Durante dos meses deberá entregar el equivalente a mil pesos en mercaderías no perecederas al hogar que dirige el cura Santidrián. Se comprobó que había adulterado los medidores del negocio y el de su casa.
La Capital |
Una comerciante rosarina fue condenada por el robo de energía eléctrica.
La jueza correccional de la décima nominación Marcela Canavesio la condenó a seis meses de prisión de ejecución condicional y además le impuso reglas de conducta durante dos meses. En ese lapso deberá someterse al cuidado de un patronato y realizar tareas comunitarias consistentes en colaborar con el Hogar de Protección del Menor que dirige el sacerdote Santidrián. Cada mes tendrá que entregar mercadería no perecedera por un importe equivalente a los mil pesos.
El 20 de agosto del 2009 inspectores de la Empresa Provincial de la Energía establecieron que en el autoservicio de este mujer de 58 años ubicado en la zona oeste de Rosario había una conexión directa clandestina de electricidad. El negocio no tenía medidor de consumo de energía eléctrica y la conexión se utilizaba también para la vivienda particular que está en la planta alta.
En el fallo la jueza Canavesio destacó que "se trata de un ilícito que pone en riesgo el suministro de energía a toda la comunidad y que la sociedad en su conjunto debe soportar su costo a expensas de quien incurre en el mismo". Además, la EPE constató al menos una reconexión tras otro operativo realizado en mayo del año pasado.
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