Falleció el trabajador que cayó
anteayer desde un 8º piso en la construcción de Paraguay 1256,
clausurada tras el siniestro. Otro colega también resultó herido.
Lucas Álvarez, el joven de 20 años que anteayer al mediodía
cayó desde un octavo piso mientras trabajaba en una obra en
construcción, murió ayer a la mañana como consecuencia de las graves
heridas. Según indicaron desde el Heca, donde estaba internado, el
muchacho falleció a las 6.30 de la mañana de ayer. Y si bien indicaron
que el cuadro que presentaba era complejo, destacaron que lo que le
causó la muerte fue el traumatismo de cráneo que sufrió en la caída.
El accidente, en el que también resultó herido Lucas Martínez, de 20
años, ocurrió en la obra ubicada en Paraguay 1256. Ambos trabajaban en
un andamio colgante, que cedió en una de sus partes, lo que determinó
que uno de ellos cayera al vacío y el otro quedara colgado al poder
agarrarse de una media sombra que colgaba desde el edificio.
Lucas Álvarez corrió con la peor parte ya que fue internado en el Heca
en grave estado con traumatismo encéfalo-craneano y traumatismo en el
tórax, por lo que había sido operado. Sin embargo, ayer a la mañana
falleció.
En tanto Martínez sufrió politraumatismos y lesiones en el globo ocular
ya que se encontraban trabajando con ácido muriático, lo que le afectó
la visión, aunque se encontraba fuera de peligro.
Los vecinos se mostraron indignados con lo ocurrido ya que ellos
escucharon gritar a Martínez, mientras colgaba de la media sombra sin
que nadie lo socorriera, de hecho fueron los mismos vecinos quienes
avisaron a los obreros sobre lo que ocurría.
Representantes dela ONG Manosala Obra, que preside Narciso Cantero,
explicaron que el accidente ocurrió por una sucesión de irregularidades y
negligencia, ya que los obreros no estaban sostenidos por el
reglamentario cabo de vida. “Uno cayó al vacío ya que una de las
abrazaderas del andamio no estaba controlada. El otro se pudo agarrar de
una media sombra y quedó colgado”, detalló Cantero a El Ciudadano.
Cuando inspeccionaron la obra constataron que la tabla de contención que
podría haber amortiguado la caída, era un fenólico en mal estado que
cedió con la caída del obrero.
Lo que más impresionó a los integrantes de Manos ala Obraes que los
vecinos contaron que tras la rotura del arnés, nadie se dio cuenta de lo
que ocurría ya que no había ninguna persona controlando el trabajo en
altura y fueron los propios vecinos los que avisaron a los otros obreros
sobre lo que ocurría. “Se cansaron de gritar, estaban solos y cuando se
trabaja en altura siempre debe haber una persona controlando por si
ocurre un accidente”, detalló.
Otra cuestión que reveló la falta de seguridad es que para rescatar al
compañero que quedó colgado de la media sombra, los trabajadores
debieron agujerear una pared, ya que no había otra manera de rescatarlo.
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