Tal como había ocurrido con el financista Federico Elaskar y el contador Leonardo Fariña, Sergio Triviño negó ante el juez haber sacado las fotos de una supuesta bóveda en la chacra de su jefe, Lázaro Báez.
El empleado de Lázaro Báez fue careado el jueves pasado por el juzgado federal de Río Gallegos con Fabián Coli y Mirta Mayorga, la pareja que había filtrado las imágenes del sótano del inmueble, y que habían sido utilizadas como prueba por la diputada Elisa Carrió.
"A la chacra del señor Báez hace más o menos siete meses que no concurro", fue la declaración de Triviño frente al juez, según publica hoy el Clarín.
El empleado de Báez también intentó despegarse de Colia y de Mayorga: "Con ellos tengo una relación de conocimiento, a veces voy a su casa a compartir una comida, he llevado mi computadora a su domicilio para que me cargue música", explicó.
Además, remarcó que sólo vio "dos veces" en su vida a Báez: "En el asado de inauguración de la empresa y hace 7 meses cuando fui a verificar el trabajo", detalló.
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