domingo, 15 de julio de 2012

NAC. La CGT: una historia marcada por personalismos, fracturas y luchas de poder

Pese a que estaba dividida desde hace tiempo, la reelección de Moyano oficializó una nueva ruptura en la central sindical. Casi desde sus orígenes, la relación con los gobiernos de turno generaron fuertes conflictos internos.

Surgió en plena década infame como un proceso de unificación del movimiento obrero. Pero, paradójicamente, la historia de la Confederación General del Trabajo (CGT) está marcada por grandes conflictos internos y profundas divisiones.
Relaciones con los poderes de turno y los fuertes personalismo y ambiciones políticas de sus dirigentes fueron las principales causas que, una y otra vez, llevaron a la central sindical a vivir en casi una eterna división, que melló la capacidad de negociación y representatividad de los trabajadores.
En 1930, la Unión Sindical Argentina, integrada por disidentes de la anarquista Federación Obrera de la Republica Argentina (FORA), y la Confederación Obrera Argentina (COA), conformada principalmente por socialistas, deciden dar vida a la Confederación General del Trabajo, en un intento por terminar con la fuerte fragmentación del movimiento obrero, en momentos en que la crisis mundial dejaba millones de desocupados en todo el mundo.
A poco andar, en 1935, la CGT sufrió su primera fractura: por un lado, los socialistas que estarán dentro de la CGT-Independencia; por el otro, la CGT-Catamarca, impulsada por los anarquistas, que poco después se retirarían definitivamente para refundar la Unión Sindical Argentina (USA).
En 1942 vuelven las divisiones en la central sindical: en la CGT-1, ferroviarios y socialistas; en la CGT, los gremios comunistas que ganaban terreno por aquellos años.

Perón y la alianza con los trabajadores

El año 1943 transformará definitivamente la vida sindical en la Agentina. Tanto las dos CGT como la USA encontraron gran afinidad con el por entonces secretario de Trabajo del gobierno de facto. Afinidad que desembocará en la unificación de la CGT, que sería el principal apoyo de Perón en el 17 de octubre de 1945, fecha fundacional del peronismo.


Columna vertebral del nuevo movimiento, la CGT desterrará casi definitivamente la tradición socialista, comunista y anarquista de los sindicatos argentinos. La ley de sindicato único favorecerá la homogeneización de la CGT por esos años, y el apoyo de los gobiernos peronistas hasta el golpe de 1955.

La CGT y los golpes militares

La salida del gobierno de Juan Domingo Perón en 1955 significan un duro golpe para el movimiento obrero, que se repliega y pasa a la resistencia, luego de que la Revolución Libertadora disuelva al sindicalismo peronista.

Columna vertebral del nuevo movimiento, la CGT desterrará casi definitivamente la tradición socialista, comunista y anarquista de los sindicatos argentinos. La ley de sindicato único favorecerá la homogeneización de la CGT por esos años, y el apoyo de los gobiernos peronistas hasta el golpe de 1955.

La CGT y los golpes militares

La salida del gobierno de Juan Domingo Perón en 1955 significan un duro golpe para el movimiento obrero, que se repliega y pasa a la resistencia, luego de que la Revolución Libertadora disuelva al sindicalismo peronista.

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