El reclamo lo hizo el presidente de la Cámara de Actividades Portuarias. Insistió en la necesidad de mejorar la infraestructura portuaria de la zona, al tiempo que destacó que la inversión privada ya superó los tres mil millones de dólares.
El reelecto titular de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym), Adrián Milisenda, insistió en la necesidad de mejorar la infraestructura portuaria de la zona, al tiempo que destacó que la inversión privada ya superó los tres mil millones de dólares.
El empresario reveló que esos aportes privados "han permitido manejar la creciente demanda de logística granelera", y señaló que "esto ha provocado un efecto multiplicador enorme con el desarrollo de la agroindustria, inversiones de camiones, mano de obra especializada y aumento de la actividad en general, a través del movimiento comercial en toda la región".
Milisenda recordó que el Ministerio de Agricultura estimó que la producción de la cosecha de granos y oleaginosas del ciclo 2010/2011 alcanzó los 102,8 millones de toneladas y que el plan estratégico elaborado por el gobierno nacional indica que es posible llegar en el 2020 a una producción de 160 millones de toneladas. "Más del 80 por ciento —resaltó— sale de los puertos fluviales de la zona, que hoy necesitan con urgencia una solución inmediata en sus accesos. La inversión vial mínima requerida ronda los 220 millones de pesos, mientras que el ingreso anual por el fondo sojero para Santa Fe asciende a 212 millones de dólares", reveló.
Seguridad vial. "La gente sufre la falta de seguridad vial y de calidad medioambiental", expresó Milisenda, quien sostuvo que "aún no se concretó ni un 10 por ciento de lo que proyectaba originalmente el Plan Circunvalar, un monto mínimo en relación a la producción que se mueve en la zona, no sólo mediante los puertos, sino de toda la industria".
Milisenda señaló además el importante impacto en la baja de fletes que representaría pasar de los actuales 34 a 36 pies de profundidad efectiva, y opinó que "habría que analizar el comportamiento de las corrientes y sedimentación en el río de La Plata y buscar más profundidades". Abogó por las obras complementarias (zonas de cruces de buques y más cantidad de radas de fondeo) y destacó que en febrero de 2012 "se cumple un año de la firma del contrato de ampliación y concesión de la hidrovía Paraguay-Paraná, por lo que se espera poder lograr una navegación hasta la confluencia de los 10 pies efectivos. El Estado aportó lo que invertía en un dragado muy ineficiente, mientras que todo el resto de la profundización fue sustentado por el peaje, que lo pagan los privados mediante el flete".
Referido a la navegación con barcazas dijo que la regulación legal a la importación temporal provocó que empresas asociadas que invirtieron no pudiesen usar sus puertos de barcazas y amortizar inversiones en suba de la capacidad de molienda según lo pensado. "Hoy algunas empresas invierten en Paraguay, otros operadores lo hacen en Nueva Palmira". A esto negativo le sumó "el aumento de bloqueos a contenedores y restricciones de bandera para aprovechar mejor el cabotaje fluvial", precisó.
Balance. Milisenda, entre otros logros en su primer período en la Capym, destacó la contratación de una empresa que hizo un estudio batimétrico (para medir la profundidad del río) para determinar nuevos sectores que se usarán para fondeo de buques en la zona de San Lorenzo y Puerto San Martín. "Este es un tema muy preocupante —dijo— dada la gran cantidad de embarcaciones que arriban a la zona, sobre todo en época de cosecha gruesa. Las Terminales tienen la necesidad de contar con los barcos a mano para maximizar el uso de sus instalaciones y dar respuestas a la creciente producción".
Además destacó que "este año Capym se convirtió en un eficiente mediador entre las empresas, encuadrando problemas que fueron presentados ante la sociedad como de índole sindical cuando en realidad eran de estricto corte comercial".
Milisenda contó que la Capym junto con la Cámara de Comercio de San Lorenzo están trabajando para reunir fondos para hacer una delegación de Prefectura en la zona de Timbúes, que ayudará a reducir tiempos de despacho de buques.
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