viernes, 24 de agosto de 2012

Copa Sudamericana: Colón le ganó a Racing 3 a 1


Los goles del sabalero fueron convertidos por Mugni, Curuchet y Graciani. Había empatado transitoriamente para la Academia, Hauche.


Copa Sudamericana: Colón le ganó a Racing 3 a 1
Quién dijo que la juventud está perdida. Anoche, de la mano de los pibes, Colón venció a Racing 3 a 1 en la ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana, hizo valer la localía y quedó muy bien parado para la revancha, que se jugará el próximo jueves en el estadio Juan Domingo Perón. Al minuto del complemento, Lucas Mugni rompió el cero. Pero a los 4’, Gabriel Hauche estableció la paridad. Sobre los 13’, Facundo Curuchet aventajó al dueño de casa y Gabriel Graciani (ST 43’) amplió la ventaja para el Negro.


Con los mismos once que el fin de semana remontaron un 0-2 ante Belgrano para mantener la cima del Torneo Inicial, el Sabalero salió a jugar la primera mitad de la llave ante la Academia, que optó por cambiar algunos puestos. Hasta que lograron acomodarse en cancha, el trámite se dividió, sobretodo en mitad del campo de juego.


Pasado el tiempo necesario para ver qué había al frente, fue el conjunto de Roberto Sensini el que dominó el juego. Con un buen trabajo defensivo para contener los posibles intentos de Racing en ofensiva, el dueño de casa sustentó su funcionamiento con Prediger en el medio y la velocidad de Curuchet. Además, Colón supo cuando tenía que abrir el juego y, de esta manera, fue el que generó las chances más claras.


La primera situación neta de gol llegó a los 11’. Moreno y Fabianesi metió un preciso centro para la entrada de Gigliotti, que ganó de cabeza. Cuando todos se preparaban para gritar la apertura del marcador, De Olivera salvó lo que era un gol seguro con una estupenda aparición.


Siempre por derecha, esta vez llegó al fondo Caire para meter la pelota al área. Fue ahí donde falló en el despeje Ortíz y donde la pelota le quedó demasiado atrás a Mugni, que terminó rematando debil.
Los de Avellaneda dependían exclusivamente de lo que podía aportar el habil Centurión, primero por derecha y luego por el sector izquierdo cuando cambió de carril. Ese movimiento incidió en Colón, porque Mugni también se movió de lado, con la rotación del Torero.


Fue el pibe surguido de las inferiores que, a los 30’, probó desde afuera. Sin embargo, el ex Colón tapó por dos, porque en el rebote le ahogó el grito de gol a Gigliotti. En menos de 60 segundos, el uno visitante apareció otra vez. En esta oportunidad, para mandar al tiro de esquina un disparo del Perro Prediger, que se quedó con la pica e intentó con otro tiro a los 38’. Como en las situaciones anteriores, volvió a ganar el uno de la Academia.


Lo que no hizo Colón en la primera mitad, lo hizo en la segunda. Tanto en el aspecto positivo como en el negativo. Porque al minuto de juego, Gigliotti habilitó a Mugni, que le ganó en el mano a mano a Pillud, encaró a De Olivera y, con un toque suave, puso el 1-0. Después de tanto intentar, el arco se le abría a los dueños de casa.


Sin embargo, las desatenciones defensivas que el Sabalero no tuvo en los 45’ iniciales, llegaron en el complemento. En una jugada algo confusa, nadie pudo completar el despeje y Camoranesi dejó cara a cara a Hauche, habilitado por Urribarri. El Demonio encaró a Pozo, lo esperó y cuando el uno se jugó, puso la igualdad, apenas tres minutos después del gol sabalero.


La virtud del Sabalero, al igual que en el choque ante el Pirata, fue no caerse ni desesperarse por el golpe recibido. Y así pudo conseguir la merecida ventaja en poco tiempo. A los 13’, Mugni encaró por derecha, limpió a dos hombres de Racing y se la dio a Gigliotti. El delantero lo vio entrar a Curuchet por izquierda, quien definió de primera para poner el balón contra el segundo palo.


Con el partido controlado, el Sabalero no sufrió sobresaltos y pudo darse el lujo de meter el tercero. En una contra, Ricardo Gómez habilitó a Graciani, que definió exquisitamente por sobre De Olivera para dare mayor ventaja al Sabalero pensando en lo que será la vuelta en Avellaneda. Con un juego sólido, generación de chances y la tranquilidad necesaria para esperar el gol, Colón mostró muy buenas credenciales y, de la mano de los pibes canteraros, hace ilusionar a su pueblo.  

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