viernes, 31 de agosto de 2012

Colón ganó en Avellaneda y avanzó a los octavos de la Sudamericana


El Sabalero se impuso 2 a 1 (5-2 en el global) a la Academia y avanzó a los octavos de final de la Sudamericana. Gigliotti y Moreno y Fabianessi marcaron para la visita y Cámpora para el local.


Colón ganó en Avellaneda y avanzó a los octavos de la Sudamericana
Si no se sufre un poco no sirve. Después de un primer tiempo para el olvido, Colón reaccionó en la segunda parte, le dio vuelta el marcador a Racing, lo venció 2 a 1 y se clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana. El Sabalero goza ahora de un presente inigualable: es líder en el Torneo Inicial y avanza a paso firme en el certamen internacional.


La noche arrancó mal porque a los 2’ Javier Cámpora le dio la ventaja a la Academia. En la segunda mitad, Emmanuel Gigliotti (ST 20’) revivió la ilusión Sabalero e Iván Moreno y Fabianesi (ST 28’) le dio el definitivo pasaje.


En un partido que definía mucho del futuro, el Sabalero jugó los peores 45 minutos entre el campeonato y estos dos duelos de copa. En la primera etapa se jugó como quería la Academia, que apostó su juego a las bandas con Centurión por un lado y Fariña por el otro. A ello, se le sumó la movilidad en ofensiva de Hauche y el buen trabajo de presión que ejerció el dueño de casa.


Mientras que Colón no hizo pie porque Prediger y Bastía se perdieron en el medio, Moreno y Fabianesi no pudo jugar y Mugni intentó, pero no pudo hacerlo tan solo. Para colmo de males, Racing pegó en su primera llegada.


A los 2’, Centurión -que había sido el mejor de la Academia en el partido de ida- armó la jugada del partido, aunque se le negó el gol que no se le negó a Cámpora. El volante, pura velocidad y habilidad pasó primero a Caire, a Alcoba después, Prediger tercero y Raldés fue el último que esquivó para sacar el remate que terminaría en rebote de Pozo y en la conquista del Cachorro, que le ganó la titularidad a José Sand.


El plan del Sabalero de aguantar la presión que Racing iba a ejercer de entrada se vio, entonces, destruido. Y se planteó otro escenario, favorable a los locales, más complicado para los santafesinos. En desventaja, se lo vio frágil en defensa al elenco de Roberto Sensini,confundído del medio para atrás. Y arriba, no se generó nada. Salvo una que tuvo Gigliotti por un error de Pillud, que salvó Cahais cuando el Puma se disponía a rematar.


Racing tuvo algunas chances para marcar el segundo y conseguir, momentáneamente, el pasaje a octavos. A los 8’, Cámpora mandó nuevamente el balón al fondo de la red. Sin embargo, lo hizo en fuera de juego, bien sancionado. Sobre los 26’ el Demonio Hauche llegó al fondo demasiado solo y su centro encontró únicamente defensores rojinegros. Fariña, más tarde, no terminó bien un contragolpe rematando de media distancia.


La falta de reacción que no mostró Colón en la primera etapa en un partido que se le presentaba adverso, apareción en el complemento, tal cual sucedió con Belgrano, en el Cementerio de los Elefantes. Después de un menor desgaste que su rival en los 45 iniciales, los de Boquita se adelantaron en el terreno y jugaron lejos del arco de Pozo.


Además, comenzaron a llegar las situciones de gol. A los 2’, Curuchet llegó al fondo, pero no encontró a nadie por el centro. Sobre los 10’, Mungni se animó en un tiro libre y le dio directo al arco. La poca fortuna hizo que el balón se estrelle en el ángulo del segundo palo y se vaya por línea de fondo.


Jugando mejor y siendo más vertical, el premio llegó a los 20’. Colón agarró a Racing demasiado adelantado y empezó a liquidar la esperanza académica. Moreno y Fabianesi metió un buen pase entre líneas para Gigliotti, que con espacio y tiempo, encaró a De Olivera y puso el empate. Así, los de Avellaneda estaban obligados a meter dos goles más para mandar la serie a una definición por penales.


Algo que fue imposible después del gol del Torero. Mugni tocó al centro y a Gigliotti le salió una habilitación perfecta al querer parar el balón. Moreno y Fabianesi la tomó y le dio. Un rebote elevó la bocha que se metió al segundo palo.


Lo que vino después fue sólo un trámite necesario antes de que Pezzotta concluya el partido. Cuando parecía que Colón retrocedía, se despertó a tiempo, logró manterse en el camino y dio un gran paso hacia adelante. Y con este andar, va a ser difícil detenerlo.

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