domingo, 23 de junio de 2013

SANTA FE: POLICIALESSábado, 22 de junio de 2013 “Me robaron dos veces en cinco días y ni siquiera es un récord”

La frase pertenece a Gabriel Moreno, un comerciante de avenida Facundo Zuviría que denunció una ola de asaltos en la zona. “No soy el único afectado, faltan policías que hagan prevención”.
A metros de la avenida. El cíber de Moreno, resguardado por las rejas.  (Javier Escobar)A METROS DE LA AVENIDA. EL CÍBER DE MORENO, RESGUARDADO POR LAS REJAS. (JAVIER ESCOBAR)
Ochos años de trabajo al frente de un cíber ubicado a metros de la avenida Facundo Zuviría, sobre calle Gorostiaga 3.100 le dieron a Gabriel Moreno una perspectiva sobre cómo cambió el barrio y la zona comercial con el paso del tiempo.

Los hechos de inseguridad que solían ser un mal esporádico hoy son moneda corriente para quienes emprendieron un negocio en el área. La frecuencia y sobre todo violencia que acarrean los casos hicieron que Moreno tomara la decisión de cerrar su local tras sufrir dos robos en menos de cinco días. Fue un impasse, hoy lo reabrió pero el temor es latente.

“No tengo otra manera de sobrevivir y de mantener a mi familia. No puedo dejar de trabajar, pero el miedo de tener que venir y saber que en cualquier momento alguien entra con un arma, no me lo saca nadie”, expresó en diálogo con Diario UNO y lanzó una frase que puede resumir el malestar que se repite entre los comerciantes: “Hoy preferimos tener un cliente menos antes que abrirle la puerta a alguien que no conocemos”.

—¿Es viable sostener un comercio si se trabaja en esas condiciones? 
— No sé si es viable, pero te repito que es la única forma que yo tengo de llegar a fin de mes. Yo invertí para poder empezar este negocio, mi esposa también es comerciante y le han robado y no quedan negocios que no hayan sido blanco de asaltos. Como podemos, nosotros tratamos de tomar medidas que nos resguarden del delito. Ahora instalamos más cámaras de seguridad, tenemos timbre en la puerta para que nosotros habilitemos quién ingresa y quién no. Pero nada es una garantía.

“El caso del hombre que mataron en Candioti Norte, también tenía timbre, pero solo por el aspecto no podés diferenciar si te van a robar o no (la víctima, Sergio Carande de 54 años, fue baleado en un intento de asalto en su supermercado de calle Calchines al 1.500). Es una locura lo que está pasando. Nosotros ahora le preguntamos a la gente qué cliente los recomendó y entonces los dejamos pasar. Sentimos que no podemos confiar en nadie. Preferimos no tener un cliente nuevo antes que abrirle la puerta a alguien que no conocemos. Ésa es una lógica que escapa a cualquier comerciante, pero es la única alternativa que nos está quedando”.

—¿Se ven policías en la zona?

—Muy cada tanto. Lo que nosotros estamos viendo es que cuando hay muchos robos en Facundo Zuviría, traen más policías hasta que se calma. En ese período aumentan los casos de inseguridad en avenida Aristóbulo del Valle. Cuando ellos se quejan, desaparecen los policías que tenemos en esta zona y los mandan para allá. Es como que tienen una cierta cantidad de agentes que los van moviendo según donde sea el problema. Pero evidentemente no está dando resultados, la solución no es poner un parche cuando la gente se queja, necesitamos respuestas que sean permanentes. En marzo pasado, balearon al dueño del cíber que está ubicado en frente al nuestro. Hubo policías unos días y después desaparecieron. Por eso insisto en que los cambios tienen que ser verdaderos y no sólo para calmar las aguas después de un hecho grave.

En todos los rubros 
Tras el reclamo de Gabriel, otros comerciantes de la zona se sumaron al reclamo. En general, coincidieron con el testimonio de Moreno: “Las prevenciones no han alcanzado para paliar el delito, que se sigue sucediendo y con mayor violencia”. De esta manera, los trabajadores de locales de avenida Facundo Zuviría mostraron su descontento por la repetición de robos y asaltos en la zona.

Uno de los que explicó esta situación es Jorge, encargado de un local de venta de baterías, que desde hace más de un año atiende al público y que cargó el reclamo hacia la Justicia provincial.

“Son los jueces que están largando a los delincuentes. Les dan las salidas transitorias y vuelven a delinquir”, expresó cansado de la problemática que tendría su foco en el tramo norte de la avenida. “¿Qué están esperando, que le disparen a un comerciante, que lo maten para hacer algo?”, se interrogó Jorge.

El mismo temor se repitió en el relato de María Belén, propietaria de una casa de venta de indumentaria femenina que hace poco menos de un mes fue desvalijado por completo. “Se llevaron de todo: la caja con dinero en efectivo, tarjetas de teléfono. No dejaron nada. Fue en horas del mediodía cuando estábamos por cerrar. Entraron dos delincuentes mayores, armados y nos apuntaron a mí y a mi marido. Y sin embargo, uno tiene que volver a trabajar igual. No nos queda otra porque vivimos de esto”, expresó la mujer.

“Hace poco menos de un mes que me pasó algo similar al robo de María Belén. Y todavía no pude recuperar ni la mitad de la mercadería que tenía”, expresó Mario, propietario de un polirrubro.

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