Tras la detección de radiadores sustraídos del Teatro puestos a la venta en Internet, la Justicia ahora investiga un faltante de más de 100 documentos históricos y otros objetos por un valor que supera el millón de dólares.
Según la agencia Noticias Argentinas, muchas de las cartas o manuscritos firmados por importantes compositores internacionales son vendidas en portales de Internet de los EstadosUnidos.
La causa que investiga estos robos está a cargo de la Fiscalía de Instrucción número 13 deCapital Federal, a cargo de Marcelo Roma,Secretaría de Roberto Sola.
Debido a estas irregularidades, Interpol argentina envió un pedido de intervención a la filial de Estados Unidos, aunque aún no hubo respuestas,reveló un jefe policial.
Durante el fin de semana se conoció que unos 14 radiadores se vendían a 749 pesos cada uno por el portal Mercado Libre y debido a esa situación se inició otra causa a cargo de la Fiscalía de Instrucción número 10 de Capital Federal, cuyo titular es José María Campagnoli.
Diana Fasoli fue la directora de la biblioteca del Teatro Colón hasta el 31 de diciembre pasado y fue quien encabezó las denuncias por los faltantes del patrimonio histórico.
Fasoli, quien dijo que renunció al notar "una falta de interés" de parte de las autoridades del Colón y de la Ciudad sobre estos robos ocurridos durante la reforma, que se inició en 2006 y cuya inauguración fue el 24 de mayo de 2010 por los festejos del Bicentenario de la Patria.
"Muchos de los documentos históricos que se robaron ya están en el exterior y se vendían en un sitio de los Estados Unidos", precisó.
Entre los documentos faltantes hay "cartas de compositores, documentos administrativos del Colón antiguo, autógrafos musicales, prosas de partituras de los autores firmadas".
Fasoli explicó que los robos se produjeron durante la remodelación, ya que sostuvo que "cuando estaban trasladando todo, el teatro era tierra de nadie y entraba y salía cualquiera".
Fasoli agregó que, además de los documentos se robaron "más libros de arte, parte del pisoy otros objetos, cuyos valores superan el millón de dólares en total y seguramente ahora están en manos de coleccionistas cuando deberían estar en el Colón".
"Alguien tiene que haber firmado para autorizar la salida de todo. Hubo complicidad de funcionarios porteños y del Teatro Colón", precisó.
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