viernes, 9 de marzo de 2012

SANTA FE: San José y Los Hornos, contra la inseguridad

Vecinos y comerciantes de ambos barrios se unieron para reclamar ante los sucesivos hechos delictivos de los que son víctimas. Piden más presencia policial y patrullajes constantes.

“Un llamado de alerta para que tomen medidas en el sector que rodean las calles Castelli, Peñaloza, Zeballos y avenida Facundo Zuviría. Hay muchos robos a mujeres y a niños. No tienen piedad y se manejan en motos. Por favor hagan algo”, expresó Lorena una vecina que vive cerca del colegio Don Bosco.
“Una señora esperaba el colectivo para ir a trabajar y le arrebataron la cartera. Casos como estos pasan todos los días y durante todo el día, sobre todo a la siesta y al anochecer. Vivimos con miedo”, manifestó Roberto, otro vecino del barrio San José.
“Tenemos que abrir nuestros negocios y atender a través de una reja. Todas las medidas de seguridad no son suficiente para ahuyentar a los delincuentes. Creo que todos tenemos derecho a vivir tranquilos y no tener miedo al salir a la calle o dejar nuestras casas y comercios solos”, relató Miguel, propietario de un negocio ubicado sobre Zeballos al 3.800.
Estos tres mensajes son el reflejo de la realidad que viven los vecinos y comerciantes comprendidos en el rectángulo que forman las calles Estanislao Zeballos, Juan Castelli y las avenidas Facundo Zuviría y Ángel Peñaloza. Las expresiones llegaron a la redacción de Diario UNO en los últimos días. Estos son contundentes y por eso fueron elegidos para su publicación, pero hubo otros en los que también se reflejó la preocupación de los habitantes de los barrios San José y República de Los Hornos.
Estos dos sectores están divididos por calle Estanislao Zeballos, pero unidos en una problemática común: la inseguridad. Sobre esta artería pasan las líneas de colectivo 1, 9 y 15 cuando se dirigen hacia el norte de la ciudad; mientras que cuando retornan hacía el centro lo hacen por Castelli, es decir la calle que está hacia el sur de la anterior. Tanto en una como en la otra, cientos de vecinos esperan a diario abordarlo ya sea para regresar a sus casas o para llegar hasta el microcentro.
Diario UNO recorrió esas diez calles para palpar de cerca la realidad de los vecinos y comerciantes. El relato de ellos es variado, pero todos coinciden en que son blanco de asaltos, robos y arrebatos en cualquier hora y momento del día. Y como contó Lorena, las mujeres y los chicos son los más afectados; y los delincuentes en su mayoría se conducen en moto, vehículo ideal para escaparse con rapidez.

En uno de los sectores
En la esquina de Castelli y San José hay una gomería. Desde allí aseguran que es común ver a diario como chicos, adolescentes y señoras son arrebatadas mientras esperan el colectivo. Cuentan que mucho no pueden hacer porque por los general sucede todo tan rápido que “no da tiempo a reaccionar.
El miedo ganó la calle y las mamás tratan de tomar todas las medidas de precaución para que los pequeños no transiten solos por el barrio. “Es una lástima porque son dos barrios lindos, de gente trabajadora y no es justo que tengamos que salir a la calle y mirar para todos lados para que no haya nadie”, manifestó Olga que vive también por Castelli casi San José. Este sector pertenece al barrio República de Los Hornos.
En él también vive Micaela, una estudiante adolescente que mientras esperaba el colectivo para llegar hasta la facultad relató como ella y su familia fue víctima de innumerables hechos de inseguridad tanto en su casa como en la vía pública. “Hace unos días entraron a mi casa mientras nosotros dormíamos y se llevaron plata y otros elementos. Por suerte no pasó nada. La semana pasada asaltaron a mi hermano mientras esperaba el colectivo, se asustó mucho. La verdad vivimos con miedo”, contó la joven.

Miedo y bronca
Una cuadra más hacia el norte por calle San José se llega al barrio que lleva el mismo nombre. Por Zeballos, una arteria muy transitada porque a través de ella se cruza desde la avenida Facundo Zuviría hacia la Peñaloza. No solo pasan colectivos sino también muchos autos y motos. Si bien no son muchos los negocios ubicado sobre ella, los pocos que hay en algún momento fueron foco de los delincuentes.
Marcelo tiene junto con su socio una farmacia en Zeballos al 3.700. En dos años fueron asaltados 14 veces y además representan otro récord: en dos días fueron asaltados dos veces y por las mismas personas. “Una de las veces que vinieron se llevaron una máquina registradora bajo el brazo y se fueron tranquilos por la calle. Atendemos hasta las 21 pero a las 20.15 cerramos la puerta y lo hacemos por las rejas”, contó el farmacéutico.
Hace unas dos semana un policía caminante recorre Estanislao Zeballos, y se para delante los negocios para disuadir, pero presta el servicio en horario de comercio, es decir que durante la siesta y a partir de las 20 no está más. “Está bueno que tengamos esta persona, pero no es suficiente. Tiene que haber más patrullaje y presencia policial en los dos barrios porque con un solo policía no alcanza. Esperamos que nos escuchen y atiendan nuestro reclamo”, concluyó María, una vecina de San José y propietaria de un comercio de ropa para chicos.

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