La diputada rechazó el acuerdo con Irán y pidió un tiempo extra para hablarle al funcionario. "Soy cristiana y una judía espiritual, siento que me ha entregado junto al pueblo hebreo", le dijo mirándolo a los ojos
Durante la exposición que realiza ante un plenario de Comisiones en el anexo de la Cámara baja, Héctor Timerman debió escuchar un duro mensaje de Elisa Carrió, que lo acusó de haber "entregado" al pueblo judío y al argentino al promover el acuerdo con Irán en la investigación del atentado a la AMIA.
En primer lugar, apuntó al memorándum de entendimiento y consideró: "Esto rompe toda regla de sentido común, a ninguna víctima se le ocurre que puede haber verdad y justicia en la propia casa del imputado del crimen". "Es como ir a averiguar a la casa del Gordo Valor, si el Gordo Valor es un ladrón", comparó.
Luego, la referente de la Coalición Cívica analizó la estrategia oficial: señaló que los funcionarios del gobierno argentino "hicieron el trabajo sucio para los Estados Unidos y Brasil". Y cuando le avisaron que se había agotado su tiempo de exposición, pidió un minuto más para enviarle un mensaje directo al canciller.
"Le quiero hablar al señor Timerman y decírselo a la cara: por el conocimiento que hemos tenido, por el cariño que nos hemos profesado, un afecto sincero, de gente civilizada y no mediocre, nos hemos conocido. Hemos acordado cuando usted se fue a trabajar con el kirchnerismo y hemos mantenido una excelente relación, de modo que no entienda que esto es una cuestión personal o política", aclaró Carrió.
"Usted sabe, los dos sabemos que somos profundamente creyentes y que yo tengo una mezuzah en la puerta de mi casa, porque, siendo cristiana, soy una judía espiritual", destacó la legisladora, que de inmediato remató: "Le quiero decir de todo corazón que yo siento que usted me ha entregado, y que ha entregado al pueblo hebreo y al pueblo argentino. Y que hubiera renunciado antes de firmar esta vergüenza. Se lo digo de corazón. Muchas gracias".
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