sábado, 11 de agosto de 2012

STA FE: Recomendaciones para proteger a los niños durante los viajes en automóvil

Un informe elaborado por la Agencia Provincial de Seguridad Vial indica que “el festejo del Día del Niño es una oportunidad propicia para reflexionar acerca de por qué se sobreprotege tanto a los más pequeños de ciertos peligros cotidianos, al tiempo que se niegan otros riesgos como los viales. Además de los juegos y regalos se debe ofrecer también seguridad en el tránsito”.

“UNICEF asegura que el tránsito causa un 41 por ciento de las muertes infantiles en los países industrializados. En una colisión severa, el escaso peso de un niño y su estructura corporal facilita que salga despedido de su asiento, se golpeen contra las zonas rígidas del coche y llegue, incluso a romper los cristales e impactar contra el asfalto”, señalan.

Los datos son preocupantes y representan una arista sumamente dolorosa dentro de la problemática vial. El Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre afirma en un estudio que en Latinoamérica fallecen al año cerca de 6.500 niños menores de 14 años en accidentes de tránsito.

“A menudo los adultos no identifican algunas situaciones como peligrosas y adoptan conductas que exponen a los niños a graves riesgos: llevarlos en moto junto a otros varios pasajeros, en auto en el asiento delantero sobre la falda de un familiar, en el asiento trasero acostado y durmiendo”, expresa el comunicado.

En el caso de los bebés, el principal peligro es el de resultar aplastados o salir despedidos cuando viajan en los brazos de alguien, una situación muy habitual en la que el riesgo de muerte es aún mayor que si van sin sujeción.

Además, la Agencia ilustra que “llevar a un niño en brazos de un mayor en la convicción de que así estará a salvo de golpes o desplazamientos es una conducta tan arraigada como incorrecta. En una colisión a 50 kilómetros por hora contra un obstáculo, la desaceleración convierte a un niño de 10 kilos en una masa de media tonelada, que resulta inmanejable para quien lo lleva”.

RIESGOS Y LESIONES

“A menudo los adultos se muestran muy preocupados por el bienestar de sus hijos y consideran imprescindible protegerlos de ciertas situaciones riesgosas. Sin embargo, casi como una constante que delata un rasgo cultural, están ausentes de la rutina familiar otro tipo de cuidados que los protegerían de escenarios igualmente riesgosos, como todas aquellas actitudes vinculadas con la movilidad y el uso de la vía pública”, dicen.

La realidad y las estadísticas muestran que en caso de viajar en la parte posterior del vehículo sin sistema de retención infantil (SRI), las lesiones que se provocan son traumatismos craneales, faciales y torácicos y lesión medular. Cuando el niño viaja acostado en los asientos traseros, al producirse el accidente, éste es lanzado hacia el respaldo de los asientos delanteros y sus lesiones más probables se localizarán en la cabeza o extremidades.

Si viaja en el asiento trasero central, las consecuencias pueden ser más graves, ya que, producido el impacto, por lo general el cuerpo se “cuela” entre los asientos delanteros y golpea contra el parabrisas del coche.

Recordemos que la probabilidad de que un niño muera en un accidente de tránsito se multiplica casi por cinco, y la de sufrir lesiones graves es casi tres veces superior, cuando el niño viaja sin sistema de retención.

Por otra parte, el asiento delantero del pasajero es el lugar más peligroso del automóvil, más para los niños pequeños, cuando el vehículo está provisto de un air-bag para el asiento del acompañante, ya que de producirse un impacto, éste sale a una velocidad de 340 kilómetros por hora, golpeando fuertemente al niño o incluso rompiendo el respaldo de la silla de seguridad, provocando lesiones cerebrales irreversibles.

CÓMO DEBEN VIAJAR

Según lo establece la Ley Nacional de Tránsito 24.449, los menores de 10 años deben viajar sujetos al asiento trasero con el correaje correspondiente, y los menores de 4 años tienen que hacerlo con los dispositivos de retención infantil correspondientes.

Para los bebés de 0 a 9 meses (menos de 9 kilos). Estas sillitas deben colocarse mirando hacia atrás. Para los chiquitos de 9 meses a 3-4 años (de 9 a 18 kilos). El asiento se coloca mirando hacia delante y debe cambiarse a medida que el niño crece.

Para los de 3-4 a 6-7 años (más de 15 kilos), deben viajar en sus butacas y los mayorcitos pueden usar el cinturón del auto, pero deben sentarse sobre un almohadón, para que la cinta del cinturón les quede en la cadera y no en la parte alta del abdomen y la banda superior le pase por la mitad de la clavícula.

Se debe tener en cuenta que nunca se debe llevar al niños en el regazo y mucho menos compartiendo el cinturón de seguridad, y que es sumamente peligroso llevar al menor en un SRI en asientos delanteros y más aún sin haber desconectado el airbag.

De este modo, utilizar correctamente los SRI contribuye a fortalecer la seguridad vial y que el viaje en familia sea una experiencia placentera y segura. Para esto es fundamental un ejercicio conjunto de concientización entre el Estado y los adultos responsables de los más pequeños.

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