"Voy a trabajar como candidato del Frente para la Victoria como uno más, para que podamos definir la discusión electoral. Vamos a pelear por la gobernación en 2015”, admitió el Secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos.
La Capital |
El secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, admitió que quiere ser el próximo gobernador de Santa Fe, por lo que va a trabajar por la postulación para 2015 “a través de un liderazgo, como candidato del Frente para la Victoria”.
“Voy a trabajar como candidato del Frente para la Victoria como uno más, dentro de los compañeros, para que podamos definir la discusión electoral. Quiero ser candidato a gobernador de Santa Fe. Vamos a pelear por la gobernación en 2015”, anunció Ramos en una entrevista con Télam.
El ex intendente de Granadero Baigorria, una de las ciudades que integran el Gran Rosario, sostuvo que el deseo de ser gobernador está relacionado con la necesidad de que la provincia “recupere el tiempo perdido, viendo cómo han crecido otras provincias mucho más pobres”.
Para Ramos, Santa Fe “es una provincia muy rica, pero con los mayores niveles de desigualdad. Nosotros tenemos una propuesta de gestión distinta”.
Desde la cartera de Interior y Transporte, donde hoy trabaja, destacó la inversión en infraestructura, en especial, en el trabajo que se hace para recuperar el tren tanto en el conurbano bonaerense, como en las trazas ferroviarias Buenos Aires-Rosario y Buenos Aires-Mar del Plata.
En los últimos 20 días, Ramos realizó tres visitas a la zona del tren Buenos Aires-Rosario, observó la marcha de las obras, estuvo con los intendentes por donde pasará la formación.
El secretario, que pondera la relación que mantiene con el ministro Florencio Randazzo, aseguró que su “familia sigue en el territorio, mi hijo va a una escuela pública de Baigorria, sigo escuchando y trabajo para seguir llevando mejor calidad de vida a los santafesinos”.
Abogado, hijo de un médico, hincha de Newells Old Boys, Ramos de 38 años, agradeció tanto a su municipio, “al Gran Rosario y a mi provincia, que son las que me han permitido hoy y a mi familia estar aquí donde estoy”.
El secretario sostuvo que Santa Fe “no es una provincia con problemas de recursos. Tiene 3.200.000 habitantes, cuyas dos terceras partes están radicados en el Gran Santa Fe y en el Gran Rosario. Y cuenta con un presupuesto de alrededor de 55 mil millones de pesos, comparable al de la provincia de Buenos Aires”.
Ramos explicó que en Santa Fe, gobernada por el socialismo y sus aliados, “no existe inversión social, no tiene política para mejorar la situación de los sectores más humildes lo que genera grandes niveles de desigualdad”.
Opinó que los niveles de desigualdad y “la falta de inversión social es lo que genera el problema de inseguridad”.
Ramos repitió las declaraciones recientes del secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien dijo que el índice de muertes en el Gran Rosario bajó en forma ostensible desde que llegó la Gendarmería Nacional.
“Si hubiera sólo un problema de narcotráfico no se soluciona con gendarmes patrullando. Esto se mejora con una fuerte presencia en las calles de los hombres de la policía y de las fuerzas de seguridad”, argumentó.
En ese sentido, hizo responsable del descontrol en la policía santafesina al ex gobernador Hermes Binner por la designación del comisario Hugo Tognoli, actualmente detenido y procesado, que dirigía la fuerza policial provincial y, a su vez, era miembro de una red de narcotráfico.
Para Ramos, “ni Binner ni el gobernador Antonio Bonfatti están vinculados al narcotráfico. Lo que ellos tienen es la responsabilidad de conducir la fuerza y ahí está su incapacidad y eso los hace responsables por lo que ocurre en el tema de inseguridad y del narcotráfico”.
Por otra parte, en cuanto al tendido ferroviaria que unirá Bue-Rosario, Ramos afirmó que el ritmo “viene bien y que antes de que termine el primer semestre del año que viene”, los rosarinos y demás santafesinos volverán a gozar del tren.
Se están construyendo 517 kilómetros de vía, una para la ida y otra para la vuelta de un convoy que viajará a una velocidad estimada entre los 100 y 160 km por hora, lo que “será como viajar en un tren como lo hacen los europeos, con coches camas, de primera clase y vagones comedor. En tres horas y media, usted estará en Rosario o en Buenos Aires”, afirmó.
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