Referentes de la música tropical santafesina opinaron sobre el caso del integrante de Wachiturros acusado de abuso. Coincidieron en que el escenario planteado “es frecuente, pero también evitable”.
Emanuel Guidone, o DJ Memo, como se lo identifica dentro de la
banda Wachiturros, fue liberado bajo una fianza de 50 mil pesos, tras
haber estado menos de dos días detenido. Una chica de 13 años, lo
denunció por abuso sexual,
El jueves pasado, la jueza en lo Criminal y Correccional de 1ª Nominación de Las Termas de Río Hondo, Ana Cecilia Vittar, lo imputó por “abuso sexual gravemente ultrajante en grado de tentativa”, pero dispuso su excarcelación. Ese día, minutos antes de las 16, un tumulto de fans lo esperaban en la puerta de los tribunales de Las Termas de Río Hondo. Con una chomba amarilla y las manos en alto, el joven de 23 años los saludaba triunfal y horas después, hasta se animó a decir por televisión que a él: “le van a tener que pedir disculpas”.
Mientras tanto, en las redes sociales, comenzaron a aparecer supuestas fotografías de la chica que lo había denunciado, en ropa interior, con comentarios de usuarios que justificaban el supuesto abuso, por la actitud erótica de la adolescente. Una reacción similar a la que ocasionó el caso de General Villegas, ocurrido en agosto de 2010, en el cual una menor fue filmada manteniendo relaciones sexuales con tres hombres adultos.
Estigmatizada
En aquel momento, en ese pequeño pueblo bonaerense, se realizaron marchas en favor y apoyo de los acusados de “violación sexual simple” y “difusión de pornografía infantil”. Gran parte de la sociedad de General Villegas estigmatizó a la adolescente y a su familia y acusaban a la menor abusada de haber “provocado” a los tres acusados. Y hasta el propio intendente de Villegas, Gilberto Alegre, había calificado a la adolescente como “ligerita”.
En el caso de Emanuel Guidone se generó una reacción similar por parte de seguidores de la banda. Sin tener en cuenta que para la legislación argentina, en un caso así, una persona de 13 años no obró con consentimiento. Para que se conforme la voluntad, una persona tiene que obrar con libertad, intención y discernimiento. En los menores, el discernimiento aún está en formación, por lo tanto, si se comprueba el abuso, la joven es víctima.
En diálogo con Diario UNO, referentes de la música tropical santafesina opinaron sobre el caso y coincidieron en que la relación entre el músico y el público “no es fácil”. Según indicaron los artistas, la adrenalina de un show, no sólo causa efectos en los músicos sino también genera emociones muy fuertes en las fans, y que a veces éstas son difíciles de controlar; pero no imposibles. “Lo más importante es que nadie se debe subir al micro o la camioneta donde están los artistas”, remarcaron Marcos Camino, Uriel Lozano y Luis Álvarez.
Además, indicaron que “con el paso del tiempo se percibe una disminución de la edad en el público”, y que es entonces cuando los músicos y los productores tienen que maximizar los recaudos para cuidar a los fans, a la profesión y a sí mismos.
Dentro de la combi
De acuerdo a la denuncia policial, el domingo 6 de mayo, una gran cantidad de fans, todos ellos menores y adolescentes, se encontraban frente al hotel donde se alojaban Los Wachiturros el domingo a la tarde, a la espera de un autógrafo o una foto con sus ídolos. La menor presuntamente abusada se encontraba junto a una amiga y le solicitó a DJ Memo sacarse una foto. “Este tipo la agarró de la mano a mi hija y las hizo subir a la combi a las dos; estaba el representante, que se bajó y los dejó a los tres”, comentó Nélida, la mamá de la joven. “Una vez adentro, intentó besarla a mi hija y como se resistió, la agarró del cuello, la hizo sentar al fondo y le dijo «vos de acá no salís más»”, contó la mujer. Desesperada, ella atinó a “arañarlo y agarrarlo de los pelos, forcejeó a los gritos”, pero el muchacho intentó que la joven “le practicara sexo oral, tras bajarse los pantalones”, agregó Nélida.
Las opiniones locales
"Una relación compleja"
Uriel Lozano/ Solista
El tema de las fans y los músicos es históricamente una relación compleja que requiere un tratamiento profesional. Yo soy partícipe de siempre estar acompañado por alguien de la producción o de seguridad cuando las chicas –sobre todo si son menores– se acercan a sacarse una foto. Generalmente, cuando terminamos el show, tenemos unos 10 minutos para saludar al público y es entonces cuando te encontrás cara a cara con tus seguidoras. Muchas están muy emocionadas y por eso hay que ser cuidadoso y, como profesional, creo que le corresponde al artista y a su equipo cuidar esas cuestiones. Y finalmente, es un resguardo mutuo, porque también evitás posibles falsas acusaciones.
"Más jóvenes y destacados"
Luis Álvarez/ Productor musical
Quienes estamos en el ambiente conocemos las reglas del juego. El mayor recaudo que podemos tomar es no dejar subir a las chicas en la camioneta. Son situaciones que son fáciles de prevenir, si quienes integran el grupo musical quieren hacerlo, sienten la música también como un trabajo del cual quieren seguir viviendo. Nosotros tocamos con la banda El Combo 10 en Río Hondo (en el lugar donde sucedió el caso del integrante de Wachiturros) hace menos de un mes. Al evento lo organizaba el mismo empresario, nos alojamos en el mismo hotel y trabajamos muy cómodos.
"Una política del grupo"
Marcos Camino/ Los Palmeras
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la música es nuestro trabajo. Y como tal tenemos que tener los recaudos necesarios de seguridad, para el público como para los músicos. En nuestro caso, nadie, absolutamente nadie fuera del grupo sube al colectivo. No existe la posibilidad de que eso pase. Si alguien quiere tener algún contacto con alguna fan, deberá hacerlo en otro lugar y otro momento. Es una política del grupo, por cuestiones legales y por supuesto también familiares. A lo largo del tiempo la relación con los fans varió muchísimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario