
Otros hechos. Los atentados comenzaron el 13 de diciembre pasado. Esa misma madrugada incendiaron dos autos: un Chevrolet Corsa en Belgrano al 1700 propiedad de Julián Iannicelli y una camioneta Ford F100 en Alem y Belgrano, de Nahuel Suárez. Gracias a la inmediata intervención de los bomberos, ambos rodados tuvieron daños parciales.
También hubo otros incendios que involucraron a un aserradero y un supermercado y que podrían tener relación con los de los vehículos, “ya que en ambos lugares se encontraron elementos acelerantes”, remarcó Beas.
Sin pistas. Los vecinos afectados hicieron las denuncias correspondientes, pero la policía no tiene ninguna pista. Desde la seccional 22ª dijeron que se hicieron actuaciones pero no hay testigos ni un patrón entre las víctimas, que aseguran no tener disputas con otras personas. En ese rumbo, consideraron que “se trataría de hechos de vandalismos aislados de sujetos que podrían tener problemas con drogas o alcohol”.
Sin pistas. Los vecinos afectados hicieron las denuncias correspondientes, pero la policía no tiene ninguna pista. Desde la seccional 22ª dijeron que se hicieron actuaciones pero no hay testigos ni un patrón entre las víctimas, que aseguran no tener disputas con otras personas. En ese rumbo, consideraron que “se trataría de hechos de vandalismos aislados de sujetos que podrían tener problemas con drogas o alcohol”.
En tanto, se están haciendo patrullajes con un móvil policial y un vehículo particular en búsqueda de motociclistas que reúnan las características denunciadas. Las pericias técnicas están a cargo de Bomberos Zapadores de Rosario bajo la actuación de los juzgados de turno en esas fechas, que coincidieron con la feria judicial.
Prevención y alerta. Los bomberos de Pérez iniciaron una cadena de alerta dirigida a los vecinos a través de la página web de la asociación, por Facebook y en medios de comunicación. “La gente está acostumbrada a dejar los autos afuera porque la localidad era tranquila, no teníamos estos problemas. Por eso pedimos que guarde los autos por lo menos por un tiempo hasta que se calme esto”, remarcó Beas.
En tal sentido, el cuartel permanece en estado de alerta y también informó de la situación a las autoridades policiales y a la Intendencia.
Por último, el bombero opinó que “se trata de dos perversos que se divierten de esa manera aprovechando la desprotección de la ciudad ya que es frecuente que los móviles policiales sean requeridos como refuerzo en Rosario”.
“La policía Federal se comunicó con nosotros porque estaban investigando si estos hechos tenían algún tipo de relación con otros similares ocurridos en Capital Federal, pero aparentemente no tendrían vinculación”, concluyó el subjefe del cuartel.
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