viernes, 24 de agosto de 2012

ROSARIO: El homicidio del adolescente Walter Cáceres sin culpables


La Cámara de Apelaciones, en disidencia, ratificó la absolución de los cuatro acusados del asesinato del hincha de Ñuls, aunque dos de ellos están presos por otros delitos. "La investigación policial fue ineficaz", señalaron los magistrados.


El homicidio del adolescente Walter Cáceres sin culpables
Quedó firme la absolución de los cuatro acusados por el homicidio del adolescente Walter Cáceres, que regresaba a Rosario en el colectivo con hinchas de Ñuls, cuando en la autopista a Buenos Aires el ómnibus fue atacado a balazos. A más de dos años del hecho perpetrado la madrugada del 4 de febrero de 2010, la muerte del chico de 14 años no tiene condena. La resolución del juzgado de Sentencia, de diciembre pasado, fue confirmada ayer por la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, cuyos jueces coincidieron en que "la investigación policial fue tardía, lenta, ineficaz y de casi nulos resultados. No estuvo a la altura de semejante hecho delictivo" por la "pobre prevención y débil tarea investigativa", lo que fue en contra de la recolección de pruebas. La decisión fue por mayoría, con dos votos. El vocal Otto Crippa García disintió parcialmente, en relación al valor sobre los dichos de la testigo protegida --ex pareja de uno de los acusados--. Para el magistrado fueron "relevantes y de plena veracidad", por lo que había pedido que se revocara la absolución de Carlos "Chino" Fleitas.
La emboscada se produjo cuando el vehículo, que volvía de un partido en Buenos Aires en el que Ñuls se enfrentó con Huracán, se detuvo por un desperfecto mecánico sobre en autopista a Buenos Aires a la altura de barrio Las Flores. Allí comenzaron los balazos mientras los hinchas pasaban de un colectivo a otro, a pocos minutos de arribar al destino. Las balas mataron a Walter e hirieron a otros barrabravas.
El móvil del hecho no puedo determinarse ante la falta de testigos presenciales y de pruebas. Una de las hipótesis fue que se trató de un ataque contra el actual líder de la barrabrava de Ñuls, Diego "El Panadero" Ochoa, que viajaba en el ómnibus, pero él mismo se encargó de negarlo en el juicio oral y público de diciembre pasado.
El fallo de los jueces Alfredo Ivaldi Artacho, Carina Lurati y Otto Crippa García benefició a Fleitas --que cumple una condena de cuatro años por otra causa, amenazas coactivas a su ex pareja, testigo de esta causa--, Claudio "Pájaro" Cantero, César Marchetti --detenido desde el 1º de agosto por un homicidio del 20 de mayo pasado, en el barrio 17 de Agosto-- y Mariano Salomón.
Los tres primeros llegaron a juicio el año pasado acusados de haber efectuado los disparos contra el colectivo, desde la vera de la autopista en una madrugada de copiosa lluvia en la ciudad, que dieron muerte a Cáceres; mientras que Salomón estuvo sospechado de haber seguido al colectivo para guiar a los atacantes.
Según expresa la resolución, "la duda avala la absolución". La vocal Lurati planteó que "el riesgo de la pretensión (de la fiscalía, que apeló la absolución de primera instancia) es el quiebre de las garantías". Crippa García planteó que ante la falta de pruebas concretas, el juicio "solo ha tomado empuje o fuerza con la declaración de la testigo protegida", que temerosa declaró frente a los acusados.
El vocal hizo especial hincapié en la declaración que la joven hizo durante las jornadas de juicio oral. "Creo que la testigo --que acusó a su ex marido de haber recibido una llamada para organizar el ataque-- víctima de las amenazas de Fleitas, del riesgo para su familia e hijo, y de la situación personal y coyuntural de testigo protegida y aislada, estaba en franca condición de vulnerabilidad como víctima de Fleitas. Poco hubiera costado realizar el testimonio tras un biombo, o en una sala contigua, con la presencia de los letrados de la defensa como garantía, como acaece en los distintos regímenes procesales", criticó sobre el accionar del Tribunal que presidió el juicio oral de diciembre. La testigo, recordó Crippa García, "narra lo que presenció y oyó, y narra lo que además le contó o confesó Fleitas. Ha dicho cuando salió Fleitas de la morada, con armas y cuando volvió mojado ?por la lluvia--, que volvió poco tiempo después de que ocurrieron los hechos, y que previamente había acordado con una persona que llamó, participar por dinero, en matar al "Panadero"; que para ello Fleitas habló con otras personas que le acompañarían; que pasadas las 10 de la noche, se cambió y salió, quedando en encontrarse con aquella a las 12 de la noche, volviendo recién a las 5.30 de la madrugada, pidiéndole que prendiera la tele, porque \'habían agarrado a los chicos de Ñuls\'. Dijo que Fleitas le contó que todo había salido bien, que el colectivo se paró y que le habían roto las ventanillas a tiros".
Además, apuntó a los "mensajes de Fleitas a su hermana con posterioridad al hecho, verificados en el celular que éste utilizaba, diciendo que estaba `cocinado\' y que `tenía que irse de Rosario\'".
Antes de la lectura del decisorio, los jueces validaron la constitucional de la apelación por parte de la fiscalía, que los abogados defensores habían reclamado como inconstitucional.

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