sábado, 19 de mayo de 2012

Victoria: lo acusaron de violarla pero salió absuelto y la mató

Daniel Medrano fue juzgado por abusar de Valeria Ríos cuando tenía 12 años. Luego formaron pareja y el jueves la joven, con 22 años, fue hallada muerta. El hombre, de 41, está detenido.

 

El cuerpo no tenía lesiones, estaba envuelto en una cortina de baño y una bolsa, y atada con un cable.
El cuerpo no tenía lesiones, estaba envuelto en una cortina de baño y una bolsa, y atada con un cable.
Dos jóvenes salieron el jueves a la tarde a cazar a unos campos hacia el norte de la circunvalación de acceso a Victoria. Con las escopetas al hombro y atentos a la próxima presa, a unos 400 metros del Puente Verde se encontraron con lo inesperado: entre las malezas había un bulto negro atado con cables. La curiosidad les ganó, se acercaron, revisaron y salió el rostro de una mujer. Con las manos temblorosas marcaron el 422222 del Comando Radioeléctrico y avisaron del hallazgo. La Policía llegó minutos después, a las 17.20, y confirmó la muerte de una joven, que no presentaba lesiones en el cuerpo, tenía un poco de sangre en la nariz, estaba envuelta con una cortina de baño y un nailon negro de silobolsa, y amarrada con un cable de teléfono.

La investigación fue hacia atrás en el tiempo, hasta dar con el asesino: un suboficial de Policía que estaba franco de servicio y andaba por la zona, alrededor de las 13 o 13.30 vio a un hombre que viajaba hacia el norte, entró por el camino de tierra en una moto chopera de 150 cc, y llevaba encima un bulto negro. Lo conocía de vista, de haberlo cruzado, y por sus antecedentes delictivos en la ciudad: “Era Medrano, Daniel Medrano”, le aseguró al juez Alejandro Calleja. Si era él, la joven era quien se sospechaba: Andrea Verónica Ríos, la pareja de Medrano.

La orden de captura se libró enseguida y antes de las 21 lo detuvieron. El hombre de 41 años caminaba a unas dos cuadras de su casa, de calle Presidente Perón y Mastrángelo. Se lo notaba tranquilo, como si hubiera tenido un día común y corriente, como si no hubiera envuelto el cadáver de su novia y arrojado al monte. Se detuvo ante la voz de alto de los policías, tal vez se imaginó porqué, y subió al patrullero.

Poco después la Policía entró a la casa de Medrano para buscar más pruebas. Había restos de cable y de la cortina del baño que había sido cortada con una tijera.

Se esperan los resultados de la autopsia forense que se practicaba ayer en la morgue de Oro Verde para conocer las causas de la muerte de la joven.

Medrano tiene 41 años, dos juicios, una condena y varios ingresos en la Jefatura por robos y contravenciones. Valeria tenía 22 y un juicio, pero como víctima.


Una historia atrás del crimen
¿Qué pasó en la casa del barrio portuario de Victoria? La respuesta puede ser sencilla: una discusión, tal vez por celos o porque sí, agresión y muerte. O también puede empezar a contarse desde 11 años atrás. En 2001 Medrano tenía 30 años y fue acusado de abusar sexualmente de la niña de 12 años Valeria Ríos. El delito no se pudo probar y por dudas el tribunal lo absolvió de culpa y cargo. En 2012, Medrano y Valeria ya llevaban varios años de relación. En el barrio dicen que era una pareja un poco rara, ella iba seguido, pero no convivían.

La historia de Medrano se remonta todavía más al pasado, el delito lo rodea desde hace unos 26 años. Según se informó a UNO, era un pibe de 15 años, y Victoria era más pueblo que ciudad, donde todos estaban conmocionados por el crimen de un farmacéutico. Algunos apuntaron al chico Medrano, pero además de ser menor, por falta de pruebas la Justicia no lo culpó. En 2004 pasó un año preso en la Unidad Penal de Gualeguay por robo, y luego durmió varias veces en la Jefatura de Victoria por andar en líos callejeros, se indicó.

Además, trascendió otro hecho más reciente: Medrano tiene un hijo de 16 años, a quien hace unas dos semanas él mismo lo acusó de abusar de una chica discapacitada del barrio. El chico fue interrogado y dijo que el responsable de la violación era su padre.


Femicidios
La gente de Victoria no termina de salir de un asombro para meterse en otro. El 4 de diciembre José Carlos Carrizo mató a su expareja Gisela Lanieri, de 25 años, y su hija Valeria, de 6. Estuvo cinco meses prófugo y hace 13 días lo detuvieron en una feria en Rosario. Dos días después se ahorcó en la celda de aislamiento del Penal de Victoria, donde en estos días una revuelta de presos provocó una nueva situación de violencia que fue controlada rápidamente por el personal.

Una similitud
En la Pampa ocurrió un caso parecido. El 11 de diciembre de 2011, Marcelo Tomaselli asesinó a puñaladas a su mujer Carla Figueroa, de 18. El hombre estuvo preso por violarla y al recibir el perdón de esta -recurso de avenimiento-, se casó con la mujer. Al salir del penal la mató. Por ello es que se eliminó esta figura del Código.

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