miércoles, 29 de agosto de 2012

STA FE: Un secuestro virtual perjudicó a dos familias de Serodino


Los delincuentes se alzaron con unos 30 mil pesos entre depósitos y tarjetas telefónicas. Las víctimas son un veterinario y su mujer, extorsionados en simultáneo, y un hombre de 75 años.
/La Capital | 
No se exponen físicamente y delinquen a cientos de kilómetros de distancia. Tampoco disparan un tiro y se llevan cuantiosos montos de dinero. Los llamados "secuestros virtuales" constituyen en la actualidad una de las formas más sofisticadas de robar. En apenas dos hechos cometidos en esta localidad, los perpetradores se llevaron cerca de 30 mil pesos en giros y tarjetas telefónicas.
Los casos son idénticos a otros ocurridos en el sur de Santa Fe y en otras provincias. La acción arranca con una llamada, hablan de un supuesto accidente ocurrido a un familiar, y a partir del shock que eso causa al receptor de la llamada, se inicia el engaño con el argumento del secuestro.
El primero de los casos ocurridos en Serodino tuvo como víctima a un hombre de 75 años. Los delincuentes dijeron que su hijo había sufrido un accidente y que estaba en San Lorenzo. "Si lo quiere ver con vida debe pagar 20 mil pesos", le dijeron, pero el hombre no contaba con esa suma, por lo que hizo un ofrecimiento menor. Tras un tire y afloje, los supuestos secuestradores accedieron a la oferta de 4.500 pesos.
Obligado a mantener el llamado y bajo indicaciones, la víctima fue al correo y mandó un giro por sistema Western Unión a la capital de Córdoba.No conformes con ese dinero, los ladrones le pidieron que desde una telecabina hiciera una carga virtual de 200 pesos a un celular.
Mientras esto sucedía, otra hija de la víctima se comunicó con el supuesto secuestrado, quien dijo que se encontraba bien, realizando trámites en la comuna, ignorando por completo todo lo sucedido.
A la vez. El segundo hecho denunciado en Serodino tuvo como víctimas a un veterinario y su esposa, quien se encontraba de viaje desde hacía unos días en Tucumán. La extorsión en este caso fue doble: los llamaron al mismo tiempo y ambos intentaron comunicarse entre sí, pero no pudieron.
Personal policial de Serodino se dirigió a la veterinaria y entrevistó a las empleadas, quienes manifestaron que a las 11 el propietario recibió un llamado, luego le pidió el celular a una de ellas, tomó dinero en efectivo y se retiró en su automóvil.
Efectivos policiales volvieron a tomar contacto con el profesional a las 20.45 del mismo día, cuando dio cuenta que había recibido un llamado telefónico a su celular donde desconocidos manifestaron que su esposa había sido secuestrada en Tucumán, indicándole que se dirija a Rosario, que adquiera un nuevo celular y que en ese lugar se le darían directivas.
A través del teléfono recién comprado le indicaron al igual que el caso anterior que girara por Western Unión un total de 20 mil pesos a la provincia de Córdoba. Con el dinero en mano, los ladrones lo llamaron y riéndose, le informaron que también le habían pedido plata a su esposa por el "secuestro" de él y que ella sólo había pagado dos mil pesos en Tucumán.
Poco esclarecimiento. Llama la atención a las comunidades afectadas el poco esclarecimiento en este tipo de hechos. Los investigadores señalan que los delincuentes consiguen un paquete de celulares y chips desde donde llaman, y es imposible rastrearlos. Además están en constante movimiento para no ser detectados por la policía. Cuando la extorsión se comete desde la cárcel, la llamada se efectúa desde teléfonos públicos ubicados en los pabellones.
También coinciden en la manera en que se hace el apriete: exigen que el pago de dinero se realice de manera rápida a través de giros y de la compra de tarjetas telefónicas, e insisten a las víctimas que no digan nada a la policía a cambio de mantener con vida a quien dicen tener secuestrada.

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