martes, 5 de febrero de 2013

Luego de 40 años Cañada de Gómez renovó al cura párroco


Con la presencia del arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, en una misa especial fue puesto en funciones Ernesto Fernández.
La Capital | 

Luego de 40 años Cañada de Gómez renovó al cura párroco
"Llego a Cañada de Gómez con el simple propósito de aprender y acompañar cada uno de los proyectos que tengan los propios cañadenses", dijo el sacerdote Ernesto Fernández, luego de hacerse cargo de la parroquia San Pedro. El reemplazo tuvo una alta significación en esta ciudad, debido a que durante 40 años estuvo a cargo de monseñor Renaldo Ferrero.
El sacerdote, que cumplió funciones en Funes y en Rosario, con una experiencia de más de 20 años, fue puesto en funciones en una misa especial realizada en la iglesia céntrica local en la que estuvo el arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan.
La misa fue seguida por decenas de feligreses que le dieron la bienvenida al nuevo párroco. "Todas las experiencias que he tenido han sido muy bonitas y espero continuar con esa misma línea en Cañada de Gómez, donde fui bien recibido por monseñor Renaldo Ferrero", contó minutos antes de asumir a este diario.
Fernández contó que las experiencias de transpolar proyectos e inquietudes de una ciudad a otra no le dio mucho resultado, de modo que el primer paso que dará será conocer a la gente, y a partir de allí acompañar en lo que sea necesario. "En cada lugar hay gente para amar", dijo el presbítero.
"Todo continúa, la historia aquí no empieza con Ernesto Fernández. Como dice el padre (Tomás) Santidrian el primer año no hay que fundar, ni fundir. Desarrollar lo que se está y acompañar lo iniciado. En lo personal quiero prestar atención a los enfermos y generar misiones, tanto internas como externas", dijo.
"Acabo de venir de Formosa con un grupo de Funes, cerca de 80 personas que hicimos un lindo trabajo en esa provincia donde hay tantas necesidades. La idea es crear grupos que trabajan en Cañada y si es posible en regiones de extrema necesidad", comentó.
Respecto de la función que cumplió Ferrero, con 40 años de trayectoria en Cañada de Gómez, dijo que esa labor "tiene un valor incalculable", y resaltó que todo lo que se hizo bajo su gestión "no se va a perder, sino todo lo contrario. La idea es continuar todo lo que se ha realizado. Tengo la suerte de que se queda conmigo para trabajar juntos".
"Hay que ir despacio, hasta el viaje más largo comienza con un paso, así que los iremos dando de a uno. A los cañadenses les digo que cuenten con mi paternidad sacerdotal. Yo le doy gracias a Dios por haberme regalado un corazón de padre, el que felizmente pude desarrollar a cada lado donde fui", dijo.

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