Metió un triunfazo agónico frente a Aldosivi y se transformó en líder junto a River.
Volvió a ponerse el traje de ganador épico en el final de un partido.
Cuando el empate ante Aldosivi parecía inamovible, el canalla ratificó
credenciales de equipo guerrero e inclaudicable y a tres minutos del
cierre Gonzalo Castillejos decoró una notable jugada colectiva con un
cabezazo llovido que estableció el 2 a 1 agónico, casi infartante, para
obtener la sexta victoria en cadena en el torneo. Así, el canalla
comparte la punta con River (ambos con 65 unidades) y hoy se pondrá al
día Instituto (visita a Boca Unidos), que viene dos puntos atrás. Por
eso el grito del iluminado nueve auriazul desató el maremoto de
felicidad en la multitud que viajó desde Rosario. Central dio un paso
enorme en la puja por el ascenso directo y prácticamente se aseguró un
lugar en los puestos de promoción. Con cinco fechas por jugar, el bravo
equipo de Pizzi elaboró un triunfo tan sufrido como celebrado y el sueño
de volver a primera va tomando cada vez más forma. Cerca del mar, ayer
el tiburón fue Central.
No es un cuento chino. Para conocer
el resultado de Central hay que esperar hasta el pitazo final. Porque el
equipo de Pizzi siempre entrega un plus de esfuerzo y sabiduría
colectiva en los momentos más calientes. Los últimos encuentros, en
especial el de ayer, fueron con el formato de esas películas donde el
protagonista en algún momento camina por la cornisa, pero en el final
los planetas se alinean y el dramatismo le da lugar al desahogo feliz.
Claro que esta determinación de
forzar el destino hasta el último instante para conseguir un resultado
positivo, lejos de ser una casualidad, responde al convencimiento de los
jugadores y el cuerpo técnico e ir siempre al frente más allá de las
contingencias. Por ejemplo, ayer dejaron la cancha por lesión Matías
Lequi y Santiago Biglieri (ver aparte) cuando el partido estaba 1 a 1.
La historia del partido la empezó y
la terminó de escribir Central. En el primer tiempo el canalla arrancó
con autoridad y determinación. Sabía que tenía que hacer el gasto y no
esperar lo que le trajera la marea. El equipo de Pizzi se plantó en
campo contrario y manejó la pelota. Medina metió un desborde picante, a
puro potrero, y filtró la pelota por el primer palo de Campodónico para
abrir la cuenta.
El canalla debió estirar la
diferencia porque generó peligro de manera constante. A pesar de que
promediando la etapa inicial Aldosivi igualó la disputa en la mitad de
la cancha y el juego se tornó friccionado. Igual, Ricky Gómez no pudo
conectar abajo del arco y un tiro de Castillejos dio en el palo.
En el complemento, el juego ganó en
intensidad y fricción. El mejor escenario para Aldosivi, que alcanzó el
empate vía Jorge Piñero cuando el fondo canalla perdió varias marcas.
Parecía que esta vez Central no iba a poder resolver el acertijo del
ordinario equipo marplatense. Pero como en una jugada de básquet, de
cierre contrarreloj, Monje, Ferrari y Castillejos armaron el golazo del
triunfo. Central está bien arriba y va por todo.
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