Los gremialistas cercanos al Gobierno insistirán con mantener un encuentro con la Presidente esta semana, a la espera de poder acercarle sus reclamos: Ganancias, obras sociales y salario familiar.
El metalúrgico Antonio Caló pretende obtener una audiencia con la jefa de Estado en los próximos días porque el jueves de la semana próxima habrá un plenario de secretarios generales de esa central obrera alineada al Gobierno nacional.
En la lista de inquietudes y reclamos que los dirigentes se proponen llevarle a Cristina Kirchner se encuentran la modificación del impuesto a las Ganancias, la deuda con las obras sociales sindicales y la actualización de los montos por asignaciones familiares y de seguro de desempleo, publica el diario Clarín.
Si bien el Ejecutivo ya otorgó una suba del 20% del mínimo no imponible del tributo, los sindicalistas insistirán con Ganancias porque quedaron desconformes con el aumento anunciado, aunque saben que difícilmente este año lograrán su cometido.
Regularizar la deuda con las obras sociales es, en cambio, uno de los tópicos en los que más confían pueden obtener alguna respuesta positiva. Según estimaciones del taxista Omar Viviani, el Estado adeudaría más de 4.000 millones de pesos por tratamientos y operaciones de alta complejidad que fueron costeados por las obras sociales sindicales.
En setiembre pasado, la Superintendencia de Servicios de Salud anunció un nuevo sistema que prometía hacer más ágiles los reintegros, pero cinco meses después los pagos siguen siendo escasos. “No están pagando nada, está todo muy atrasado”, se quejó el jefe de Luz y Fuerza, Oscar Lescano.
Una suba en las asignaciones familiares es otro de los planteos que quieren acercarle a la Presidente, al igual que lo que pide la CGT de Hugo Moyano. De hecho, los tres principales reclamos son compartidos por la central obrera liderada por el camionero, actualmente enfrentado al kirchnerismo.
Por esta razón se habló en varias oportunidades, de una y otra CGT, que podría haber una “reconciliación” y volver a unirse, aunque en los últimos días esa posibilidad se dilató y fue descartada por los líderes de ambas entidades cegetistas.
“No es necesario un pacto para favorecernos mutuamente. Se cae de maduro que ellos van a reclamar y que nosotros nos sentaremos a negociar con el Gobierno. Una cosa es consecuencia de la otra”, opinó un dirigente de la CGT oficialista al matutino
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