jueves, 27 de junio de 2013

ROSARIO: Una escuela de zona sudoeste vivió una tarde dramática por un tiroteo

Lo que pudo haber pasado asustó tanto a las docentes y padres de la Escuela Nº 1.381, de la zona sudoeste de la ciudad, como los tiros que el martes a la tarde retumbaron frente al colegio cuando los chicos de séptimo grado estaban por salir de la clase de educación física.
Una escuela de zona sudoeste vivió una tarde dramática por un tiroteo

 Fueron cuatro o cinco disparos que realizaron dos muchachos en moto, tras discutir con otras personas en la vereda. Uno de los proyectiles destrozó la luneta del auto de la directora, estacionado a menos de cinco metros de una mamá que esperaba en la puerta y que se arrojó al piso sobre su nene de 3 años para protegerlo de las balas.
La dramática escena que se vivió minutos antes de las 16 frente a la escuela de Doctor Riva 5740, dos cuadras al este de Rouillón y cuatro al sur de bulevar Seguí, actualizó la preocupación de padres y docentes por los incidentes con armas de fuego cerca del colegio. Fueron cinco en los últimos dos meses y algunos en horarios de entrada o salida de los alumnos.
"No podemos dejar pasar una situación así. Este año nos alarmaron bastante los tiroteos entre grupitos en la zona", expresó la directora, Marisa Costello, respecto de esas disputas que los vecinos atribuyen a peleas entre "bandas", no necesariamente ligadas al fenómeno del narcotráfico.
El hecho volvió a poner en debate la situación de escuelas en barrios atravesados por situaciones de criminalidad. Una preocupación que este año plantearon en forma reiterada los gremios docentes Amsafé y Sadop.
A la institución, que aún busca un nombre propio, asisten 700 chicos entre los turnos mañana y tarde. Se suman más de cien alumnos de la escuela nocturna. Fue creada hace ocho años y tiene un comedor en el que los chicos desayunan, almuerzan, meriendan y cenan.
Perfil. El establecimiento ocupa toda una manzana en una geografía de casas bajas construidas por planes sociales, a las que fueron derivados vecinos de Tablada o Las Flores, entre otros barios. Cada sector ostenta distintos nombres y los vecinos no se ponen de acuerdo sobre la denominación del lugar, cercano a las torres de Seguí y Garzón.
El martes, a las 14.45, faltaban apenas diez minutos para que salieran los chicos de séptimo grado que practicaban educación física en contraturno. Según contó la directora, una mamá que esperaba en la puerta con su nene más chico (3 años) vio que dos muchachos en moto discutían con otras personas cruzando la calle. Advirtió que uno de ellos sacaba un arma y atinó a tirarse al piso sobre el chiquito en el hall de entrada, frente al portón de ingreso y a menos de cinco metros del auto baleado.
"Fue una escena tremendamente dramática, lo único que alcancé a ver desde la ventana", describió esa situación la vicedirectora, Silvia Ortiz, para quien lo más angustiante fue "la ponderación de lo que hubiera podido pasar", además de constatar "las situaciones de violencia a las que viven expuestos los chicos".
"Fueron cuatro o cinco tiros", apuntó Costello, quien en ese momento estaba en su oficina junto a la calle. Al escuchar las detonaciones pensó que eran "las explosiones del motor de una moto". Pero enseguida empezó a sonar la alarma de su auto, un Chevrolet Agile al que un proyectil le había destrozado la luneta. "Cerré la escuela inmediatamente y llamé al 911", repasó.
Luego de contener a la mamá que esperaba en la puerta, dio a los chicos la orden de no salir hasta que llegara la policía. Minutos más tarde arribó un móvil del Comando Radioeléctrico y finalmente radicó una denuncia en la comisaría 19ª.
Luego, personal de Criminalística peritó el auto de Costello, quien ayer se reunió con directivos de otros colegios de la zona que resolvieron transmitir esa preocupación común al Ministerio de Educación provincial.
Esta no fue la primera vez que un incidente armado golpea a las puertas del colegio. Un mes y medio atrás, contó Costello, se produjo un tiroteo frente a un ingreso lateral, a las 13.15, cuando entraban nenes del nivel inicial.
La escuela había solicitado por escrito a la Unidad Regional II que evaluara "proteger más la zona, al menos en los horarios de entrada y salida" del colegio. Y reiterará el pedido.
“Me da miedo traerlo al colegio”
En el horario de entrada del turno tarde, las madres esperan alerta que se abran las puertas y no se despegan un segundo de los chicos. “El problema está en el barrio. La escuela es excelente”, distinguió Norma Juárez, de 48 años, quien lleva a su nene de 6. “Sinceramente, me da miedo traerlo, expresó. Mariana Joya, de 40, acompaña a su nieto de 7. “Nos quedamos en la puerta hasta que entran. Si te quedás un par de horas vas a escuchar los tiros”, señaló.

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