lunes, 5 de marzo de 2012

ROSARIO: "Yo sé quiénes son los tipos que asesinaron a mi hijo"

Quien pronunció esta afirmación es Mario Rivero, el padre de Marcos, el muchacho de 21 años asesinado de un balazo seis meses atrás para robarle la moto en la que circulaba para ir a trabajar a una fábrica de helados del barrio Ludueña.

"Yo sé quiénes son los tipos que mataron a mi hijo". Quien pronunció esta afirmación es Mario Rivero, el padre de Marcos, el muchacho de 21 años asesinado de un balazo seis meses atrás para robarle la moto en la que circulaba para ir a trabajar a una fábrica de helados del barrio Ludueña. Mario se lamentó de que los dos hombres apuntados por él todavía no hayan sido localizados por la policía. También se quejó porque la causa judicial en la que se investiga el crimen de su hijo, según dijo, "está estancada".
Rivero, un empleado de un frigorífico de 55 años, puso de manifiesto su descontento pero fue más allá al afirmar que quienes le dispararon el balazo mortal a Marcos integran una organización dedicada a robar motos que luego son negociadas en un mercado informal, una economía delictiva muy desarrollada en los últimos años.
"Los ladrones integran una banda que se mueve en la zona de Pasco y las vías (la zona oeste de la ciudad). También están vinculados con la venta de droga y sabemos quiénes les proveen las armas", aseguró a LaCapital.
Paralela. El hombre realizó una suerte de pesquisa paralela a los investigadores policiales y judiciales para poder reconstruir los últimos pasos de su hijo antes de ser asesinado y localizar a los autores del violento suceso. Tomó contacto con vecinos de la zona donde lo mataron y con quiénes asistieron al muchacho cuando agonizaba en la calle luego de recibir el disparo fatal.
"La gente de Homicidios los fue a buscar (a los autores del crimen del hijo) a donde viven, pero obviamente no los encontraron", contó.
El caso es investigado por el juez de Instrucción Nº 13 Gustavo Pérez de Urrechu, y según Rivero en la causa intervinieron tres fiscales. El expediente se tramitó en la fiscalía Nº 3, entonces a cargo de Marcelo Vienna, en la Oficina Judicial de Causas con Imputados no Individualizados cuando su titular era Marcela Canavesio y actualmente el caso está en la fiscalía Nº 3 a cargo de Carlos Covani.
Mario señaló que, dos meses atrás, junto con su abogado Luciano Gianelli, requirió una copia del expediente, pero todavía no la recibieron. "No tuvimos acceso a la pericia balística y al informe de los médicos forenses que realizaron la autopsia. Además la moto de Marcos todavía está en la comisaría 14ª porque tienen que realizar una pericia", señaló. El hombre indicó que tres personas que acudieron a auxiliar al muchacho cuando estaba malherido en la calle fueron citados nuevamente para que brinden su testimonio en el juzgado interviniente.
Emboscada. Marcos estaba casado y tenía una nena de cuatro meses. Con mucho esfuerzo se había comprado una casa en la zona oeste, a media cuadra del domicilio de sus padres.
En la madrugada del 7 de septiembre su vida se apagó en forma cruenta cuando iba a trabajar en una Yamaha Cripton negra a una fábrica de helados ubicada en Stephenson y Vélez Sarsfield. Pero en el camino fue emboscado por dos motociclistas para robarle el rodado en el que se movilizaba.
El muchacho salió disparado para evitar el atraco pero mientras escapaba recibió un proyectil disparado por los ladrones que le perforó el riñón derecho.
"Cuando llegó a Larrea y Forest se le aparecieron dos tipos en una moto roja y azul que le pidieron la Yamaha. El no se las dio y escapó. Los tipos los persiguieron y en Zapiola y Alvarado le tiraron un balazo", contó,
A pesar de estar malherido, Marcos continuó la marcha unos metros. Después, a duras penas, se bajó de la moto y golpeó con desesperación la puerta de una casa de Forest al 5200 hasta que se desvaneció. A su lado, sobre la vereda, quedó la Yamaha.
"La dueña de casa llamó al 911 y se acercó un diariero para auxiliarlo. Marcos, que estaba boca abajo, se dio vuelta, pero no pudo hablar porque tenía convulsiones", recordó.
Dos efectivos del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar, pero presumieron que se trataba de un ladrón que había sido baleado. "Uno de los policías dijo que era «un motochorro», mientras le agarraba la mano", indicó. Media hora después, arribó una ambulancia del Sies, pero entonces el muchacho ya había fallecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario