sábado, 1 de septiembre de 2012

STA FE: Coperas de Recreo quieren trabajar

Reclaman un mejor trato de parte de la Policía y consideran injusta la clausura indefinida del local donde se descubrió que funcionaba un prostíbulo.

 




De la Redacción de El Litoral
sucesos@ellitoral.com


La dueña del bar Gitano de la ciudad de Recreo visitó esta semana la Redacción de El Litoral acompañada de cuatro mujeres que trabajaban para ella, reclamando la habilitación del comercio, clausurado por infracción a la Ley de Profilaxis en un operativo de la Unidad de Trata de Personas.

Silvia Escobar encabezó la entrevista, mientras que Flavia, Carina, Alejandra y Lorena, apoyaron la iniciativa, que pretende la habilitación municipal del local comercial ubicado a la vera de la Ruta N° 70, a pocos metros de su intersección con la Ruta N° 11.

El último de dos allanamientos realizados este año se llevó a cabo hace aproximadamente un mes, el primer fin de semana de agosto.

En esa oportunidad, la Unidad de Trata de Personas de la Policía allanó tres inmuebles de Santa Fe y Recreo utilizados para el ejercicio de la prostitución. Los procedimientos, que se realizaron con conocimiento del juez de Instrucción en turno y con presencia del Ministerio Público Fiscal, culminaron con la clausura de dichos locales.

Papeles en regla

En el caso de Recreo, “once mujeres fueron puestas en resguardo con la intención de preservar su salud”, indicaron desde el Ministerio de Seguridad.

Según el informe oficial si bien dentro del complejo funcionaban dos bares sin contar con la debida autorización por parte del municipio, se detectó la presencia de habitaciones encubiertas ubicadas en la parte lateral del comercio y cuyos accesos comunicaban a un patio, una casa y otras habitaciones acondicionadas para el ejercicio de la prostitución.

A propósito de dicho operativo, la encargada del bar Gitano Silvia Escobar, cuestionó el accionar de la Policía y se remontó al primer allanamiento, ocurrido el 26 de febrero, con motivo de la búsqueda de una mujer que está desaparecida desde el 2009.

“Se hizo un allanamiento buscando a Natalia Acosta que había desaparecido en el centro de Santa Fe”, explicó la mujer, que justificó su desempeño diciendo que en esa época “estaban todos los papeles en regla y tenía todos los impuestos pagos”. Según dijo, “la comuna me cobraba $ 1.200 por mes, que sumado a los otros impuestos se me iban casi $ 2.000”. “Pero ellos encontraron que por la Ley de Profilaxis tenían que clausurar el local”, se quejó.

Mejor trato

Escobar ensayó un dudoso argumento en cuanto a “las habitaciones” que estaban en el fondo diciendo que “era donde ellas (las coperas) se cambiaban, pero esa puerta se cerró”, agregó.

Sus cuatro acompañantes aprovecharon la oportunidad para dejar en claro cuáles son sus reclamos. “Cuando nos llevaron a declarar lo hicieron como animales, en una camioneta llevaron once mujeres abajo del agua porque llovía”. También cuestionaron que “nos sacaron los teléfonos y nos dejaron de a pie en Santa Fe” y “no teníamos una moneda para el colectivo”. “De qué contención psicológica hablan”, se preguntaron todas.

En cambio destacaron la actitud de “la Policía de Recreo” que “siempre fue para hacer sus controles, le tomaba el DNI a todas las chicas, se fijaban que no hubiera menores y se retiraba”, relataron.

Para la jefa de las coperas del bar Gitano de Recreo “está bien que se hagan los controles por si hay menores, pero jamás encontraron nada en mi local, que estaba habilitado desde el 2004 como bar-whiskería”, sostuvo.

Adentro y afuera

“A nosotros no nos encontraron ejerciendo la prostitución. El negocio es de coperas, que consiste en acompañar al hombre a tomar una copa y si le interesa le damos el número de teléfono. Si me quiero prostituir me voy afuera. Nosotros vamos y tomamos los números y tenemos todo el día para hacer otra cosa afuera”, sostuvo Carina, una de las trabajadoras del bar Gitano.

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