La Diputada provincial del
Frente Progresista, Cívico y Social, Griselda Tessio, se manifestó este
jueves en la Legislatura de Santa Fe sobre el Aniversario del
Derrocamiento de Arturo Illia. "El 28 de junio de 1966 nuestro país
vivía un nuevo golpe de Estado contra un Presidente constitucional, el
Dr. Arturo Illia, un hombre probo, quien fuera a lo largo de toda su
vida, un ejemplo de austeridad y respeto por la vida democrática",
comenzó diciendo la legisladora.
MANIFESTACIÓN POR EL ANIVERSARIODEL DERROCAMIENTO DEL PRESIDENTE ARTURO ILLIA
El 28 de junio de 1966 nuestro país vivía un nuevo golpe de
Estadocontra un Presidente constitucional, el Dr. Arturo Illia, un
hombre probo,quien fuera a lo largo de toda su vida, un ejemplo de
austeridad y respeto porla vida democrática.
Ese golpe militar estuvo respaldado por los grupos económicos
másreaccionarios de la Argentina, y además con intereses extranjeros.
Contó ademáscon la complicidad silenciosa de muchos políticos, que
dejaron caer unpresidente elegido constitucionalmente en pos de la
participación de susfuerzas.
Como balance de su gestión podemos reseñar: la Ley de Medicamentos,
la Anulación de losContratos Petroleros, la Anulación de los Gastos
Reservados, la Defensa de la Soberanía de Malvinas, la Garantía de
lasLibertades Públicas, la Austeridad Republicana, la Vigencia del
Derecho de Huelga, el Salario Mínimo Vital yMóvil, la Política Exterior
Soberana y la Solidaridad con los Pueblos más frágiles delmundo, y el
haber destinado el mayor presupuesto de la historia democrática
argentinaa Educación (25 %).
Con su derrocamiento comenzó una etapa negra para nuestro
país,marcado por el desprecio a los intelectuales, y las prohibiciones a
losreclamos laborales.
El 28 de junio de 1966 Arturo Humberto Illia estaba en la Casa
Rosada, acompañadopor sus ministros, colaboradores y legisladores
radicales. A las 5 de la mañanaingresaron los militares que venían a
desalojarlo, comandados por el GeneralJulio Alzogaray, quien entró al
despacho presidencial anunciando que cumplíaórdenes del comandante en
jefe.
Illia entonces brindó una lecciónde coraje y civismo. Sereno se
dirigió a los insurrectos aclarándoles que eraél el comandante en jefe,
cuya autoridad emanaba de la Constitución Nacional,que ellos
avergonzaban al Ejército de San Martín y Belgrano, y que no eran másque
un grupo de insurrectos y salteadores nocturnos. Fue tal la firmeza
delPresidente que los militares se retiraron, y los intentos por
desalojarlosduraron hasta pasadas las 7 de la mañana. A esa hora, Illia
abrazado por suscolaboradores, dejaba la Casa Rosada, no sin antes
dirigirse a los insurrectos,advirtiéndoles que algún día sentirían
vergüenza de haber cumplido órdenes tanindignas.
El Presidente recorrió en andas unas cuadras, y luego se subió aun taxi, para trasladarse a la casa de su hermano.
Pocas horas después convocó al escribano mayor de gobierno
parahacer una pública manifestación de sus bienes. Cuando asumió en 1963
poseía unacasa en Cruz del Eje obsequiada por los vecinos del lugar, un
automóvil, ypocos pesos en el Banco. Al momento del Golpe solamente
conservaba esa casa. Enlos mil días que gobernó, solamente utilizó el 10
% de fondos disponibles paragastos sobre los que no estaba obligado a
rendir cuentas. Sin embargo, nosolamente insistió en rendirlas sino que
el dinero sobrante, lo devolvió.
Arturo Humberto Illia dejó el gobierno con su honra intacta, conla
tranquilidad que le permitió caminar sin custodia ni escraches. Volvió
atrabajar como médico, recorriendo poblaciones aledañas a Cruz del Eje
enpijama, sin cobrar nunca un peso. Renunció a la jubilación que como
expresidente le correspondía. A lo que nunca pudo ni podrá renunciar es a
nuestroreconocimiento como un verdadero baluarte de la vida
republicana.
Muchas gracias por su legado, Señor Presidente.

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