domingo, 19 de agosto de 2012

NAC. La oposición empieza a definir candidatos de cara a las legislativas

Las principales fuerzas no kirchneristas delinean la estrategia para evitar un mayor dominio oficialista en el Congreso, con el 2015 en el horizonte. Binner, Cobos, Barletta, Rodríguez Saá, Michetti y De Narváez van por una banca.

Es casi una verdad de Perogrullo que las denominadas elecciones de medio término suelen ser clave en el mapa político de la Argentina. Lo fueron en 1987 y en 2001, donde marcaron el principio del fin de los gobiernos de turno.
También amenazaron con serlo en 2009, cuando el kirchnerismo recibió la única derrota electoral desde que llegó al Gobierno, pero la historia posterior (reelección de Cristina Kirchner incluida) lo convirtió en una simple anécdota.
Sin embargo, la coyuntura política actual no deja dudas: la oposición deberá buscar en octubre de 2013 un plafón de votos suficientes que, por un lado, equilibre la relación de fuerzas en el Congreso, y por otro, le ofrezca un buen trampolín de cara a las presidenciales de 2015. Todo, en medio de rumores sobre un posible intento del oficialismo para reformar la Constitución y habilitar así un nuevo mandato para Cristina Kirchner.
Por eso, las principales fuerzas opositoras ya comenzaron a definir nombres propios que pelearán por una banca legislativa el año próximo.

Binner y Cobos, del Congreso al 2015

Uno de los primeros en anunciar su candidatura fue Hermes Binner. Sabedor de que es el momento para fortalecer al Frente Amplio Progresista, después del segundo lugar en las elecciones del año pasado, el ex gobernador de Santa Fe será el primer candidato a diputado por su provincia. Y ya en el Parlamento, buscará dar un impulso tal a su imagen que decante en una natural candidatura para 2015.
Otro de los nombres de peso en la carrera electoral de los próximos meses será el de Julio Cobos. El ex Vicepresidente lanzó oficialmente su candidatura a diputado por Mendoza días atrás, y se encamina a ser la principal figura de la Unión Cívica Radical.
El mendocino apunta a captar alguna reminiscencia del apoyo que recibió tras su voto no positivo de 2008, en pleno conflicto con las asociaciones ruralistas. Y con un discurso netamente opositor, buscará encolumnar detrás de si a todo el radicalismo para que lo deposite en la carrera presidencial. Además, no descarta un acercamiento con el FAP.
Pero en la UCR hay otros nombres propios que también le apuntan al Congreso. El titular del Comité Nacional, Mario Barletta, será candidato a diputado por Santa Fe, y Ricardo Alfonsín, a quien se le vence su mandato en la Cámara baja, buscará revalidar su banca. Además, Ricardo Gil Lavedra y Rodolfo Terragno, entre otros, también se anotan en la carrera.

En el PRO, el nombre es Michetti
Situación particular es la que vive el PRO. Ya lanzado como candidato presidencial para 2015, Mauricio Macri sabe que en las próximas legislativas jugará buena parte de sus chances. Y por eso, necesita un mayor peso político en el Congreso.
Con Miguel del Sel definido como candidato en Santa Fe, el nombre de Gabriela Michetti es el que le quita el sueño al jefe de Gobierno porteño. Por todos los medios, Macri ha intentado convencerla para que sea candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, y traccione así votos en el principal distrito electoral del país.
La ecuación es sencilla: la imagen positiva de Michetti es alta en territorio bonaerense, donde el macrismo no tiene otra figura de peso. Y una buena elección de la ex vicejefe de Gobierno porteño le puede dar al PRO una imagen nacional que todavía no tiene.
Por ahora, Michetti no ha respondido afirmativamente, ya que no quiere renunciar a competir políticamente en la ciudad de Buenos Aires. Pero en el macrismo confían en que la lealtad a Mauricio Macri terminará definiendo la voluntad de la oriunda de Laprida.
Otros nombres que maneja el PRO para los próximos comicios son los del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el de Federico Pinedo y el del radical Oscar Aguad. Al cordobés se le vence su segundo mandato como Diputado, y por norma partidaria, no puede postularse a un tercer mandato por el radicalismo. Su muy buena relación con Macri, y la posición crítica con su partido, lo podría convertir en la cara visible del PRO en Córdoba.

Peronismo más allá del kirchnerismo
Más compleja aún es la situación en el peronismo no kirchnerista. Lejos de las luces de antaño, donde el denominado Peronismo Federal amagó con convertirse en una alternativa política concreta, hoy sus dirigentes buscan reacomodarse dentro del complicado mapa político actual.
Uno de los que por peso y capacidad propia será candidato es Francisco de Narváez. Diputado desde 2003, no quiere renunciar a su sueño de ser gobernador bonaerense. Y para eso, sabe que renovar su banca en la Cámara baja será clave en su carrera hacia 2015.
Otro que será candidato es Alberto Rodríguez Saá. La particularidad es que el ex candidato presidencial ya no competirá por San Luis, su terruño de origen, sino que tiene previsto buscar un lugar en el Congreso en representación de la ciudad de Buenos Aires.
Para ganar tiempo, ya mudó su domicilio legal a la Capital Federal, y planea desde el año pasado un armado político que incluye a duhaldistas, menemistas y hasta algún radical díscolo.
Quien ya trabaja para llegar al Congreso es Alberto Fernández. Después de un frustrado intento de regreso al kirchnerismo, el ex jefe de Gabinete profundizó su discurso opositor, y está decidido a discutir políticamente desde el Congreso.
Por ahora, las encuestas no le favorecen demasiado. Pero falta mucho y trabaja para aglutinar dirigentes que transmitan cierto aire de progresismo que le permita seducir a parte del electorado kirchnerista de la Capital.
Así las cosas, y con la incógnita de la nueva Coalición Cívica (ya sin Elisa Carrió), la oposición define contrarreloj su estrategia electoral. Estará en juego la mitad de las bancas de la Cámara de diputado, y un tercio de la de Senadores.
Pero la relevancia política sin dudas será mayor. Un mayor o menor dominio del oficialismo en el Congreso marcará a fuego el cercano horizonte de 2015, donde la oposición toda apuesta a ponerle punto final a la "era kirchnerista".

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