Una médica de 39 años —rosarina
por adopción y entrerriana de nacimiento— saldrá en bicicleta mañana
desde el puente Rosario-Victoria en un travesía benéfica destinada a
niños carenciados de la Argentina. Recorrerá la mítica ruta 40 y unirá
La Quiaca con Río Gallegos.
imagen ilustrativa |
Una médica de 39 años —rosarina por
adopción y entrerriana de nacimiento— saldrá en bicicleta mañana desde
el puente Rosario-Victoria en un travesía benéfica destinada a niños
carenciados de la Argentina. Recorrerá la mítica ruta 40 y unirá La
Quiaca con Río Gallegos. El padrino de la expedición es el escritor
local Fabricio Simeoni.
Cassandra vive en Buenos Aires después de estudiar
medicina en Rosario. No es una médica convencional, también ama
escribir. El año pasado publicó un libro donde relata, con ácido humor,
experiencias en un hospital y relación médico-paciente. "Historias de
médicos hijos de puta" tuvo tanta repercusión que se convirtió en uno de
los títulos más vendidos en 2011.
En 1993, cuando vivía en Rosario sacó a la calle
"Rouge y lágrimas", un libro de poesías editado por Centro Impresiones.
En su blog (soycassanddra.blogspot.com) se presenta como "médica, bruja y
artista", en ese orden.
A colaborar. Consciente de las
carencias que atraviesan el país, esta vez se embarcó en un desafío, un
proyecto benéfico que nació, según describe "por un coágulo en la
cabeza, o por el desorden del cambio de década", analizó entre risas al
borde de cumplir los 40.
Mientras se divide su tiempo entre en el área de
terapia intensiva del Hospital Central de San Isidro y la organización
del viaje, cuenta sobre la expedición.
"Arrancamos en Rosario mi ciudad durante años, donde
está Fabricio, un amigo que me introdujo en la poesía, padrino de la
travesía", adelantó desde Capital Federal..
La idea es hacer el corredor La Quiaca - Río
Gallegos. "Sabemos cuando salimos pero no cuando llegamos", dice y
remarca el sentido de la bicicleteada. "Recaudar fondos para el Grupo
Amigos de la Ruta 40, que ayuda a niños, escuelas e instituciones de las
poblaciones necesitadas que atraviesa el camino.
Varios amigos la ayudaron en la empresa y hasta
crearon una página web (www.inframundo-ruta40.blogspot.com) con impronta
mística e ironías sobre el fin del mundo. Quienes deseen aportar a la
causa se venden boletos con distintos importes para acceder al
"inframundo" (ver aparte).
"Tenemos una cuenta corriente del banco Macro donde
hace el depósito y le mandamos el bono por e mail. Es transparente, se
puede chequear el saldo. Al final del viaje se va a transferir lo
recaudado a los destinatarios".
Está algo decepcionada por la poca respuesta de la
gente."Parece que en este país hay que pedir con cara de intestino
constipado. A mí no me gusta victimizarme, escribo desde el humor, hay
que recaudar con onda", dijo con optimismo.
La acompañarán su hija Tao, de 12 años; Fabricio, un
rosarino de 23 estudiante de geología y Uvita, otro estudiante que
conducirá el vehículo de apoyo.
El 13 de enero, a las ocho, está prevista la salida
desde La Quiaca. "En teoría con destino a Río Gallegos, como no tenemos
GPS ni todas esas cosas modernas, por ahí terminamos en Acapulco, pero
algo de estrellas sabemos, y pa' mí que tarde o temprano, embocaremos el
sur", refiere en su blog la particular médica solidaria. A colaborar,
que se acerca el fin del mundo, parece ser la consigna.
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