Quieren crear un sexto radio tributario que abarque las nuevas viviendas de alta gama. El proyecto de Héctor Cavallero también elimina el aumento en los barrios con menos recursos.
La oposición en el Concejo Municipal buscará atenuar el impacto en el aumento de la tasa general de inmuebles (TGI) en un 60 por ciento, como propone el Ejecutivo. El edil Héctor Cavallero (PPS) adelantó ayer que presentará un proyecto para crear un sexto radio tributario que incluya a las nuevas viviendas de alta gama con el objetivo de que "los que tengan más poder adquisitivo paguen más" y, de ese modo, excluir del tarifazo a los sectores bajos.
"Nuestra intención no es obstruir el régimen de recursos sino buscar una mayor justicia contributiva", puntualizó el edil aliado al justicialismo. En 2008 ya se había creado una nueva zona (radio V) con las propiedades de valor superior en las zonas costeras y barrios residenciales de la ciudad.
El mensaje de la Intendencia ya está en el Concejo para su análisis. El presupuesto 2012 tiene una previsión de gastos por 2.693 millones de pesos, en los que se incluye la actualización de la TGI en un 60 por ciento con carácter general y para los cinco radios urbanos.
Esto implicaría una suba promedio de 12,28 pesos por cada cuenta y se justifica en una "actualización por inflación" de la tasa que no aumenta desde 2008.
Aún a discutir. Técnicamente, el expediente del presupuesto 2012 que remitió el Palacio de los Leones comenzará a analizarse en el cuerpo a partir de la semana próxima.
De hecho, está previsto convocar al Concejo a los funcionarios de la Secretaría de Hacienda municipal para que expliquen detalles del presupuesto y justifiquen el aumento del 60 por ciento propuesto para la TGI.
De movida, Cavallero calificó la propuesta de "sumamente exagerada" y alertó que "no producirá el efecto deseado porque la zonas más humildes tienen actualmente dificultades para pagar la tasa".
En su reemplazo, el edil opositor propondrá la creación "del radio VI para gravar a todas las nuevas construcciones de alta gama y eximir del aumento a los sectores más pobres y, a su vez, se proyecta la eliminación de exenciones a instituciones que hoy gozan de ese beneficio, junto a una suba en la recaudación por publicidad, para que paguen las marcas de productos y no los pequeños comercios".
Además, Cavallero consideró que la suba debe ser escalonada. Y agregó: "Queremos morigerar con mayor justicia tributaria, pero no obstruir".
Por exenciones a la TGI dejan de ingresar a las arcas municipales casi 25 millones de pesos al año.
Entre las instituciones que no pagan se destacan la Cámara Argentina de la Construcción, los Industriales Metalúrgicos, el Colegio de Magistrados, los Empresarios de la Vivienda, el Arzobispado de Rosario y el club Plaza Jewell.
En tanto, la socialista Clara García destacó que "la TGI contiene una gran equidad porque su cálculo es progresivo en donde las propiedades de menor valor pagan menos y viceversa".
Sobre la propuesta de Cavallero, García recordó que en la última suba de la tasa se creó la categoría radio V, "en la que figuran los inmuebles de alta gama que están ubicados en Puerto Norte, la ribera central y también algunos emplazados en barrios residenciales".
Diagnósticos. La edila justicialista María Eugenia Bielsa rememoró que se había acordado con el oficialismo un criterio para gravar impositivamente acorde a la capacidad contributiva.
"Este 60 por ciento de suba no tiene similitudes en otras jurisdicciones", advirtió.
Bielsa consideró que "no resulta de buenas prácticas institucionales sacar todos los aumentos después de las elecciones". Ratificó, de ese modo, que su bloque buscará morigerar el incremento.
En el oficialismo disidente, Edgardo Falcón reconoció que "existen viviendas que pagan poca TGI respecto del valor de sus inmuebles".
"Por ende, para actualizar los valores hay que tener en cuenta montos que cuenten con la mayor equidad social posible", avisó Falcón.
Quien también se sumó a las críticas fue el peronista Arturo Gandolla.
"Este mensaje sorprende con un porcentaje que golpea muy duro los bolsillos de todos los contribuyentes y, a su vez, no cuenta con una proporcionalidad de mayores o menores ingresos ya que resulta lineal para todo el mundo", destacó.
Asimismo, Gandolla anticipó que también buscará morigerar y escalonar la suba.
Por su parte, el edil radical Jorge Boasso indicó que los pedidos de recomposición planteados a las puertas de un recambio parcial de las bancas "deberían ser tratados por la nueva composición del cuerpo".
Por eso el concejal tildó de "exabrupto" el porcentaje propuesto por la Intendencia.
“No veo ninguna crítica sólida”
El intendente Miguel Lifschitz salió ayer al cruce de los cuestionamientos que surgieron del Concejo Municipal respecto del 60 por ciento de suba en la tasa general de inmuebles (TGI) que impulsa para el presupuesto 2012.
“No veo ninguna crítica sólida. Son poco fundamentadas y de rutina, porque ni siquiera tuvieron tiempo de analizarlo”, indicó
Tras estimar que el 60 por ciento de suba “está por demás de justificado”, Lifschitz ironizó: “Me parece raro que los que se ubican en el campo del progresismo a nivel nacional se opongan”.
El intendente defendió el pedido de aumento en las tasas al recordar que la TGI no se recompone desde 2008 “y la inflación, las subas salariales y el precio de los insumos está por arriba del 60 por ciento solicitado”.
Luego, el jefe del Palacio de los Leones destacó que el 30 por ciento de los rosarinos no paga la tasa ya que vive en asentamientos irregulares.
“Del 70 por ciento que tributa, tres cuartas partes paga el mínimo, que son 30 pesos”, agregó el socialista.
Lifschitz también afirmó que el resto de la sociedad que posee mayores recursos “tampoco paga cifras imposibles”, tras lo cual sorprendió al ponerse como ejemplo.
“Vivo en un edificio en barrio Martin y pago 42 pesos de TGI y 300 de gastos centrales y la Municipalidad me presta más servicios que el consorcio”, graficó.
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