jueves, 27 de junio de 2013

SANTA FE: Analizan la opción de relocalizar la fuente de Los Niños Cazadores

Se encuentra sobre la Peatonal San Martín, a escasos metros al sur de La Rioja. Días atrás, vándalos rompieron el plato de la escultura, por lo cual se estudia la reposición de la pieza y el destino final de la obra.

Analizan la opción de relocalizar la fuente de Los Niños Cazadores

 La fuente de Los Niños Cazadores se encuentra en la Peatonal, metros al sur de calle La Rioja. La obra es una réplica de otra del mismo nombre, del escultor Pierre Mazeline (1632-1708), ubicada en L’ Allée d’ Eau (la Avenida del Agua), que conduce a la Fuente de Neptuno, en los jardines de Versalles, Francia.

Días atrás, jóvenes vándalos rompieron el plato superior de la escultura. El hecho se registró a través de las cámaras y los muchachos resultaron detenidos. Esta situación se sumó al deterioro que afectaba a la obra por cuestiones climáticas, por lo cual hoy se analiza la posibilidad de relocalizarla en un espacio más adecuado para su conservación.

En diálogo con Diario UNO, la subsecretaria de Diversidad Cultural municipal, Isabel Molinas, explicó: “Estábamos trabajando en la fuente antes del episodio de vandalismo, en el marco de los programas de conservación y restauración de emplazamientos escultóricos. Se había hecho ya un diagnóstico y un plan de actividades para la restauración”.

En tal sentido, la funcionaria detalló los caminos para la recuperación del plato destruido: “Una era la propuesta de un especialista en mármol de colocar una red al plato. La segunda era repetir la restauración anterior, pero como nuestra ciudad tiene muchos cambios climáticos que generan fisuras, pero si además fue restaurada, las zonas donde se completaron faltantes tienen una densidad diferente por lo que se ven afectadas especialmente. La tercera alternativa era reponer el plato con una pieza nueva, que es lo que vamos a hacer”.

Más allá de la pieza rota, Molinas destacó: “Estamos evaluando la construcción del plato y hay que definir la reubicación de la fuente. El trabajo implica construir el plato, colocarlo y evaluar si la fuente se va a relocalizar. La tendencia es a relocalizar las obras donde no estén en riesgo del vandalismo ni expuestas al clima. Estamos analizando la relocalización de distintas esculturas de la ciudad”.

En el caso de la fuente de Los Niños Cazadores, Molinas especificó que “el lugar es muy transitado y con poco espacio para percibirla y sentarse a disfrutar el sonido del agua y la tendencia internacional es preservarlas en museos o galerías especiales con luz natural. En materia de recuperación es mucho lo que se hizo, pero sabemos que es mucho lo que queda por hacer. Una intervención, para que sea adecuada, implica un trabajo interdisciplinario, por lo cual cada escultura es una situación de investigación y toma de decisiones. Así se recuperaron muchas esculturas y murales”, concluyó.

Un especialista
El restaurador de obras de arte Mauro Fornari estuvo a cargo, junto a su hermana Flavia, de la última restauración que se realizó sobre la escultura mencionada. Atento al estado actual de la obra, en diálogo con Diario UNO el especialista describió: “Cuando se hizo la restauración, la fuente estaba en condiciones similares a las que se encuentra hoy. En ese entonces, año 2000, el plato que hoy está prácticamente destruido estaba partido en tres partes. Hoy la fuente tiene una mayor erosión porque el agua cae de manera desigual a raíz del viento y el mármol de Carrara es bastante frágil”.

“En la restauración anterior se le colocaron pernos de acero inoxidable al plato, se lo volvió a emplazar y se lo niveló para que el agua cayera de manera pareja. Luego se realizó una limpieza y se reconstruyeron las partes faltantes. Nos contrató la Asociación de Amigos de Calle San Martín, que nos pidió colocar una reja alrededor, aunque no estábamos de acuerdo. Tiempo después, un vehículo impactó contra la misma y debieron quitarla”, continuó.

Según el restaurador, si bien tras la restauración se hizo un plan de mantenimiento, “el mismo no se cumplió y era muy importante, fundamental para preservarla, dado que se encuentra a merced de los factores climáticos”.

En relación a la reparación actual, Fornari indicó: “Desde el punto de vista de la restauración conservativa, a la que yo me dedico, se debería reconstruir lo existente que se rompió, recuperando las partes originales, quitando las patologías que tiene, no los años; utilizando los materiales adecuados”.

El restaurador hizo la tecnicatura en Artes Visuales en Santa Fe y en sus inicios, junto a Salvador Mazza, restauraron el retablo de la Basílica de Guadalupe. En 1994 se trasladó a Italia donde se perfeccionó y se desempeñó en obras relevantes, tales como “la bóveda de la Iglesia de San Ignacio de Loyola, en las obras de Francesco Borromini, en las catacumbas, trabajando para la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra del Vaticano”. Cuando retornó, trabajó en la recuperación del arco de la boca del escenario del Teatro Municipal santafesino, tras un incendio. Volvió luego a Roma algunos años más y de regreso en Santa Fe, hoy desarrolla la restauración de distintos espacios y esculturas de la Bolsa de Comercio.

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