Postula que la víctima no pudo
haberse llevado el arma de la vivienda ni atacado con ella. Y tampoco
entrar allí de la manera que dijo el profesional. Lo sostuvo el jefe de
Criminalística de UR II.
El perito técnico de la Unidad Regional
II que realizó la reconstrucción integral del episodio en el que Andrés
Arduvino murió apuñalado en el estudio del abogado Fabián Casarini
planteó en su informe tres teorías que ponen en duda el relato brindado
por el letrado acerca de lo que ocurrió el 8 de abril pasado en su bufé
de Montevideo al 1600.
Una fuente allegada a la investigación
señaló que en el informe presentado por el comisario Gustavo Colombo,
jefe de la División Criminalística de la Unidad Regional II, a la jueza
de Instrucción Nº12 Mónica Lamperti se esbozan tres hipótesis acerca de
cómo se desencadenó el hecho. Las variantes no tienen categoría de
certeza, pero sí constituyen indicios de importancia para que la
magistrada pueda encuadrar penalmente el caso. Casarini está imputado de
homicidio simple.
En forma preliminar, esta pericia
objeta la versión de Casarini, que aduce que mató a Arduvino en un acto
de legítima defensa a raíz de un robo perpetrado por el chico fallecido.
Según indicó una fuente con acceso a la
investigación del hecho, Colombo sostiene que no es posible que
Arduvino, con las graves lesiones que presentaba y habiendo perdido una
considerable cantidad de sangre, haya sido capaz de intentar arrebatarle
a Casarini el cuchillo y luego huir llevándoselo.
La otra circunstancia que plantea es
que, teniendo en cuenta las heridas asestadas por el abogado a su
contrincante, se puede presumir que Casarini manipulaba el arma blanca
esgrimida por la empuñadura. "Es poco probable que en el caso que
Arduvino se lo hubiese arrebatado (al cuchillo) le haya ocasionado la
herida en la parte interna de la mano izquierda" (a Casarini), indicó.
El perito también deslizó que no se determinó que el muchacho fallecido
se lo haya llevado.
El acceso. La otra
posibilidad que sugirió Colombo pone en tela de juicio la versión del
abogado acerca de cómo el muchacho fallecido pudo haber ingresado al
departamento. El letrado afirmó que las ventanas de su vivienda estaban
"correctamente cerradas". En este punto, el perito contradice la versión
de Casarini. "Si hubiesen estado cerradas, Arduvino debería haber roto
el vidrio de la ventana para ingresar", indicó, cosa que no ocurrió.
Colombo elaboró el informe después de
valorar los elementos de prueba colectados en el expediente: el
resultado de la autopsia realizada por los médicos forenses, el
testimonio de Casarini y las diferentes pericias realizadas. "Con esas
pruebas, reconstruyó la mecánica del hecho", explicó una fuente
judicial.
Una semana atrás, la jueza de
Instrucción Mónica Lamperti rechazó el pedido de la fiscal Cristina
Herrera para que Casarini sea detenido. La respuesta de la magistrada
llegó 14 días después de que la fiscal la requiriera por la
"peligrosidad procesal" del acusado, quien, a criterio de Herrera,
"entorpeció la investigación y modificó elementos de la escena del
crimen".
Para dictar la resolución, la
magistrada ponderó que Casarini se presentó a declarar cuando fue
citado, no se rehusó a las medidas requeridas por el tribunal ni
obstaculizó la pesquisa. Y, a pesar de que el abogado está imputado de
homicidio simple, rechazó el pedido de prisión preventiva formulado por
la fiscal. Casarini está en libertad, pero no puede ausentarse de la
ciudad y del país.
A su vez, la fiscal Herrera, para pedir
la detención del letrado, valoró la pericia que realizaron los forenses
sobre el cuerpo de Arduvino. En ese examen, los peritos comprobaron que
el muchacho fue atacado con más de un arma: una punzante y otro romo,
es decir, de terminación redondeada.
En cuanto a la peligrosidad procesal,
la funcionaria advirtió en una inspección a la escena del crimen que
faltaban algunos objetos que en la primera requisa a la vivienda
estaban. Eran una computadora portátil, un celular y un par de
zapatillas que finalmente Casarini entregó a la Justicia tras ser
intimado por la jueza.
Después de esto, según la fiscal, se comprobó que todos los archivos de la computadora estaban "vacíos o borrados".
Noche trágica. A las
2.30 del 8 de abril Arduvino caminaba con su pareja, Marcela S., cuando
decidió pasar por el edificio de Montevideo 1629 para ver a una persona
que vivía allí. A partir de ese momento lo que se conoce del hecho —la
muerte de Arduvino con nueve puñaladas inferidas por Casarini— tiene dos
relatos.
Casarini sostiene que no conocía a
Arduvino y que lo sorprendió robando en su estudio. Que hubo un forcejeo
en el que le sacó a Arduvino un cuchillo y que en la lucha apuñaló al
intruso.
Tras el ataque, el muchacho fallecido
escapó por una ventana. La otra versión la aportó Marcela S. La chica
contó que, al pasar por el edificio, Arduvino le dijo que iba a ver a
una persona para pedirle metadona (una droga para la rehabilitación de
adictos) y que poco después su pareja salió ensangrentada por la
ventana.
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