jueves, 27 de junio de 2013

SANTA FE: Reflexiones para una educación libre de estereotipos sexuales

Se realizó una charla sobre sexualidad y educación en un panel realizado en la UNL.. “Hay que trabajar en el concepto de sexualidad para no acotarlo sólo a lo biológico”, coincidieron los especialistas invitados.

En el marco del Día de la Educación No Sexista (21 de junio) y del Día Internacional del Orgullo LGTB (28 de junio), este martes se realizó el panel titulado “Sexualidad y Educación: encrucijadas y utopías”, en el que disertaron la doctora en Educación, Graciela Morgade, y el doctor en Psicología, Alejandro Villa.
Esta propuesta pretende generar un espacio de reflexión sobre las tensiones y utopías en torno a la educación y la sexualidad en el marco de la Educación Sexual Integral que establece la ley 26.150.
La actividad fue organizada por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a través del Programa Género, Sociedad y Universidad, y el Programa Educación y Sociedad junto con el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe.
Estuvieron presentes el vicerrector de la UNL, Miguel Irigoyen, Adriana Molina, directora del programa de Géneroel secretario de Innovación Educativa y Relaciones Institucionales del Ministerio de Educación, Oscar Di Paolo; Ana María Mántica, directora del programa y vicedecana de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC), el decano de la Facultad de Ciencias Económicas Carlos Beltrán, y demás funcionarios y público general.
En general cada parte en la introducción del panel plantearon aunar esfuerzos entre áreas gubernamentales, no gubernamentales y las universidades en tema de políticas públicas.
Construcción social de los cuerpos
Morgade inició su alocución planteando que la perspectiva de trabajar en el tema de la educación sexual desde la concepción de una construcción social de los cuerpos, tanto de las políticas públicas como de las universidades.
Desde ese punto la construcción tiene que ver con la identidad de las personas y por ello sostiene que “hay que reflexionar sobre los grupos a los cuales una persona pertenece y esto tiene que ver con la identidad, hay multiplicidad de pertenencias (nación, género, religión, entre otros). Esa identidad es una construcción a lo largo de la vida y se van adoptando diferentes posiciones o también puede suceder que esos grupos van tomando diferente relevancia en diferentes situaciones sociales”.
“Así el cuerpo también se va construyendo, hay intervenciones sociales en el cuerpo, esto tiene que ver con prácticas como por ejemplo el ser bella. Mucho responde a convenciones sociales. Pero hay que entender que no hay una única forma de construcción social del cuerpo sexuado, por ejemplo la travesti es una forma más de esta construcción”.
La especialista explicó que con la llegada y el aporte de la teoría queer ( que en inglés significa raro) “se piensa la construcción de cuerpos sexuados que no son solo masculino o femenino, sino que se incluye también las formas de vivir y ejercer la sexualidad. Plantean pensarse desde la rareza “todos somos en algún sentido un poco raro/a” esto pensar en la diversidad.
Sin embargo todavía existen “formas sistemática de reproducción de heteronormatividad de género desiguales” sostiene Morgade y ello se reproduce a través de los medios de comunicación, las TICs, la familia y la escuela, entre otros.
Hablar sobre la sexualidad
En general todavía está el problema de pensar la sexualidad desde una dimensión acotada a lo biológico cuando la ley de educación sexual integral abarca otras dimensiones. “La ley de educación sexual integral toma el tema desde una perspectiva compleja, que abarca la dimensión hormonal biomédica, también política, cultural, histórica, dimensión psicológica, ética, es decir excede y en mucho la dimensión biológica y sin embargo muchas veces se sigue pensando a la sexualidad como propio de la profesora de biología”.
Morgade sostiene que persisten “silencios sistemáticos” y que “hay que trabajar en el concepto de sexualidad”.
En el caso del ámbito escolar “¿cuál es la imagen de este concepto que tienen las y los profesores? Todavía pensar la sexualidad en la dimensión de las relaciones sexuales”.
“También este sentido de que es un tema que debe ser hablado en familia, es privado, hay temor y se considera tabú. Pero las familias tienen muy buena predisposición de que haya educación sexual es escuelas por el hecho de que les dificulta hablar con sus hijos/as, o porque sienten que faltan herramientas o dan vergüenza. Esto lo demuestran estudios”.
Morgade concluyó su alocución con que “en este momento creo que existen innovaciones, cambios en los sentidos hegemónicos de construcción social del cuerpo. O sea sigue habiendo una hegemonía de ciertas formas de pensar pero también hay cambios. Esos cambios estas siendo protagonizados/as por nosotros/as, chicos y chicas y docentes”.
“La escuela pública es un lugar donde todavía se siguen encontrando grupos, sujetos con experiencias diferentes. La escuela como espacio social sigue siendo un espacio valido de encuentro de los diferentes. Y en esa forma de construcción del conocimiento creo que la escuela tiene mucho por hacer por la educación sexual integral”.
Educación en la escuela
Alejandro Villa por su parte contó su experiencia en el trabajo de hace varios años en Ministerio de Salud de la ciudad de Buenos Aires y en capacitación docente en temática de sexualidad e intergeneraciones.
“Uno de los problemas fundamentales que tenemos para la implementación de la ley de educación sexual integral, primero es que hay una concepción particular de sexualidad que es la genital. Hay determinados discursos como es el psicológico, biomédico, entre otros y un enfoque de mirar la sexualidad desde el riesgo-un paradigma que en ciencias sociales tuvo mucha fuerza en los ‘80 y hoy sigue teniendo vigencia. Por ejemplo aplazar el inicio de las relaciones sexuales”, sostuvo Villa.
“Todos estos elementos obstaculizan visibilizar y reflexionar sobre el lugar de los cuerpos niños y niñas, adolescentes y adultos en la escuela”, afirmó el profesional.
Villa también planteó la cuestión de las dificultades que existen en la formación del docente inicial “para alcanzar la relación entre cuerpo y afecto con la noción de conocimiento”.
De modo general, el profesional plantea que hay tres dimensiones de análisis con las que hay que trabajar: “la noción de educación sexual, porque hay una concepción hegemónica como tema de conocimiento; el tema de la transmisión de sexualidad la entendemos como algo que se da o se quita, se habla o no se habla. Uno emite el otro recibe. Si se da un taller ya está, no hay continuidad sobre el tema”. Y otra cuestión a analizar es el lugar de la autoridad docente en la transmisión de conocimiento. “Los profesionales no son los únicos y solos que resuelven el tema en la escuela. La educación sexual es conocimiento universal, el docente se ve interpelado por alumnos y debe dar respuestas. Acuden a un conocimiento, porque no saben cómo transmitirlo, no se sienten capacitados o legitimados para dar ese conocimiento”, plantea Villa.
Por último sobre la relación pedagógica y con la escuela como institución:“el lugar que tiene la experiencia del docente, las posibilidades institucionales, tener un espacio para reflexionar, la posición del docente y relaciones de poder vinculadas a la dimensión genero, entre otros”.

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