miércoles, 16 de enero de 2013

ROSARIO: Militantes baleados acusaron a subcomisario de “narco”


 Los jóvenes atacados en Nuevo Alberdi declararon ante la Justicia Federal y vincularon al titular de la subcomisaría 2ª con la venta de drogas y la amenaza a su padre, Ramón Ferreyra. El Movimiento Evita denunció una operación de prensa de la provincia.

Militantes baleados acusaron a subcomisario de “narco”

 Los hermanos Carlos y Ariel Ferreyra, militantes del Movimiento Evita baleados por narcos la semana pasada en Nuevo Alberdi, declararon en la Justicia Federal, fuera de Rosario, y sindicaron al titular de la subcomisaría 2° de ese barrio como “narcotraficante”. Vincularon al policía al búnker que fue destruído por vecinos y a la amenaza que recibió Ramón Ferreyra, padre de los heridos. Además, el diputado justicialista e integrante de la agrupación Eduardo Toniolli denunció una operación de prensa de la provincia para “ensuciar” a los militantes.

El Movimiento Evita de Santa Fe aclaró que la declaración de la familia Ferreyra se llevó a cabo este miércoles en otra jurisdicción que no es Rosario y ante un fiscal federal “porque los hechos denunciados se encuadran dentro la figura de narcotráfico”.

En ese marco, denunciaron que el “subcomisario Mendoza”, jefe de esa seccional del barrio de zona oeste, no sólo está vinculado a la venta de drogas sino que fue el autor intelectual de la amenaza de muerte a Ramón Ferreyra, que motivó a la familia abandonar el barrio. Según su presentación, los soldaditos que lo apretaron reprodujeron parte de lo que Ferreyra había declarado ante una sumariante de la sub2ª.

“Actitud miserable de Drivet”

“A la falta de seguridad brindada por el Estado Provincial a los testigos del hecho, se le suma la actitud miserable del Secretario de Seguridad Matias Drivet, que operó durante cuatro días para instalar en los medios de comunicación que la agresión sufrida por nuestros compañeros se debía a que estaban involucrados en la venta de estupefacientes”, agrega un parte del comunicado.

“Lo más grave es que Drivet filtró a algunos periodistas y a un portal de ex policías provinciales exonerados de la fuerza (Ultrapol), las actuaciones sumariales llevadas adelante por la subcomisaría 2ª de la ciudad de Rosario, y un seudo informe de inteligencia de la misma dependencia, cuyo titular -el subcomisario Mendoza- acaba de ser sindicado por los testigos en su declaración ante el fiscal federal, por su relación con el bunker de venta de estupefacientes del barrio Nuevo Alberdi, y el responsable intelectual de las amenazas a Ramón Ferreyra, cuya primera declaración ante una sumariante de la Sub 2ª -realizada unas horas antes- fue reproducida con precisión por quienes lo encañonaron con un arma en la cabeza el viernes a la noche”, continúa la denuncia.

Y añade: “El mismo Carlos Ferreyra detalló el procedimiento, a todas luces irregular, por medio del cual la misma sumariante le tomó declaración en el hospital mientras lo intervenían por las heridas recibidas, sin leerle el escrito antes de firmarlo, y desmintió haber enunciado afirmaciones que los diarios reseñan como de su autoría en el citado documento”.

“La operación del titular de la comisaria sub 2ª para encubrir su responsabilidad, y la operación de Matias Drivet para "salvar la ropa" de su gestión al frente del Ministerio (por ausencia del ministro Lamberto), coincidieron. Decidieron "jugar fuerte" y no les importó, para ello, ensuciar a cuatro militantes, cuatro laburantes”, sigue.

Para el Movimiento Evita: “Ni Bonfatti, ni Galassi, ni Lamberto se comunicaron con nosotros, en ningún momento. Mientras tanto los compañeros de la JP Evita están pintando el comedor de Ramón y trabajando en la realización de una jornada solidaria en Nuevo Alberdi”.

La militancia de los heridos y su familia

Tras la denuncia, el Movimiento Evita describe la historia de los Ferreyra en el barrio: “Ramón es reconocido por su militancia barrial en Nuevo Alberdi desde hace 15 años, y por encabezar en los últimos meses el reclamo por las obras necesarias para parar la inundaciones en el barrio y por la reposición de la luminaria pública de la zona, rota por los narcos para poder operar sin sobresalto de noche.

“Carlos y Ariel, los hijos de Ramón, hacían changas como carpintero y vendedor ambulante respectivamente, y después de trabajar colaboraban con su padre en la militancia social. Gastón Arregui trabajaba de albañil de 8 a 18 y luego acompañaba a Ramón en sus reclamos y tareas sociales. Cuando se sumó al Movimiento Evita dijo que lo hacía siguiendo el ejemplo de su madre, militante peronista de Río Gallegos, y de su tío, militante de la UES del Industrial de Santa Fe, desaparecido durante la última dictadura cívico militar.

“Estos son nuestros compañeros. Los Ferreyra se tuvieron que ir de la Provincia de Santa Fe; Gastón Arregui está en una cama de la terapia intensiva del HECA peleando por su vida. La seguridad, el alojamiento y la alimentación de ambas familias están, desde el viernes a la noche, a cargo de nuestra fuerza política”.

El comunicado que fue firmado por Gerardo Rico, diputado provincial e integrante de la Mesa Ejecutiva Nacional Movimiento Evita, Eduardo Toniolli, diputado provincial y secretario general del PJ Rosario, José Berra, secretario general Movimiento Evita de Santa Fe, y Fernando Rosúa, secretario político del Movimiento Evita.

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