viernes, 9 de marzo de 2012

SANTO TOMÈ: Preocupación de comerciantes por la inseguridad ante la falta de presencia policial

Se trata de la panadería ubicada en Hipólito Irigoyen y La Rioja, que sufrió más de 30 asaltos. Afirman que durante 8 meses tuvieron vigilancia y no hubo delitos, pero los policías se fueron y volvieron los delincuentes.

La panadería ubicada en uno de los accesos a barrio Loyola sufrió más de 30 asaltos en su historia. (Foto de archivo)
La panadería ubicada en uno de los accesos a barrio Loyola sufrió más de 30 asaltos en su historia.
Hay preocupación nuevamente en los propietarios de una cadena de panaderías de nuestra ciudad por la reaparición de hechos delictivos, situación que había mermado en los últimos tiempos por la presencia de agentes policiales.

“Hace un año fuimos recibidos por el intendente y nos pusieron policías caminantes, durante ocho o nueve meses”, señaló Claudia Zurbriggen, dueña del comercio. En ese sentido es importante destacar que la más afectada por los robos es la sucursal que se ubica en la intersección de Hipólito Yrigoyen y La Rioja, la cual fue visitada 31 veces por “los dueños de lo ajeno”.

A su vez, la comerciante detalló que “ahora la policía caminante no está más y el domingo último otra vez fuimos víctimas de la inseguridad. Entró un chico que se desplazaba en una moto y amenazó a mi mamá con un arma de fuego para que le de todo el dinero”.

“Este sujeto había visitado minutos antes el local que está en Hernandarias y Pasaje Alsina, que es atendido por mi hermana. Ella, por recomendación de la policía, estaba sentada en la vereda para observar el movimiento y pudo llamar al novio que estaba dentro del negocio, entonces el ladrón se fue”, añadió.

Zurbriggen destacó que “mi madre también pudo gritar y darle aviso al marido, por eso gracias a Dios no pudo robarme. Era un menor de edad, armado y tras una serie de llamados al Comando, los policías se hicieron presentes en el negocio. Si bien no pudo dar precisiones para donde se fugó, estoy segura que si averiguan un poco en algún lado robó”.

Por último, la mujer recordó que durante el lapso que duró la presencia de la policía caminera en la zona “era otra cosa, nos daba mucha más seguridad, no solo para uno sino también para los empleados. Fueron muy atentos cuando estuvieron, pero ahora estamos intranquilos otra vez”.

“Las puertas de mi negocio están solo abiertas de 8 a 12, después es imposible trabajar en esas condiciones”, concluyó.

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