Forman parte de las 180 que fueron usurpadas el 3 de abril por la Corriente Clasista y Combativa. Ya son 18 las viviendas recuperadas.
Fuerte custodia. Desde ayer, se
dispuso en el barrio un dispositivo especial de seguridad, con una
marcada presencia policial. -
Un
conflicto familiar derivó en que este mediodía, personal de la
Municipalidad llegara al plan usurpado en Santa Rita II -emplazado sobre
Chaco a la altura del 5000- para cerrar con paredes de ladrillo y
cemento los ingresos y ventanas de al menos diez viviendas. Ello, en el
marco de un operativo conjunto entre la Policía de la provincia y el
Ministerio de Seguridad.
En el lugar, el subsecretario provincial de Seguridad Pública, Diego Poretti, informó que quienes residían en esas casas optaron por irse de manera voluntaria sin pedir nada a cambio. Para el funcionario, ello evidencia que “tenían un lugar donde habitar, que no estaban allí por la necesidad de un techo”.
Frente a rumores vinculados con la llegada al barrio de una patota que obligó a estas familias a abandonar sus casas -y en ese marco se produjo un tiroteo donde resultó herida de bala una delegada de la Corriente Clasista y Combativa, agrupación que instó a la toma de viviendas el pasado 3 de abril-, Diego Poretti aclaró que no fue así. Sí confirmó un problema familiar, donde una mujer resultó herida de arma de fuego en su pierna.
“Producido ese hecho, hubo un abandono voluntario por parte de varias familias. Entre diez a doce viviendas quedaron vacías y eso nos dio lugar a nosotros para iniciar, junto con la Municipalidad y ante la presencia de policías, un operativo para tapialarlas”, dijo. Y agregó: “Por otro lado, ayer se realizaron siete allanamientos en este lugar, pero por una cuestión que tiene que ver con una investigación policial vinculada a la tenencia de armas de fuego. Hubo 3 personas detenidas, una de ellas con tres pedidos de captura”.
Pedido
Las personas que usurparon el plan, por su parte, querían impedir que los empleados municipales cerraran los ingresos a las viviendas para que pudieran ser ocupadas por familias que habitan en las casas más precarias, es decir en las que no tienen techo ni ventanas.
Contaron a El Litoral que las familias que se fueron de manera voluntaria “eran del mismo apellido” y estaban “en conflicto entre sí”. “Acá hay tiroteos desde el lunes, pero siempre entre los integrantes de esa familia que anteriormente vivía en Guadalupe y tuvieron que irse por la fuerza. A nosotros nos beneficia que se hayan ido, porque vivían peleándose. Pero queremos que las casas que dejaron puedan ser ocupadas por la gente que vive más al fondo, en viviendas que no tienen techo”, refirió una mujer.
Consultado al respecto, el propio jefe de la Policía de la provincia de Santa Fe, Hugo Togniolli, indicó que eso sería imposible. “Hoy mismo se van a clausurar estas viviendas con ladrillos, no otras”, remarcó.
En el lugar, el subsecretario provincial de Seguridad Pública, Diego Poretti, informó que quienes residían en esas casas optaron por irse de manera voluntaria sin pedir nada a cambio. Para el funcionario, ello evidencia que “tenían un lugar donde habitar, que no estaban allí por la necesidad de un techo”.
Frente a rumores vinculados con la llegada al barrio de una patota que obligó a estas familias a abandonar sus casas -y en ese marco se produjo un tiroteo donde resultó herida de bala una delegada de la Corriente Clasista y Combativa, agrupación que instó a la toma de viviendas el pasado 3 de abril-, Diego Poretti aclaró que no fue así. Sí confirmó un problema familiar, donde una mujer resultó herida de arma de fuego en su pierna.
“Producido ese hecho, hubo un abandono voluntario por parte de varias familias. Entre diez a doce viviendas quedaron vacías y eso nos dio lugar a nosotros para iniciar, junto con la Municipalidad y ante la presencia de policías, un operativo para tapialarlas”, dijo. Y agregó: “Por otro lado, ayer se realizaron siete allanamientos en este lugar, pero por una cuestión que tiene que ver con una investigación policial vinculada a la tenencia de armas de fuego. Hubo 3 personas detenidas, una de ellas con tres pedidos de captura”.
Pedido
Las personas que usurparon el plan, por su parte, querían impedir que los empleados municipales cerraran los ingresos a las viviendas para que pudieran ser ocupadas por familias que habitan en las casas más precarias, es decir en las que no tienen techo ni ventanas.
Contaron a El Litoral que las familias que se fueron de manera voluntaria “eran del mismo apellido” y estaban “en conflicto entre sí”. “Acá hay tiroteos desde el lunes, pero siempre entre los integrantes de esa familia que anteriormente vivía en Guadalupe y tuvieron que irse por la fuerza. A nosotros nos beneficia que se hayan ido, porque vivían peleándose. Pero queremos que las casas que dejaron puedan ser ocupadas por la gente que vive más al fondo, en viviendas que no tienen techo”, refirió una mujer.
Consultado al respecto, el propio jefe de la Policía de la provincia de Santa Fe, Hugo Togniolli, indicó que eso sería imposible. “Hoy mismo se van a clausurar estas viviendas con ladrillos, no otras”, remarcó.
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