miércoles, 26 de junio de 2013

Rousseff enviará al Congreso brasileño el pedido para un plebiscito

Legisladores definirán los detalles para alcanzar la reforma política que exigen los manifestantes. No habrá una asamblea constituyente: "No tenemos tiempo hábil" señaló el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.

Rousseff enviará al Congreso brasileño el pedido para un plebiscito
 La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, enviará al Congreso el pedido para que se haga un plebiscito para una reforma política en el país, aunque sin la convocatoria de una asamblea constituyente, informó el martes el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.

"La presidenta encaminará a los presidentes de la Cámara y del Senado la propuesta del Ejecutivo para la realización de un plebiscito", dijo Mercadante. "No tenemos tiempo hábil para realizar una constituyente", añadió.

El ministro dijo que todo se hará lo antes posible,ante la inminencia de las elecciones de octubre del próximo año en el país.

"El objetivo es la brevedad porque cualquier cambio legal se hace hasta un año antes de la vigencia de una elección", explicó.

Tras históricas manifestaciones de descontento de la población contra la corrupción y por mejores servicios públicos que llevaron a más de un millón de personas a las calles el jueves,Rousseff propuso el lunes que la población decida en un plebiscito la creación de una Constituyente que lleve a cabo una reforma política.

La mandataria brasileña se reunió el martes con los presidentes de la Corte Suprema, primero, y después de la Cámara y el Senado para debatir su propuesta.

"En esas consultas, especialmente con la Cámara y el Senado, hubo entendimiento en torno a la realización de un plebiscito con foco en la reforma política", dijo el ministro tras la reunión.

El candidato presidencial opositor Aecio Neves, presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), calificó a la eventual Constituyente como "irresponsable". "Es peligroso porque allí se discutirá tal vez el parlamentarismo, qué haremos con la reelección", afirmó Neves.

El vicepresidente, Michel Temer, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), calificó la propuesta de "inviable".

El presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Alves, también del PMDB de Temer, dijo que Rousseff "apoyó" la salida propuesta por Temer, un plebiscito para que el Congreso resuelva las cuestiones de la reforma política.
  
Joaquim Barbosa, el jefe del Supremo Tribunal Federal (STF) subrayó que el país está en una "crisis grave", que también es de "legitimidad" aunque aclaró que la democracia "está sólida". Además, agregó que el pueblo brasileño “tiene la instrucción suficiente para responder un plebiscito”.

Enemigo acérrimo del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y del ex presidente Luiz Lula da Silva, el ministro de la corte Gilmar Mendes vinculó la propuesta con los modelos bolivarianos. "Nos fuimos a dormir siendo institucionalmente sólidos como Alemania, Italia o España y amanecimos como Venezuela y Bolivia".

En el Congreso, el presidente del Senado, Renán Calheiros, propuso como respuesta a las protestas callejeras suspender el receso de julio, que el fondo del petróleo sea destinado a la educación y que el Estado cubra el costo del boleto de transporte público de los estudiantes.

Rousseff recibió este martes a organizaciones sociales del Gran San Pablo que reclamanmejores condiciones de transporte y control del precio de los alquileres en las periferias de las ciudades.

Por la noche, el consenso general era la realización de un plebiscito, mientras manifestantes marchaban en Rio de Janeiro y en San Pablo cortaban la principal carretera del país, la Via Dutra, a la altura de Sao José dos Campos, ciudad industrial donde está ubicada la fábrica de aviones Embraer.

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