sábado, 13 de agosto de 2011

SANTO TOMÈ... “Hemos tenido que llamar a la policía hasta 10 veces por día”

Lo expresó la directora de la escuela Nº 340 República del Perú, de Santo Tomé, respecto de la cantidad de robos que sufren a diario los alumnos, cuando terminan la jornada escolar.

“Hemos tenido que llamar a la policía hasta 10 veces por día”
Este viernes se conoció el testimonio del padre de un adolescente de 16 años, que el jueves sufrió un violento asalto a cinco cuadras de la escuela N’ 340 República del Perú, de Santo Tomé. Para quitarle las zapatillas y el celular, dos delincuentes le gatillaron un arma de fuego en el estómago y lo amenazaron que no haga la denuncia: “Sabemos quién sos y a qué escuela vas”, le dijeron.

Respecto del episodio, la directora del establecimiento educativo expresó su preocupación por la seguridad de los alumnos, pero destacó que no es un problema que tenga que ver con la escuela, ni con el Ministerio de Educación, sino que cargó el conflicto en la Municipalidad de Santo Tomé.

“Todos los días tengo que llamar al comando. Algunas veces hasta en 10 oportunidades en un día. Ya no tengo ni que decir quién soy, me conocen la voz”, expresó Nancy Colomba, directora del colegio al que asisten más de 1.300 chicos en sus dos turnos.

—¿Todos son llamados por hechos delictivos concretos?


—No, simplemente porque vemos caras raras, desconocidas y el incremento de los asaltos hace que uno termine sospechando de cualquiera. Hoy mismo (por ayer), vino un patrullero y se llevó a tres jóvenes que estaban rondando por la zona. El problema es social, y es muy grave.
“Cuando Santo Tomé duerme”
En este sentido, Colomba detalló que si bien los momentos de ingreso y de salida de cada uno de los turnos son momentos “complicados”, la mayor cantidad de asaltos se produce entre las 14 y las 16: “Ese es el horario de educación física de la escuela y es cuando Santo Tomé duerme”, agregó la docente.


—¿Pudieron plantear la situación ante autoridades del Ministerio de Educación?


—Éste no es un problema del Ministerio de Educación. Lo que pasa en las inmediaciones de este colegio sucede también en el resto de las escuelas de Santo Tomé. Como directora he hecho todo lo posible, pero tenemos que ser conscientes. A este chico le robaron a cinco cuadras de la escuela. Si a mí la policía me dice que para cubrir todo Santo Tomé tienen sólo tres patrulleros, el problema es de la Municipalidad y de la policía.


“Pero, insisto, este problema no es nuevo y no es exclusivo de nuestra escuela. Lo que hemos hecho es darles recomendaciones muy claras a los alumnos, entre ellas que nunca jamás caminen solos, que se vayan en grupos, que se organicen, y también que no caminen por calle Obispo Gelabert, sino que tomen calle San Martín. Finalmente, si los padres pueden, que los vengan a buscar”, dijo Colomba.

Predio cerrado
La escuela República del Perú es la misma en la que –en septiembre del año pasado– el profesor de gimnasia Gustavo Medrano fue baleado dentro del campo de deporte, en medio de una clase de educación física. Sin embargo, Colomba desvinculó de manera tajante ambos episodios: “El caso del profesor no fue una cuestión de inseguridad”, indicó y agregó que luego de ese hecho el predio donde los alumnos practican educación física fue cerrado.

A cara descubierta
El jueves a las 18.30, un chico de 16 años volvía a su casa caminando por calle Obispo Gelabert tras haber terminado la jornada escolar, cuando –a cinco cuadras de la institución educativa– fue abordado por dos jóvenes que le exigieron, a punta de pistola, que les entregara las zapatillas y el celular.

Por los nervios y el bolsillo del jean que no le permitió entregarles en una rápida maniobra el aparato, uno de los ladrones le gatilló el arma en el estómago, hasta que se apoderaron del teléfono.
Sin mediar más palabras que una feroz amenaza: “No hagas la denuncia que sabemos quién sos y a qué escuela vas”, se dieron media vuelta y se alejaron a pie, “con total tranquilidad”, relató el padre de la víctima.

“Nosotros estamos terriblemente preocupados. Yo finalmente hice la denuncia, pero estuve toda la noche pensando qué hacer. Mi hijo está muy mal, yo lo voy a llevar y a buscar a la escuela, pero estamos intranquilos y él muy afectado”, agregó el hombre sobre el episodio que sucedió a escasas cuadras del barrio El Gran Chaparral, “uno de los más peligrosos” de Santo Tomé, aseguran los lugareños.

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