lunes, 6 de agosto de 2012

RECONQUISTA: Investigan a agentes de salud por negarse a practicar una cesárea

Fueron separados de sus cargos por el Ministerio de Salud. El bebé de una madre parturienta nació muerto, luego de pasar toda la noche sin que se le adelante el parto. La Justicia también interviene en el caso.

 El Ministerio de Salud decidió separar preventivamente de sus cargos a cuatro operadores de salud, el médico de guardia Ariel Goldberger, la partera Débora Dagatti y los enfermeros Jorge Debárbora y Noemí Scarel, implicados en un confuso hecho ocurrido en el Hospital Central de Reconquista.

El caso que derivó en un sumario administrativo paralelo a una causa judicial en curso se produjo en la noche del miércoles cuando Julieta Oviedo, un joven de 25 años del barrio Villa María Dolores que estaba ya en la última etapa de su embarazo, se presentó en la guardia del nosocomio con claros y evidentes síntomas de parto.

Según su propio relato a medios locales, imploró por horas que se le practicara una cesárea, “mientras mordía hasta las sábanas en su desesperación”, pero la partera de turno le habría respondido que “éstas no son horas de cesárea”, según informó el sitio Reconquista Hoy.

A pesar de su estado, primeramente se intentó conducirla en ambulancia a su domicilio, pero ante sus gritos desgarradores recibió calmantes para que pasara la noche y quedó internada con la expectativa de que al día siguiente le realizaran la intervención en la que daría a luz a su hijo.

Caja de cartón

El jueves a las 9 de la mañana, fue revisada por la obstetra Mariela Ramírez, quien alarmada por el caso ordenó urgente ir a cirugía. Pero ya era tarde: el bebé de 3,600 kilogramos estaba muerto, luego de más de 13 horas de agonía compartida con su madre.

Cuando la familia quiso ver al bebé, se lo mostraron dentro de una caja de cartón. Indignados por la muerte y los malos modos, los familiares de Julieta avisaron a la policía, que inició actuaciones con toma de declaraciones, con la conducción del juez Correccional de Reconquista, Dr. Jorge Galbusera, que ordenó la autopsia, practicada inmediatamente, y dio inicio a una causa por presunta mala praxis. Vísceras del feto fueron enviadas al laboratorio de la Corte Suprema para ser analizadas, en el marco de la investigación judicial.

Impiedad

El portal de noticias citado entrevistó a Julieta Oviedo. La malograda madre responsabilizó en forma directa de la muerte de su bebé a la partera, que la confrontó permanentemente y que no la hizo ver por otro profesional porque estaba convencida de que exageraba el dolor y que a esa hora de la noche no le harían la cesárea.

La joven agregó a su relato de la impiedad sufrida, que la partera habría intentado movilizarla caminando hacia el quirófano, pero que una enfermera se opuso e insistió para conducirla en silla de ruedas, porque “estaba mareada y podía caer y lastimarme”.

Al volver a su casa, ubicada en el sector sur de Reconquista, lamentó la pérdida y aseguró que “fue una muerte que se podía haber evitado”.

Desde el Hospital Central, la única voz escuchada hasta hoy fue la del representante de la comunidad en el Consejo de Administración: “Prima facie parece que hay una responsabilidad muy importante”, sostuvo Raúl Medina.

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