martes, 2 de octubre de 2012

Sacabollos trabajan en Paraná para reparar autos dañados por el granizo

Utilizan dos sistemas para la reparación de abolladuras. Arreglan entre dos o tres vehículos por día, según el daño constatado. Estiman que atenderán alrededor de 100 autos durante un mes. Definen a su tarea como “artesanal” y los trabajos se cobran teniendo como referencia la cantidad de abolladuras que presenta el automóvil.


La fuerte granizada que afectó a Paraná, la zona de Paraná Campaña y Santa Fe provocó importantes daños en propiedades, aves y vehículos que se encontrabana a la intemperie cuando se produjo el fenómeno climático, alrededor de las 4 de este martes.

La duración de entre 5 a 10 minutos que tuvo la embestida de la pedrada y el tamaño de la misma hizo que los daños fueran de diferente magnitud en los automóviles. Sin embargo, en la mañana de hoy los talleres de chapa y pintura se convirtieron en el centro de recepción de consultas de los damnificados, así como las respectivas compañías de seguros.

Lo cierto que en la capital entrerriana la granizada imprevista y la urgencia por reparar los daños fueron de la mano, tanto que en uno de los talleres de chapa y pintura con mayor trayectoria de la zona se dieron cita dos especialistas en sacarbollos, convocados por el piloto que compite en categorías provinciales Orlando “Rulo” Giorgio.

Sebastián Cichero y Mariano Salibi, quienes residen en Rosario, se especializan en “sacar bollos” en las carrocerías de automóviles, no solamente afectados por fuertes granizadas, sino que también se encargan de arreglar “golpes en estacionamientos, abollones”.

Ante la presencia de UNO explicaron con precisión de orfebre su trabajo, al que definen “como artesanal”, en el cual utilizan herramientas compradas en el exterior y en otros casos de fabricación propia.

Lo que llama la atención es que la tarea no requiere de mucho esfuerzo, sino de inteligencia, mucha paciencia y de movimientos coordinados para dejar la chapa como nueva. Según pudo comprobar este portal, emplean un panel lumínico de acrílico, martillos pulidos de puntas redondeadas y ventosas del tamaño de una moneda que se adhieren a la chapa del vehículo, siempre dependiendo el sector que se desee reparar. Todo con el objetivo de hacer “desaparecer” la abolladura, sin importar el grado del daño ni el sector donde se localice.

“Las partes abiertas -del auto- son aquellas donde vos podés trabajar. Las partes cerradas se ubican en los lomos, en los bordes altos, donde se trabaja con otro sistema, por ejemplo la ventosa”, afirmó Mariano Salibi.

Acerca de la función que cumple la iluminación destacaron que “capta la profundidad del bollo, la porosidad, hasta donde lo tenés que llevar”. A su vez se encargó de aclarar que el “contacto con la pintura es mínima”.

“Hace 12 años que hacemos este trabajo. Una de las primeras provincias afectadas por el tema del granizo fue la provincia de Córdoba”, dijo Sebastián Cichero a UNO.

A su lado, Mariano Salibi, explicó que en la provincia mediterránea “hay muchas automotrices donde se aprende el servicio. Una vez que terminás de aprender el oficio te abrís y ahí donde salís a otras provincias a brindar el servicio para que la gente sepa que no solo pintando el vehículo se arregla, sino que conservando la pintura original con este trabajo artesanal”.

Al mismo tiempo agregó que “al ser artesanal no se daña, se hace mucho más rápido que al hacer chapa y pintura. Es un trabajo que por mucho tiempo no se quiso mostrar, por el miedo a la competencia, la mentalidad de gente más cerrada. Nosotros trabajamos adelante de cualquiera, porque si bien parece fácil, no lo es”.

“Trabajamos con los alerta de granizo, recibimos tanto información en nuestra página como a través de los medios de comunicación. Hace un mes estuvimos en Gualeguaychú, donde el granizo fue más fuerte que en Paraná y los daños fueron dos o tres veces más grandes. En Paraná vamos a sacar entre dos o tres autos por día”, recalcó Sebastián.

Sin detenerse en su labor, Sebastián puso énfasis “en el pulso del golpe, es donde hay que tener más cuidado”.

“Hasta que no terminemos con el último, con compañía o con particulares, no nos vamos. Pero estamos hablando que hay una compañía con 50 autos y la otra con 40 autos. Nos vamos a quedar en Paraná entre 30 días o un poco más”, describió uno de los Cazadores de granizo.

En relación al precio que se cobran los trabajos aseveró: “No queremos con esto asustar a la gente: estamos hablando por lo general de autos de alta gama castigados bastante por el granizo. Nos interesa que nos vengan a ver y nosotros vamos a atender a todos por igual. Los precios pueden oscilar entre 200 y 8.000 pesos según la cantidad de abolladuras que presente el vehículo”.

Asimismo admitieron que este miércoles se reunirán con dos importantes compañías de seguro para cerrar un acuerdo.

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